BALONCESTO / Adecco LEB Oro
La defensa como refugio y guía
Un mermado Autocid Ford recibe al peligroso Melilla Baloncesto con la obligación de romper su mala racha y ganar buenas sensaciones -21,00 horas- / El técnico local aboga por mantener un alto nivel en retaguardia que ayude a conquistar el objetivo
DIEGO ALMENDRES / Burgos
Para ser campeón, hay que superar todo tipo de contratiempos. Lo sabe Autocid Ford por experiencia propia y en este momento tan delicado debe sacar ese rendimiento extra de los mejores ante las dificultades.
El conjunto azulón, bloqueado en su juego y en la clasificación, vuelve a conjurarse para recuperar la mejor versión en un día muy oportuno. La visita de Melilla Baloncesto -polideportivo El Plantío, 21,00 horas- exigirá el máximo a un bloque azulón mermado por los problemas físicos. Más madera para el equipo burgalés, el cual vivirá un día especialmente complicado en la pista.
Demostrado que la ausencia de Bas ha supuesto un revés muy importante para el correcto desarrollo del proyecto, el preparador local se ha visto obligado a preparar esta prueba con las ausencias durante la semana de Anton Maresch y Pep Ortega.
El austriaco poco a poco ha entrado en dinámica de trabajo, pero el catalán sólo probó sensaciones en la sesión de ayer. Los problemas se le acumulan al Autocid, pero Casadevall sale al paso de cualquier signo de preocupación añadida. «No sirven las excusas, no me gustan», zanja.
Sin desvelar la disponibilidad exacta de sus dos piezas lastimadas, el preparador azulón señala la importancia de que todos los hombres que salten a la pista estén «metidos en el partido y concentrados».
Del mismo modo que Casadevall quiere «evitar disculpas» por las circunstancias que rodean a este partido, el entrenador vuelve a analizar los males de su equipo. «No hay ningún jugador que no sepa que puede dar más», señala.
El titular del banquillo reconoce «confusión» en esta fase de la campaña, facilitada por la «falta de comunicación». El coach extraña ese «pase de más» y la carga de «balones interiores» vista en el arranque de curso. «En pretemporada jugamos de una manera y ahora no lo hacemos», lamenta antes de lanzar un mensaje positivo. «Estoy convencido de que el equipo mejorará, pero hay que sufrir y trabajar duro para ganar espacio en la clasificación», afirma.
El camino para ganar en la noche de hoy pasa por cerrar el aro propio. Casadevall quiere ver «trabajo defensivo y actividad» para evitar que el rival vaya un paso por delante en la circulación. «No quiero ver cómo se piden ayudas constantemente», señala.
El objetivo es ver a un bloque local «centrado, concentrado y físico» en su juego, capaz de convivir con la «presión de siempre». «Los rivales vienen a dar el 400 por cien. Eso está bien, pero nosotros debemos dar el 450 por cien y no vivir de que somos campeones», apunta.
No lo tendrá fácil la escuadra castellana, la cual se las verá con un Melilla ambicioso tras salvar en los despachos su descenso deportivo. «Tiene una de las cinco mejores plantillas de la categoría», avisa Casadevall.