La Arandina dice adiós a la Copa Federación
GIMNÁSTICA SEGOVIANA 3
ARANDINA 1 Alineaciones
GIMNÁSTICA SEGOVIANA: Iván, Ramsés, Vini, Chema, Dani Palacios, Ricardo, Manu, Agustín (Alex, min.81), Fran, Cajoto (Víctor Pérez , min.74), Dani (Font, min.90)
ARANDINA: Miguel Ángel, Víctor (Joaqui, min.68), Carmelo, Manu Cabezas (Gabi, min.23), Dela, Gabri (Koke, min.59), Landáburu, Diego, Zamora, Adri, Ayrton
Árbitro: Manso García (asistido por Arribas Aragoneses e Iglesias Herrera). Amonestó con tarjeta amarilla a Ricardo, Vini, Manu y Dani Palacios para la Gimnástica Segoviana y a Gabri, Joaqui y al entrenador, José Zapatera en la Arandina. Además expulsó al preparador físico de la Arandina.
Incidencias: Estadio Municipal La Albuera. 600 espectadores
Goles: 1-0 Fran (min.8), 2-0 Fran (min.43), 2-1 Adri (min.70), 3-1 Víctor Pérez (min.85)
Segovia
La Gimnástica Segoviana será el representante castellano y leonés en la Copa Federación tras vencer a la Arandina por tres goles a uno, en un encuentro que parecía una revancha por el duro correctivo que recibió el equipo segoviano en su visita liguera al Montecillo donde perdió 5-0, dejando una imagen muy diferente a la mostrada en el partido copero. En los inicios fue la Arandina quien tomó la iniciativa en la posesión del balón creando las primeras ocasiones claras de gol y a tan sólo tres minutos del comienzo Adri, que se marchó en velocidad por la banda derecha, estrelló el balón en el palo. No tardó la Segoviana en responder con un pase en profundidad de Dani para la carrera de Fran que fue derribado dentro del área perdiendo cualquier opción de disparo. Pero el comienzo era frenético y sin tiempo para reaccionar, los locales vieron cómo Ayrton enviaba el balón fuera cuando, a pase de Zamora, se quedaba solo delante de Iván.
El frío que se había instalado en el estadio de La Albuera casi era inapreciable para el público por lo frenético del partido, pues tan sólo un minuto después Fran recibió un pase largo de Vini que resolvió a la perfección para, de vaselina, batir a Miguel Ángel y adelantar a los locales en el marcador. Desde ese momento, tan sólo hubo un equipo en el terreno de juego en la primera parte, y es que los segovianos gracias a su juego de toque, recuperado para este partido después de un inicio de liga en el que había perdido su identidad, se plantaban una y otra vez en el área burgalés con Agustín protagonista de varios tiros desde la frontal sin peligro y Fran como hombre más activo, perdonando incluso ocasiones idénticas a la del gol. Alrededor del minuto 40 la Arandina pareció despertar con varios tiros rechazados por la defensa local, hasta que Carmelo consiguió un buen disparo que fue detenido en dos tiempos por Iván. Pero esto sólo sería un espejismo, porque de nuevo Fran marcó para los suyos, mostrándose de nuevo contundente con un disparo cruzado ante el que nada puedo hacer Miguel Ángel.
Con dos goles de ventaja para los segovianos llegaría el descanso y en la reanudación, la Arandina volvió a ser el primero en lograr un disparo peligroso por medio de Adri desde la izquierda que se encontró con el cuerpo de Iván. Joaqui, recién salido del banquillo probaba desde lejos sin correr mejor suerte y, en el otro lado, Dela tenía que despejar bajo palos un tiro de Dani. La Arandina sólo conseguía llegar a ráfagas y en una de ellas consiguió un córner que Adri, desde la derecha se encargó de convertir en gol olímpico para hacer el primero de la Arandina. Sería uno de los últimos acercamientos al área de los visitantes que veían cómo los gimnásticos jugaban sus mejores minutos llegando a tener posesiones de más de dos minutos que arrancaron los olés de un público necesitado de alegrías. En esas estaban cuando llegó el tercero para la Segoviana, obra de Víctor Pérez que, entrando desde la banda izquierda, aprovechó un desajuste de la defensa para plantarse sólo ante Miguel Ángel y definir con tranquilidad. Corría el minuto 85 y hasta el final llegaría un disparo de Ayrton dentro del área que se marchó fuera y una triangulación entre Zamora y Joaqui por banda derecha que éste último, listo para empujar al fondo de las mallas, envió por encima del travesaño justo antes del pitido final.