MÚSICA
Rosendo Mercado: «Mamoneo cada vez hay más. Está a la orden del día»
El viejo roquero colgó anoche el cartel de entradas agotadas en El Hangar
A.S.R. / Burgos
Viejo roquero, viejo conocido del público burgalés. Rosendo Mercado ha perdido la cuenta de las veces que ha pisado los escenarios, tanto en la capital como en la provincia. Han sido muchas en treinta años de carrera. Anoche iba a estrenar otro, el de El Hangar. Y lo hacía por todo lo alto. Con el cartel de entradas agotadas y con algunos seguidores que se quedaron en la puerta.
Pasados unos minutos de la siete de la tarde llega dispuesto a hacer las pruebas de sonido. Pelo largo, lacio, rubio encanecido, un aro de oro en el lóbulo izquierdo, jersey negro, pantalones grises, cazadora vaquera, zapatillas negras con una pincelada rosa en forma de marca. Y un cigarrillo en la mano. Le han informado que esa noche tal vez dejen fumar.
El veterano va a dar un concierto en un espacio que es algo más que una sala de música. Señala que se ha informado un poco por internet... «y me parece muy bien utilizar un edificio que si no tal vez hubiera muerto». ¿Y que además da facilidades a los músicos jóvenes? «Es necesario porque tener un buen local de ensayo es muy difícil, por los vecinos, por todos los lados son problemas, y está muy bien disponer de sitios con un mínimo de condiciones», apunta y viaja en el tiempo hasta sus primeros pasos dados en la música. «Era muy diferente. Cuando nosotros empezábamos eran unos cuartuchos que alquilábamos por ahí, en barrios a las afueras de Madrid, y era muy difícil, sobre todo por los problemas que daban los vecinos», recuerda el músico y compositor de Carabanchel que comenzó en un grupo llamado Fresa, luego en Ñu hasta que en 1977 crea Leño antes de iniciar su camino en solitario en 1983. Hasta ahora.
«Depende desde dónde lo mires puede ser lo uno o lo otro», responde Rosendo al preguntarle si las dificultades inspiran o no la creatividad. Lo que tiene claro es: «No soy partidario del rock&roll subvencionado, pero tener facilidades es importante».
El endémico embustero y el incauto pertinaz se paseó anoche por la sala. Pero pronto otro le arrebatará el título de último disco de Rosendo. El madrileño está preparando un trabajo nuevo previsto para primavera. En él volverá a latir la calle, las historias del día a día, las mil maneras de vivir y mil de pensar, de sentir... La crisis económica, las largas colas del paro... Rosendo cree que las situaciones desfavorables dan más cancha: «Pero no sé si es necesario sentirse mal para escribir. A mí me suele pasar que sí. Los malos momentos te sacan la mala leche, pero yo también he hecho canciones vacilonas, de muy buen rollo...».
La pregunta es obligada. ¿Sigue habiendo mucho Mamoneo? No se lo piensa: «Mamoneo cada vez hay más. Está a la orden del día». Apaga el pitillo.