FÚTBOL
La expulsión de Murcia corta las alas a un desafortunado Mirandés
El cuadro rojillo falla un penalti en el minuto 7, sufre la lesión de Martínez y claudica tras la pena máxima anotada por Joselu antes del descanso / La segunda parte fue un suplicio
REAL MADRID CASTILLA 3
CD MIRANDÉS 0
Real Madrid Castilla: Mejías, Casado, Gil, Carvajal, Álex Fernández, Carvajal, Jesé (Merchán, min. 71), Joselu, Mosquera (Mandi, min. 71), Juanfran (Lucas, min. 63), Morata.
CD Mirandés: Adrián, Martínez (Muneta, min. 25), Rayco, Iribas, Mujika, Nacho Garro, Ernesto, José Ángel (Rubén García, min. 43), Caneda, Borrell (Pablo, min. 67) y Corral.
Árbitro: Pinto Herrera (colegio canario). Amonestó a los jugadores del Madrid Castilla Gil, Carvajal, Nacho Fernández y Mandi y a los visitantes Caneda, Corral y Pablo. Expulsó por roja directa al burgalés Adrián en el minuto 41.
Goles: 1-0, min. 44: Joselu, de penalti; 2-0, min. 62: Jesé; 3-0, min. 70: Joselu.
Valdebebas (Madrid)
El CD Mirandés se encomienda a Anduva para protagonizar la última gran hazaña de la mejor temporada de su historia. El penalti y la expulsión de Adrián Murcia en el minuto 41 tiraron por la borda las ilusiones y el buen trabajo realizado por los de Pouso hasta ese momento. A partir de entonces, el partido fue un suplicio para los castellanos.
Pudo el Mirandés encauzar el partido a las primeras de cambio, pero ayer no era el día del combinado rojillo. Mujika controló un balón en el balcón del área y sufrió el agarrón del defensa blanco Gil en su giro, acción que el colegiado consideró penalti. Era el minuto 7 de partido y Nacho Garro asumió la responsabilidad desde los 11 metros, aunque su disparo cruzado a la derecha del portero encontró la respuesta de un inspirado Mejías.
A pesar de que los locales parecían más motivados en el inicio, el Mirandés llevó el control del juego hasta el minuto 40. El penalti desperdiciado espoleó por un momento a su rival, pero pronto Martínez y Garro se hicieron con las riendas del partido. La movilidad de Rayco, Borrell y Mujika entre líneas y las apariciones de Iribas por banda derecha permitieron a los burgaleses acercarse con peligro al área madridista.
Por su parte, el Castilla aceptó el guión y buscó las transiciones rápidas lideradas por Jesé, Joselu y Morata. El cuadro de Toril quería jugar con espacios, pero la defensa rojilla siempre encontró la respuesta adecuada para resolver las situaciones ofensivas creadas por los merengues.
Tras el penalti, el Mirandés pronto tuvo que hacer frente a un nuevo contratiempo. Una dura entrada de Nacho Fernández lesionó a un Martínez que tuvo tiempo para habilitar a Rayco para convertir el 0-1, pero la ley de la ventaja estaba anulada por fuera de juego. Sin el centrocampista, Muneta reforzó al conjunto ferroviario y tras un disparo lejano del local Juanfran, fue Borrell quien pudo adelantar a los visitantes al recoger un balón al segundo palo. El disparo del delantero superó a Mejías, pero Gil desvió la trayectoria del esférico para frenar a los de Pouso.
El Mirandés daba por bueno lo conseguido en esos primeros 40 minutos pero, de repente, todo se fue al traste. En una acción aislada, Morata superó por velocidad a Caneda y, a pesar del esfuerzo del central, la pelota quedó viva ante la salida de un Adrián Murcia que llegó tarde al encuentro con el delantero merengue. El árbitro señaló el punto de penalti y no dudó en expulsar al portero burgalés. Rubén García, tercer guardameta de la plantilla, pasó a defender el marco rojillo a partir del lanzamiento del máximo castigo convertido por Joselu.Sigue en edición impresa