«Manuel Machado siempre mantuvo una actitud fraterna con Antonio»

La actividad, inquieta e intensa, de la Institución Fernán González de Burgos se va a ver sobrepasada en los próximos meses indiscutiblemente por los hermanos Machado. Manuel y Antonio, Antonio y Manuel, van a ser los protagonistas de algunas de las actividades más destacadas de la Real Academia Burgense de Historia y Bellas Artes dentro del Bienio Machadiano que conmemora los 150 años del nacimiento de ambos poetas y dramaturgos.

Desde hace unos meses, la exposición 'Legado Machadiano' está recorriendo varios centros educativos de Burgos capital y la provincia con el objetivo de acercar a los más jóvenes la vida y obra de los autores sevillanos. Por otro lado, las valiosas charlas impartidas por los expertos Monique Alonso y Alfonso Guerra el pasado febrero ahondaron en estas dos figuras claves de la literatura española del siglo XX.

Este jueves, como evento de apertura del curso 2024-2025 de la institución burgalesa, el director honorario de la academia, José Manuel López Gómez, impartirá la conferencia 'El trienio de Manuel Machado en Burgos (1936-1939)'. La cita será a las 20 horas en el Salón de Estrados del Palacio de la Diputación con entrada libre hasta completar el aforo.

«En la conferencia hablaré, de forma sucinta, del tiempo que pasaron Manuel Machado y su esposa, Eulalia Cáceres, en Burgos. Desde aquel día en que se cortaron las comunicaciones por el golpe de Estado y el matrimonio se quedó con lo puesto encerrado en Burgos: su vida en la pensión Filomena, los tres días que Manuel estuvo encarcelado en la prisión de Burgos a finales de septiembre de 1936, algunos problemas de salud, sus trabajos en Burgos, las amistades, sus colaboraciones en el periódico El Castellano... Y, claro, el viaje a Colliure para visitar la tumba de su hermano Antonio y de su madre, doña Ana Ruiz», destaca el médico e investigador.

Entre las personas que frecuentaron Manuel y Eulalia en sus años burgaleses, López Gómez distingue a José María Pemán (presidente de la Comisión de Cultura e Instrucción de la Junta Técnica del Estado), Francisco Estévanez (director de El Castellano), el jesuita P. Zameza (catedrático de Misionología en Roma), Florentino Martínez Mata (concejal del Ayuntamiento de Burgos y jefe local de Falange), Bonifacio Zamora (sacerdote y escritor, consejero espiritual de doña Eulalia y capellán castrense en aquellos días), P. Agustín María Hospital (prior de la Cartuja de Miraflores), P. Bruno de San José (prior del Carmen), Maese Calvo, Andrés Ruiz Valderrama (periodista y futuro director de Diario de Burgos) y José María Zugazaga (periodista de El Castellano y futuro secretario del poeta), entre otros.

«Cuando Manuel fue consciente de que no podía salir de Burgos y que apenas tenían dinero, comenzó a buscarse la vida. Era un hombre optimista y realista, encaraba los problemas de frente», subraya José Manuel López Gómez, que desde el verano de 2022 es el cronista oficial de Burgos. Machado, que tenía importantes cargos y responsabilidades de organismo públicos en Madrid, acabó tras muchos trámites y escaramuzas administrativas como archivero de la delegación de Hacienda de Burgos, sita en aquella época en los antiguos juzgados de la calle de San Juan.

«También hay que reseñar su labor como conferenciante en salones y otros auditorios y como conferenciante radiofónico en Radio Castilla, que había sido requisada casi al principio de la guerra», apunta y recuerda también su discurso de acceso a la RAE en San Sebastián, donde ante todos los jerarcas del bando sublevado habló de su poesía y citó varias veces a su hermano Antonio. «Fue muy valiente, todo el mundo sabía lo que representaba Antonio para la República», asevera.

Manuel Machado acogió a la República con entusiasmo. Es más, escribió la letra de un himno con música de Óscar Esplá que no pasó de ser una propuesta, aunque se popularizó entre el movimiento antifranquista. «También firmó y redactó un manifiesto de amistad a la URSS, casi nada».

Una leyenda negra, en muchas ocasiones sin fundamento, ha caído sobre Manuel Machado y su obra desde hace décadas, llegando incluso a decir que traicionó a su hermano. «Manuel siempre mantuvo con Antonio una actitud fraterna hasta su muerte. Incluso durante la guerra, hay indicios que señalan que lograron intercambiarse cartas».

La biografía de Manuel

Más allá de sus trabajos de investigación médica y sanitaria, López Gómez tiene entre ceja y ceja un proyecto en el que lleva inmerso más de tres años: una biografía sobre Manuel Machado. «Será publicada por la institución a lo largo del año que viene en una edición cuidada, con muchas fotografías y un importante anexo de documentos», indica.

En esta biografía, el académico de la institución burgalesa relatará en profundidad muchos capítulos decisivos en la vida de Manuel Machado. «Como médico, también llevaré el agua a mi molino y explicaré los problemas de salud que padecían Manuel y también Antonio, muy parecidos, todos derivados por su afición empedernida al tabaco», apunta y nos remite al artículo que acaba de publicar en el boletín 1/2024 de la Institución Fernán González y que lleva el título de 'Enfermedad y asistencia clínica a Manuel Machado en Burgos (1936-1939)', donde el autor refleja las enfermedades que padeció el poeta y los profesionales de la medicina que le trataron durante su estancia en la capital castellana.

Durante la investigación realizada para escribir la biografía, que no ha acabado, José Manuel López Gómez ha visitado multitud de archivos civiles, militares y eclesiásticos donde ha encontrado documentos y testimonios que darán más de una sorpresa. «Se han reiterado hasta la saciedad datos sobre la vida de Manuel Machado, en especial a partir de la Guerra Civil, que no son ciertos. En mi trabajo, que como todos los míos se caracteriza por el más absoluto rigor, doy pruebas y argumentos que refutan algunos episodios poco contrastados».

La gran exposición

El evento más descollante que va a organizar la Institución Fernán González en los próximos meses es la gran muestra sobre los Machado que visitará, en este orden, Sevilla, Burgos y Madrid. Documentos, manuscritos, libros, fotografías, obras de arte y otros enseres protagonizarán esta cita de gran relevancia a nivel nacional. «Esta gran exposición, en la que hemos trabajado con la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, no sólo se centra en Antonio y Manuel. También en el abuelo, el padre, los demás hermanos... Va a gustar mucho», concluye López Gómez.