El Correo de Burgos

BALONCESTO / Adecco LEB Oro

Autocid juega a la ruleta rusa

Un inicio para olvidar condiciona a un equipo burgalés irreconocible durante 30 minutos / Los de Casadevall ponen en riesgo el pase. El adversario capturó 18 rebotes ofensivos y disfrutó de una máxima ventaja de 19 puntos / Una técnica sobre Ortega frenó una reacción que llegó demasiado tarde

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Burgos

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CÁCERES  84

AUTOCID FORD  77

Cáceres: Sergio Olmos (5), José Ángel Antelo (16), Dani Rodríguez (20), Xavi Forcada (4), Francis Sánchez (11) –quinteto inicial- Juan Sanguino (-), Justin Sedlak (6), Carlos Cherry (13),  Leon Williams (9).

Autocid: Rafa Huertas (5), Darren Phillip (-), Juan Aguilar (13), Ross Schraeder (6), Jerome Tillman (10) –quinteto inicial- Pep Ortega (8), Chus Castro (11), Mateo Kedzo (18), Marcus Vinicius (6).

Árbitros: Terreros y Pérez.

Eliminados: Pep Ortega (min. 35).

Parciales: 26-16; 43-31 (descanso); 59-44; 84-77 (final).

Cáceres

El sopapo recibido fue de órdago. Lo tenía en la mano y tiró su ventaja por la borda. El inicio de partido ya dejó a las claras que Autocid iba a desaprovechar su primera oportunidad de clasificación ante un Cáceres mermado pero convencido de la línea a seguir. Hasta el final.

Si el triple convertido por Tillman en el último segundo del tercer partido abría de par en par las puertas de las semifinales, ahora la acción del americano se convierte en el salvavidas momentáneo de un proyecto que expondrá todo el trabajo de nueve meses en el desempate a disputar mañana en El Plantío.

Ayer, lejos de imponer el ritmo que del favorito se esperaba, el conjunto burgalés jugó al son que marcó un rival convencido. Desde el inicio, el cuadro de Aranzana siguió su camino, mientras Autocid intentaba amoldarse sobre la marcha a las circunstancias en lugar de imponer el guión que le convenía.

Sufrieron los castellanos en una noche incómoda.Cáceres supo cimentar su éxito apoyado en las facilidades ofrecidas en defensa por los de Casadevall, inseguros en el rebote y castigados, como ocurriera el viernes, por la carga de faltas personales. Los extremeños disfrutaron de 12 lanzamientos desde la línea de personal sólo en el primer cuarto, justo el impulso que necesitaban para completar su mejor disposición sobre la pista.

Por eso, por mucho que el acierto puntual permitiera alAutocid reducir la primera escapada local (8-8),la aportación de Dani Rodríguez dejó en evidencia los problemas visitantes. Entre personal y personal, los locales arañaban puntos para protagonizar la escapada definitiva.

Sólo con el 20-10 llegó la reacción desde el banquillo burgalés en forma de tiempo muerto. Ya era tarde, puesto que cada intento burgalés encontraba la rápida respuesta de un cuadro cacereño sabedor de que había llegado su momento cuando el partido aún estaba en pañales.

Lo peor para Autocid es que el chaparrón sólo acababa de comenzar. Dani Rodríguez se bastó para martirizar a un equipo sin alma y sin soluciones. El encuentro entró en una dinámica en la que, a falta de 7:30 para el descanso, el equipo burgalés no podía sacar ningún beneficio.La desventaja aumentaba por momentos hasta rozar la sentencia sin haber cubierto la mitad del camino.

La zozobra burgalesa era total y el 34-18 dejaba al descubierto una herida que requería cura de forma inmediata. El adversario pronto resolvió el espejismo liderado por JuanAguilar y un triple de Antelo enterró el único atisbo de alzamiento de un Autocid irreconocible (39-25).

De hecho, el único consuelo del conjunto burgalés fue la carga de personales de Cherry. Una gota de agua en el infierno, puesto que Dani Rodríguez ya alcanzaba los 15 puntos, justo la diferencia reinante antes de que Aguilar ajustara sobre la bocina el 43-31 del descanso.

El andaluz y Kedzo eran las únicas referencias de un Autocid huérfano de los puntos de Phillip (0), Tillman (1) o Schraeder (0).Todo salió mal porque Autocid falló desde la base. Cáceres sumaba más rebotes ofensivos que en aro propio, doblando (20-10) a los castellanos en este apartado vital del juego.

Llegado este punto, el inicio de la segunda parte sería definitivo para la suerte de un partido en el que Autocid no estuvo. Por eso, en lugar de protagonizar un arranque desesperado, el equipo burgalés se hizo el hara kiri con un parcal de salida de 7-2.Si había alguna duda, el combinado de Casadevall pronto las disipó.

Una nueva máxima diferencia de 19 puntos (54-35) dejó sin aliento a un bloque burgalés que anotó su primera canasta en juego 7 minutos después. El único aspecto positivo para los ayer naranjas es que el final de la tortura cada vez estaba más cerca.Sigue en edición impresa

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