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Una oportunidad para "conocer y querer más y mejor" a Vicente Lampérez

La muestra 'Un arquitecto para Burgos' repasa los trabajos más destacados de este madrileño, "referente imprescindible para entender la configuración de la ciudad entre finales del siglo XIX y principios del XX". Permanecerá en el Arco de Santa María hasta el 8 de septiembre

Un momento de la inauguración de la exposición 'Un arquitecto de Burgos' que repasa las distintas facetas del poliédrico Vicente Lampérez.TOMÁS ALONSO

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Burgos

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La recreación de la fachada de la Casa del Mercurio, una de sus creaciones más céntricas y llamativas del homenajeado, se eleva en el centro de la sala del Arco de Santa María. A sus pies, de inicio a fin, los hitos vitales del padre de esta y otras criaturas, las que en detalle se suben por las paredes aledañas para dibujar la trayectoria profesional de un hombre que, sin ser burgalés, dejó su impronta en la ciudad que hoy, cien años después de su muerte, le rinde sentido tributo con el propósito de que quienes hoy disfrutan de su legado puedan "conocer y querer más y mejor" la figura de Vicente Lampérez.

René Payo, en nombre de la Institución Fernán González, resumía así el objetivo de los actos organizados en colaboración con el Ayuntamiento de Burgos para reivindicar a este arquitecto madrileño, "referente imprescindible para entender la configuración de la ciudad entre finales del siglo XIX y principios del XX", aunque un tanto desconocido para sus habitantes.

Así, un libro sobre su labor -grabada sin firma en la memoria visual de todos-, un pasaje en su honor junto a una Casa del Cordón que revalorizó y la exposición que desde hoy ocupa el Arco de Santa María aspiran a descubrir al gran público la impronta del arquitecto que supo aunar en su 'haber' tradición y modernidad.

María José Zaparaín, doctora en Historia del Arte y comisaria de la muestra, se encargaba de desmenuzar en su inauguración el contenido de la propuesta que pone fin a los eventos programados con motivo del centenario del fallecimiento de Lampérez, en enero de 1923. "Se organiza en dos alturas. En la parte baja se ha concentrado el fruto de su papel como arquitecto que interviene en templos catedralicios, fundamentalmente en el burgalés, de cuyas obras de restauración se hizo cargo en 1892 (que culminó en 1914 con el derribo del palacio arzobispal anexo), pero también en Cuenca, de cuya seo fue restaurador a partir a partir de 1902, y en Toledo, donde realizó una pequeña intervención que no se conocía hasta ahora y de la que se ofrecen planos que nunca se habían visto", detalló la profesora de la Universidad de Burgos. 

Lampérez se hizo cargo en 1892 de las obras de restauración de la Catedral de Burgos.TOMÁS ALONSO

Además, en la parte superior de la sala, se despliega la otra cara arquitectónica del madrileño, como autor de obra civil. Su actividad en la Catedral se prolongó décadas y durante ese tiempo pudo "conocer bien la ciudad y recibir otros encargos, de signo muy diferenciado, que ayudaron a renovar el caserío burgalés, como autor de algunas emblemáticas propuestas". El listado de trabajos en este ámbito es largo y destacan en él intervenciones como la Casa del Mercurio ya indicada, la fachada de la calle San Juan, 52 y 54, la portada del 30 de la Plaza Mayor, la reforma del número 5 de la calle Avellanos, propiedad de Santiago Liniers, la fachada del Corral de los Infantes, 4, y la de la sede del Círculo Católico en la calle Concepción o la reforma del Hotel París.

"A sus propuestas se debe, igualmente, la imagen actual de la Casa del Cordón con sus ya característicos miradores. Muy interesantes son sus aportaciones a la arquitectura escolar, como el interesantísimo edificio del colegio de las religiosas de las Damas Negras (Niño Jesús) de Burgos y el efectuado para esta misma orden en Madrid o sus obras en el instituto Cardenal López de Mendoza", explicó Zaparaín en su presentación.

Fotografías, dibujos y planos apuntalan esta panorámica de tan poliédrico autor que lejos de terminar ahí se completa con los éxitos cosechados en otras facetas, no pocas, por Lampérez, que además de 'Un arquitecto para Burgos', como reza el título de la muestra, fue director artístico de un taller de vidrieras de gran fama en Madrid, ilustrador -con obra en algunos de los libros de su mujer, Blanca de los Ríos, o su suegro, Demetrio de los Ríos-, conferenciante inagotable y, además, "magnífico historiador de la arquitectura española", señaló la comisaria de la exposición que da fe de todo ello, con pruebas documentales.

Los visitantes, locales o foráneos, podrán verificarlo hasta el 8 de septiembre en horario de martes a sábados de 11 a 14 y de 17 a 2 horas y los domingos de 11 a 14 horas. Los domingos por la tarde, lunes -salvo en los meses de julio y agosto- y festivos, la sala permanecerá cerrada.