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ENTREVISTA

MICHELE MANCA: «A un bufón se le reconoce porque le ríen los ojos»

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Burgos

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Actualizado:

A.S.R. / Burgos

El bufón se asoma de nuevo a La Parrala. Es un viejo conocido de este espacio, donde ya se han impartido varios talleres sobre este personaje de la escena. El italiano Michele Manca ha dedicado esta semana a pulir a actores y actrices burgaleses y sacar brillo al bufón que todos llevan dentro. La clase de hoy es abierta. La cita, en el gimnasio del antiguo colegio de Parralillos entre las siete y las nueve de la noche.

Pregunta- ¿Qué actitudes debe tener un actor para interpretar a un buen bufón?

Respuesta- El bufón es un personaje que no sale a todos los actores porque es una manera de interpretar muy inteligente, todos podemos ser estúpidos y tontos, pero no todos inteligentes. Debe tener como objetivo divertir mucho y lo hace siendo blasfemo. Es el último en reírse. El maestro de bufones dice que éstos son los hijos olvidados de Dios por lo que hacen lo posible para que él los vea.

P.- ¿Cómo llaman la atención de Dios?

R.- Hacen lo que pueden. Dicen cosas inteligentes para provocar a la gente, para que vean las cosas malas que tiene la sociedad, pero lo dicen de manera sutil. Se trata de poner el dedo en la llaga.

P.- ¿Es un rol cada vez más o menos presente en la escena?

R.- Está cada vez menos presente. El bufón puro es muy fastidioso para las autoridades porque siempre dice la verdad. En Italia, por ejemplo, lo han quitado de la televisión.

P.- En España, ¿está mejor o peor visto?

R.- Hay muy buena calidad, pero desconozco cómo funciona aquí.

P.- ¿Cómo se reconoce a un bufón encima del escenario?

R.- Le ríen los ojos. Un buen bufón se caracteriza porque la audiencia no puede reconocer si es un ángel o un demonio. Crea la duda. Cuentan que las gárgolas de Notre Dame de París son el principio de esta figura, que nacieron como protectores de Dios, no se sabe si son demonios o ángeles, sólo juegan, siembran la duda en el público... Al final no importa si es uno u otro, sólo que diga la verdad.

P.- ¿Cómo se enseña a transformarse en este tipo escénico?

R.- Hay ejercicios diferentes. El actor se pone un traje de mendigo, de travesti, de enfermo terminal..., de personajes a los que la sociedad le cuesta aceptar, que les da la condición de despojos. También prácticas como insultar a la audiencia, hacer una predicación como si fuera un cura... Es un proceso difícil de aprender.

P.- ¿Qué personajes de la sociedad se convierten en las mejores dianas para sus arremetidas?

R.- El bufón se rebela contra la sociedad entera, le importa poco si son las clases altas y poderosas o las bajas. Normalmente ataca la falsedad, también la autoridad que es la que decide, la que establece las normas. Es un loco. Lo mismo habla de Dios que se pone a insultar a la gente. Refleja la condición humana del último personaje de la sociedad. ¿Te he convencido?