«Los grupos de teatro aficionado de la capital gozan de facilidades»
Fernando Ballesteros, presidente de La Parrala, y Fernando Quintana, director de la Escuela de Teatro, convienen en que es fácil subirse al escenario sin vivir de él
A.S.R. / Burgos
La falta de locales de ensayo dignos, la escasez de ayudas a los pueblos para el acondicionamiento de espacios culturales y una oferta cultural limitada a los meses de verano eran las principales carencias denunciadas por los grupos de teatro aficionado de la provincia hace dos años. La situación no ha cambiado. Pero... ¿Qué pasa en la capital? ¿Se enfrentan a los mismos problemas? ¿Faltan o sobran oportunidades? El Concurso de Teatro No Profesional de la Diputación, que comenzó anoche, sube a escena a estas compañías y, aunque la mayoría pertenecen a pueblos pequeños, alguna nace al amparo de la Catedral.
Fernando Ballesteros, presidente de La Parrala, miembro del grupo aficionado Las Roulotte y del profesional La Sonrisa, y Fernando Quintana, director de la Escuela Municipal de Teatro y de la compañía Ágora Teatro Independiente, coinciden al afirmar que estas formaciones escénicas tienen más ventajas que inconvenientes cuando residen en la capital. Es más, estos últimos ni alcanzan a verlos.
Desde la perspectiva que da trabajar en uno y otro lado, Ballesteros asegura no percibir diferencias entre ambos. «La gente que se quiere dedicar al teatro aficionado aquí en Burgos lo tiene bastante fácil. Realmente, carencias veo pocas», asevera. Subraya que las necesidades de estas formaciones están cubiertas desde todos los flancos: ensayo, formación, oportunidades de actuación y creación.
Suerte de Parrala
Ballesteros postula a La Parrala como el mejor aval pues en el antiguo colegio de Parralillos estas agrupaciones pueden optar a un local de ensayo como sus hermanas mayores. Matiza además que siempre podrán contar con el consejo y la ayuda de sus compañeros.
La misma lectura realiza Quintana, quien ve en el centro de creación escénica una enorme ayuda.
Las oportunidades para subirse a un escenario están garantizadas, según Ballesteros, a través del programa Cultura en tu barrio del Ayuntamiento y las actuaciones contratadas para los pueblos en verano por la Diputación, así como el Concurso de Teatro No Profesional. A éste se refiere el director de la Escuela de Teatro como un buen escaparate, «aunque esté más pensado para los grupos de la provincia».
Y aquí aparece un pero. Fernando Quintana reconoce que las compañías aficionadas ven reducida su capacidad de acción al tener que entrar en circuitos escénicos de corto recorrido.
Cuando se habla de formación, ningún problema. Ahí está La Escuela Municipal de Teatro y los distintos talleres impartidos en asociaciones como Espacio Tangente, la misma Parrala o la Universidad de Burgos.
Y tampoco al poner el dedo en la llaga de las ayudas económicas a la producción. Ballesteros se encarga de anotar que el Instituto Municipal de Cultura tiene una línea específica para estos proyectos.
Quintana y Ballesteros convienen en señalar que los problemas a los que se enfrenta una compañía aficionada son internos y se refieren a la necesidad de compaginar la escena con la vida profesional y personal de los distintos integrantes.Debate en torno a las artes escénicasLa problemática del teatro aficionado tendrá su debate a finales de este mes. Será en el foro sobre la situación creativa de la artes escénicas en Burgos, organizado por La Parrala con motivo de sus, ya tradicionales, jornadas de puertas abiertas. En torno a la misma mesa se sentarán representantes de las compañías, tanto profesionales como no, el programador del Ayuntamiento o el director de la Escuela de Teatro, que abrirán el debate.