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Literatura

Jesús Herrán : «La obra de José Antonio Abella tiene una enorme calidad literaria, pero merece más lectores»

El director de Ediciones Valnera es uno de los responsables del homenaje que se dispensará al recordado autor de 'Aquel mar que nunca vimos' o 'La sonrisa robada' en Bañuelos de Bureba este sábado, 19 de octubre

El editor cántabro Jesús Herrán, responsable de Ediciones Valnera.SANTI OTERO

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Burgos

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Editor de raza y con la literatura en la sangre, Jesús Herrán Ceballos (Villanueva de Villaescusa, Cantabria, 1957) es un todoterreno del gremio editorial. «Trabajé durante 25 años en el grupo Anaya como gerente comercial. Eso me dio una perspectiva del mundo del libro que después como editor me ha sido muy útil».

Tras la compra de Anaya por una multinacional francesa, Herrán pidió la cuenta y montó una editorial en 2001 -Ediciones Valnera-para publicar un libro que Anaya no había querido: una edición de ‘Moby Dick’ con ilustraciones del gran dibujante santanderino José Ramón Sánchez. «Lo mucho o poco que sé de edición se lo debo a Emilio Pascual, que fue director editorial infantil y juvenil de Anaya», señala.

A partir de ese momento, Valnera fue creciendo en títulos y autores y en su catálogo habitan nombres de la talla de José María Pérez ‘Peridis’, Mario Camus, Germán Gullón o Ignacio Sanz, además de otros muchos no tan conocidos pero de notable calidad. Los socios de la editorial son, actualmente, el citado Sánchez y Ángeles de la Gala.

Este sábado, 19 de octubre, Herrán estará en Bañuelos de Bureba para homenajear a uno de los escritores más importantes de su catálogo, además de íntimo amigo: José Antonio Abella, fallecido el pasado 5 de julio y autor de ‘Aquel mar que nunca vimos’, «la obra de referencia» sobre el maestro Antonio Benaiges.

Pregunta- ¿Cómo llegó José Antonio Abella al catálogo de Valnera?

Respuesta- Llegó con una edición de ‘El hombre pez’. Digo edición porque presentaba sus manuscritos maquetados y encuadernados perfectamente por él. Lo leí en dos días y le envié un correo para decirle que nos interesaba la novela. Ahí comenzó una amistad de poco más de siete años pero, como me dijo su hijo Héctor recientemente, parece que nos conocemos de toda la vida... Es algo natural que, en las editoriales pequeñas, acabes siendo amigo de tus autores. Otros grandes ejemplos son Peridis, con el que he hecho entre otros trabajos la Gran Enciclopedia del Románico, y Mario Camus.

P-. ¿Cómo fue su relación con él en estos más de siete años?

R-. Personalmente, su familia y la mía forjamos una amistad muy estrecha, una maravilla. En la relación editor-autor tuvimos nuestras peleíllas (ríe). Era un hombre muy cabezón, en el mejor sentido de la palabra. Cada proyecto lo traía con las cosas muy claras y defendía su estrategia hasta el final. Reconozco que esa cabezonería algunas veces nos vino bien, porque era muy perfeccionista y se daba cuenta de detalles que a veces a mí se me podían escapar. La edición de ‘Aquel mar que nunca vimos’ fue muy compleja y trabajamos codo con codo página a página. Con las portadas también era tremendo, ¡las diseñaba él y estaba encima de todo! (ríe).

P-. Este sábado recibirá en Bañuelos de Bureba su primer homenaje tras su fallecimiento el pasado julio. ¿Cómo cree que va a tratar la posteridad al autor burgalés?

R-. José Antonio necesita un mayor reconocimiento. Su obra tiene enorme calidad literaria, pero necesita y merece más lectores. Va a estar vivo siempre en nuestro recuerdo, pero también literariamente, porque como el Cid, va a seguir publicando después de muerto con varias obras que ha dejado preparadas para llegar a las librerías en los próximos dos o tres años.

P-. Para el homenaje, Valnera ha editado un libro titulado ‘Hermanos en Benaiges’ que se presentará en la Escuela de Bañuelos. ¿Cómo surgió este proyecto literario?

R-. Cuando desde la asociación Escuela Benaiges me piden que me ponga al frente de la organización del homenaje pensé que lo primero que tenía que hacer era un libro. ¿Cuál era el problema? Determinar quiénes iban a escribir. Pensamos que él nos dio la clave en ‘Cáncer Imperátor’ con una foto que montó con inteligencia artificial con diecisiete personas muy cercanas a él. Y ahí están en el libro ‘Hermanos en Benaiges’. Ha quedado muy bien, con textos de todo tipo y muchas fotografías de José Antonio, su familia, sus amigos...

Ejemplares de 'Hermanos en Benaiges'.VALNERA

P-. De las obras que publicó Abella en Valnera, ¿cuál es su favorita?

R-. Todas tienen cosas que me maravillan, pero mi preferida es ‘Trampas de niebla’. (2018). Muchas de las obras de José Antonio se apoyan en historias reales, investigaciones... pero esta es pura ficción y refleja el espíritu cainita de los españoles en una localidad imaginaria durante 300 años donde historias y personajes confluyen en un mismo territorio oscuro, nebuloso.

P-. Como ha comentado, Abella en sus últimos meses de vida terminó y reescribió varias obras para que se publicaran tras su fallecimiento. Habló con sus editores y lo dejó todo ‘atado y bien atado’, que diría el clásico. ¿Qué obras y qué calendario legó el escritor?

R-. Sin ir más lejos, ya está en las librerías la segunda edición revisada de ‘La llanura celeste’, que publica la editorial Páramo. A lo largo del otoño saldrá en Menoscuarto ‘Todas las muchachas serán tuyas’. En primavera de 2025 publicaremos en Valnera ‘Santa Selma’, una novela muy especial para José Antonio. Y para finales de 2025 o principios del 2026 sacaremos también nosotros ‘Dos novelas cortas y dos relatos largos’, la última obra que escribió. Queda pendiente, no sé para cuándo, la reedición de ‘La sonrisa robada’, la extraordinaria novela con la que ganó el Premio de la Crítica de Castilla y León en 2014. Ese libro está descatalogado hace años y Menoscuarto lo va a reeditar según quedó José Antonio con José Ángel Zapatero, el editor de este sello palentino.

P-. Gracias a Abella aterrizó en la editorial Valnera otro gran autor burgalés: Jesús Carazo.

R-. Sí, Jesús es uno de nuestros grandes autores, además de otro grandísimo amigo. José Antonio también trajo a otro autor, el segoviano Ignacio Sanz. E Ignacio nos acercó a Ramón García Mateos y acabamos de publicar ‘Cuando el mundo se llamaba Cerralbo’, que es una novela excepcional.

P-. Además de ser fiel a sus autores, siempre está buscando nuevas plumas para incorporar a su catálogo. ¿Qué tiene en cartera para publicar próximamente?

R-. Además de la novela de Ramón García Mateos, acabamos de publicar un cómic, ‘Mi suegra tiene Alzheimer precoz’ de José del Sol y Alberto Llamas. Para la próxima primavera sacaremos, además de ‘Santa Selma’ de José Antonio, un par de novelas en las que tenemos muchas esperanzas: ‘El vuelo de los delfines’ de José Ignacio García, crítico literario y un escritor de gran calidad narrativa, y el debut en la ficción de una periodista de Castilla y León con una historia que va a llegar mucho. Es una voz diferente que necesitábamos en la colección Valnera Literaria.

Homenaje en Bañuelos de Bureba

Ediciones Valnera y la Asociación Escuela Benaiges han organizado para este sábado, 19 de octubre, una jornada muy especial para honrar la memoria del médico, escritor y escultor burgalés José Antonio Abella Mardones.

Lo primero será descubrir una placa en la planta baja de la Escuela, realizada en un costero de olmo donado por el escultor Miguel Ángel Moreno, que reza el nombramiento de Abella como presidente de honor de la asociación.

Después, en la planta alta del inmueble, el escritor vallisoletano Jesús Salviejo leerá varios textos. El que abrirá la cita está escrito por el presidente de Escuela Benaiges, Ignacio Soriano, y recibirá a los asistentes con un recuerdo a la llegada del maestro catalán al pueblo 90 años atrás y la impronta que dejó el trabajo de Abella en su recuperación junto a otras tantas personas. Luego, Salviejo declamará pasajes de obras de Abella seleccionados por Jesús Herrán.

Entre las lecturas habrá varias actuaciones musicales. Ramón Sauló, Ana Herrán y Daniel Fuerte interpretarán dos canciones (entre ellas, 'Lejos queda el mar', dedicada al maestro), y los hijos de José Antonio Abella, Héctor y Óscar -ambos músicos- seis piezas de autores como Schumann o Bach.