De Marosh a Ballena 52: «El primer single va a ser rompedor»
Tras el fichaje y pleno asentamiento de Rebeca (voz) y Dudu (bajo), la banda burgalesa ofrece su primer directo este sábado en el Andén 56 junto a Fanfare Ciocarlia.
Lo de ahora «es otra historia». Diferente, «ni mejor ni peor» que antes. Con la esencia de siempre pero explorando nuevos horizontes. Esa es la máxima de Ballena 52 . Una banda nueva en Burgos , sí, pero no del todo. En realidad son los Marosh con otro nombre. ¿Por qué? «Porque hay dos personas que aportan otro color», responde Samuel (saxo). Se refiere a Rebeca, la cantante, ya Dudu , exbajista de Akaldo . Su incorporación a lo largo del último año ha sido clave para rearmar el proyecto y el resto estuvo de acuerdo en que hacerles partícipes de este resurgimiento.
La salida de Arantza y Janfry marcó un punto de inflexión en Marosh. No era fácil recomponerse, pero Roberto (batería), Óscar (guitarra) y Samuel estaban dispuestos a seguir. Por casualidad, Óscar se topó con una joven cantando en el Arco de Santa María. Su voz le encandiló y supo, tras hablar con ella, que había estudiado guitarra en el conservatorio. Al final, «entró en el grupo porque encaja perfectamente en el estilo y, además, su forma de componer es súper moderna».
Rebeca se plantó en el local con una canción «medio hecha». A todos les encantó y The Jungle , con título y letra en inglés, será salvo sorpresa el primer single de Ballena 52 porque «es muy rompedor» . Sonará por primera vez este sábado 9 de noviembre , en la sala Andén 56 , coincidiendo con su estreno como teloneros de Fanfare Ciocarlia . Y no tardará en saltar a las plataformas digitales al tratarse del tema elegido para participar en el Concurso de Música en Directo de La Rúa , cuyo concierto está programado para el 12 de diciembre.
«Antes la distancia entre nosotros y el público era intencionada, jugábamos a otro juego»
Dudu lleva menos tiempo, pero se ha puesto las pilas en poco más de mes y medio. La maquinaria ya está perfectamente engrasada para el debut, aunque Samuel reconoce que «hacía mucho tiempo que no estaba tan nervioso». Y tiene motivos, dado que «la imagen de Marosh está intrínsecamente en mí, pero aunque tenga los temas muy controlados buscamos dar otra imagen».
De cara al directo, Ballena 52 se fija como objetivo una vuelta de tuerca a su propuesta. «Antes la distancia entre nosotros y el público era intencionada, jugábamos a otro juego. Ahora vemos que hay muchos momentos preparados para que la gente cante o tararee un estribillo y queremos que, desde abajo, participe con nosotros», asegura satisfecho de contar actualmente con «nuevas herramientas» para que cualquiera «quiera estar ahí».
«El mercado ha cambiado tanto que no sabes qué es lo bueno y qué es lo malo»
Esta dinámica, sin duda, romperá una lanza a favor del propio nombre de la banda. Porque resulta que hay una ballena, un espécimen único en el reino animal, capaz de cantar a 52 hercios. Una rara avis, objeto de estudio, localizada durante las últimas décadas en distintos puntos del planeta. «Se va moviendo, busca otros grupos y la cuidan», precisa Samuel a sabiendas de que este ejemplar, aún vivo y presumiblemente con las «cuerdas vocales estropeadas», continúa su travesía marítima «solo por el mundo».
A punto de salir a escena para iniciar esta nueva andadura, el grupo prevé lanzar sus cuatro primeros temas en «píldoras sueltas». Si algo está claro es que, a día de hoy, «el mercado ha cambiado tanto que no sabes qué es lo bueno y qué es lo malo». Sin embargo, se decantan por esta fórmula a sabiendas de que «luego, si quieres, coges unas cuantas pastillitas y las metes en un blíster».
Lo que sí destaca el saxofonista de Ballena 52 es la calidad del sonido de las nuevas composiciones. Con Pablo Rubio (Cronómetrobudú) desde su estudio ParamoSound en Palencia «haciéndonos crecer» y Héctor Tellini a cargo de la mezcla y la masterización, la cosa promete. El problema, eso sí, será elegir las dos canciones merecedoras de su propio videoclip. The Jungle parece evidente. Lo que ocurre es que Samuel suspira por El hombre y la máquina mientras Óscar y Roberto prefieren Revolución. Y al final, como con todo lo que se cuece en el seno de la banda, «tendremos que negociar para que haya consenso».
Cultura
«Se ha creado un ambiente muy chulo. La clave es la constancia y picar piedra»
Diego Santamaría