«El rock no es de usar y tirar como la mayoría de canciones hoy por hoy»
A punto de cumplir 20 años sobre el escenario, la banda burgalesa Triaje vuela «a todo gas» gracias a ‘Subrepción’, su último disco de estudio. «Somos demasiados heavies para tocar con los punkis y demasiado punkis para tocar con los heavies»
El ‘crimen’ ha prescrito, así que ya se puede contar. Allá por 2020, en plena pandemia y con unas cuantas restricciones, la banda burgalesa Triaje se reunía de vez en cuando en el local de ensayo «a escondidas». De ahí el nombre de su último disco, Subrepción, lanzado a la red de redes a principios de julio. Les podía el ansia de tocar, de componer, de recuperar viejos temas como Te va a dar igual. Sin prisa pero con pausas sobrevenidas, dándole «muchas vueltas» a la cabeza, grabaron una primera demo por su cuenta. Después, con el material ya pulido, volvieron a ponerse en manos de Juan García, de los estudios Gravity, para dar un nuevo puñetazo sobre la mesa.
Dice la RAE que la subrepción es una «acción oculta y realizada a escondidas». Y sí. El título de este álbum lo clava en cuanto a los primeros pasos creativos. Sin embargo, Triaje no esconde para nada sus intenciones sonoras. Lo suyo es «rock and roll de toda la vida. A todo gas para conducir rápido». Así lo define Isaac (guitarra), mientras advierte que las influencias de géneros hermanos como el metal y el punk están más presentes que nunca.
«Se sale un poco de lo que veníamos haciendo. Sobre todo por el sonido, que es más moderno», apunta Raúl (bajo y voz) antes de asegurar que el directo mejora lo presente. «Hemos ganado calidad de potencia y sonido». Inmediatamente, Isaac añade que «el que viene a vernos, buena juerga se corre».
Los ocho temas de Subrepción, que ya de entrada llama la atención por su espectacular portada, abarcan un poco de todo. «Son letras para pensar», explica Raúl. Reivindicación política, alegrías, desgracias... Diferentes sensaciones y experiencias vitales por parte de los «irreductibles». Sobre dicha definición, aportada por el vocalista, Isaac precisa que son «demasiados heavies para tocar con los punkis y demasiado punkis para tocar con los heavies».
Lo que está claro es que Triaje, aunque evolucione, no reniega de sus raíces. «El rock no es de usar y tirar como la mayoría de las canciones que se escuchan hoy por hoy», reflexiona Isaac. Prueba de ello es que hay infinidad de discos que «te pones en el coche, les das mil vueltas y te siguen gustando». En la misma línea, Daniel (también guitarra) apostilla que «el rock es atemporal: mira a Black Sabbath, por ejemplo». Por lo tanto, «el rock no pasa de moda, seguirá estando ahí».
Con Subrepción recién salido del horno y 300 copias para su venta -sin descartar la opción del vinilo en plan romántico-, Triaje soplará 20 velas el próximo 12 de agosto. Fue ese día, hace dos décadas, cuando la banda dio su primer concierto. Ahora, las cosas han cambiado porque dan «más prioridad a la familia». Ya no hay tanto bolo a la vista y, aparte, se consideran «más de invierno». No obstante, el sábado 28 de septiembre compartirán escenario en Quintanapalla con Killus, Paraíso Terrenal, Kritter, Ancient Settlers y Sovengar. Y demostrarán, tal y como dice Raúl, que «la gente, aunque no te conozca, se queda».