La importancia del agua a través de un espectáculo solidario y «diferente»

«El cambio climático está ahí, pero no queremos verlo». El verano pasado, en un contexto de sequía galopante, Lara Beamonte no dejaba de pensar en la importancia del agua para la supervivencia de la especie humana. «Creemos que es un recurso ilimitado», reflexiona ahora, después de estudiar a fondo todo lo que este bien imprescindible conlleva para la vida, a punto de estrenar el nuevo espectáculo de su compañía, Aralia Danza. 

Aqua. El título lo dice todo, pero encierra multitud de variables que pasan desapercibidas para el común de los mortales. Danza oriental, bollywood, ballet y pole dance convergen en esta pieza, broche de oro del presente curso académico, que verá la luz este jueves 20 de junio en el Cultural Caja de Burgos de la avenida de Cantabria a partir de las 20:30 horas. La cita, en principio, debía tener lugar en el Teatro Clunia el día 22. Sin embargo, los desperfectos ocasionados por una fuga de agua a finales de mayo obligaron a cambiar de fecha y emplazamiento. 

De nuevo, Aralia Danza muestra su cara más altruista. Los beneficios de Aqua se destinarán a la Asociación de Donantes de Médula Ósea de Burgos (Admobu). No es la primera vez que la compañía colabora con esta entidad y seguramente no sea la última. Tal y como señala Beamonte, «son muy generosas en muchos aspectos» y la causa lo merece. Además, considera indispensable echar un cable porque «muchos pacientes de Burgos tienen que ir a Salamanca» para recibir tratamiento. 

El precio de la entrada, simbólico pero de gran ayuda, es de 5 euros. No obstante, se pueden adquirir papeletas aparte, a un euro la unidad, para el sorteo de numerosos premios por parte de las empresas patrocinadoras. El año pasado, recuerda Beamonte, la iniciativa salió «bastante bien» porque el público supo responder a este llamamiento a la «empatía». 

Al margen del carácter benéfico del espectáculo, la directora de Aralia enfatiza la necesidad de concienciar a la población sobre el agua, un bien escaso que cubre el 80% de la superficie del planeta Tierra. Cuando habla sobre ello, no puede evitar acordarse de las tropelías que se cometen en el río Amazonas, «contaminado por mercurio» y causa de muerte para miles de indígenas que «no tienen ningún tipo de esperanza de vida» porque «el hombre civilizado les está matando». Del mismo modo, recuerda la existencia de todos esos «mares de plástico» a priori lejanos pero que tanto daño causan a nuestro ecosistema. 

La lluvia, lógicamente, también juega un rol protagonista en esta propuesta creativa. Nos quejamos cuando cae una tromba de agua sin darnos cuenta de que lo «necesario» que resulta. Por contra, Beamonte ensalza el «efecto relajante» de las gotas al caer o lo mucho que «agradeces tener un techo cuando estás resguardado». Tampoco se olvida de la danza de la lluvia, rito ancestral de infinidad de tribus para que la tierra les provea de alimento, o el innegable «espectáculo en el cielo gracias al arcoíris». 

«Vivimos en el agua desde que nacemos», concluye la directora y alma máter de Aralia Danza mientras alude a otros fenómenos, también presentes en Aqua, que van desde el efecto de la música sobre el líquido elemento, su papel como conductor de electricidad e incluso la fantasía, a través de la ficción, con personajes tan entrañables como la Sirenita.

Confesa admiradora de la cultura polinesia por su profunda «conexión con el océano» y, por ende, su máximo respeto del medio ambiente, Beamonte se enorgullece de presentar un espectáculo «diferente», con una cuidada puesta en escena, en el que medio centenar de bailarinas se entregan al máximo. Asimismo, no duda en poner en valor las aportaciones de Miguel Tena, que sorprenderá al público, antes de reivindicar, como no podía ser de otra manera, que «el agua siempre fluye».