Aurreko sigue renqueante

Mikel Aurreko no acaba de recuperarse de la rotura de fibras que se produjo el pasado 22 de septiembre en Tanos en los minutos finales del choque ante el Tropezón. El pasado domingo regresó a la competición en Luanco, aunque las sensaciones que tuvo y las que transmitió no fueron buenas. No pudo golpear el balón con la pierna derecha, mientras que en algunas acciones, sobre todo en el segundo tiempo, se le vio mermado. Reconoce que no se encuentra al cien por cien y está preocupado, ya que ha pasado ya un mes.

Ayer, los servicios médicos blanquinegros le exploraron la zona. Creen que puede sufrir una fibrosis -se trata de adherencias que se producen cuando el músculo cicatriza-, aunque los galenos prefieren no pronunciarse ante de realizarle una nueva ecografía.

«Cuando golpeo el balón siento el mismo dolor que cuando me rompí, por eso en el choque ante el Marino de Luanco las veces que tuve que chutar lo hice con la pierna izquierda», relata. Ramón María Calderé señaló nada más finalizar el encuentro que el guardameta vasco entró en el once inicial porque aseguró al cuerpo técnico que estaba en condiciones de jugar.

Mikel Aurreko explica que antes de comenzar el partido le anestesiaron la zona, por lo que entendía que todo iría bien. «Sin embargo, conforme fue avanzando el partido las molestias fueron aumentando, la zona se me fue cargando y el dolor me llegó hasta la inserción con la pelvis. Al realizar algún esprint iba con el freno de mano echado», comenta. Sin embargo, también asegura que en su labor bajo palos no tuvo ninguna limitación a la hora de realizar su trabajo. -MÁS INFORMACIÓN EN LA EDICIÓN IMPRESA-