Carlos da el triunfo al filial rojillo

SIMANCAS    1

CD MIRANDÉS B    3

Villa de Simancas: Guzón, Mongil, Zapa, David, Martín, Mateu, Maikel (Cristian, min. 55), Fabio, Rodri, Álvaro, Kiko (Toño, min. 85).

CD Mirandés B: Sergio, Mikel, Nani, Álvaro, Daniel (Samuel, min. 55), Andrés, Alberto (Carlos, min. 89), Alex, Asier, Bernal, López (Portzi, min. 75).

Árbitro: Rodríguez Cayetano. Amonestó por parte local a Maikel. Por parte visitante a Álvaro.

Goles: 0-1, min. 49: Asier; 1-1, min. 66; Mongil; 1-2, min. 90: Carlos; 1-3, min. 95: Carlos.

ENRIQUE PABLOS / Simancas

El filial del Mirandés se estrenó con victoria en Tercera División tras superar en los últimos compases al Villa de Simancas. De inicio, el conjunto rojillo saltó dispuesto a hacerse con el control del encuentro, pero el cuadro local se presentó sobre el césped con las ideas bien claras y sin apenas permitir ninguna licencia sobre su rival.

Tanto es así que, a pesar de la igualdad y equilibrio de ambos conjuntos, los pucelanos cerca  estuvieron de adelantarse, de no mediar sendas intervenciones del guardameta burgalés.

En los instantes finales de la primera mitad el conjunto rojillo lo intentó con fútbol directo, pero sus acciones se estrellaban una y otra vez contra la defensa.

Tras el paso por los vestuarios, el guión del partido dio un giro de 90 grados y los de Miranda de Ebro inauguraron el marcador después de que en el minuto 49 Asier rematara al fondo de las mallas un balón prolongado hasta el segundo palo. Un gol que lejos de asustar a los locales, envalentonó a los pupilos de Diego Macón y fue cuando el Villa de Simancas desplegó su mejor fútbol sobre el césped.

Con el paso de los minutos y en pleno acoso local, el Mirandés veía como su renta quedaba neutralizada después de que en el minuto 66 Mongil cabeceara un balón a la salida de un córner que permitía a los vallisoletanos igualar la contienda.

Con empate (1-1) en el marcador el Mirandés trataba de proyectarse en ataque. En los últimos compases el técnico visitante movió el banquillo para aumentar su presión sobre el rival y los acercamientos al área. Ya con el tiempo cumplido, el recién incorporado al terreno de juego Carlos sacaba petróleo y envió a la red un espectacular remate que se colaba por la escuadra. Ya en el tiempo añadido y con el Simancas volcado, Carlos aprovechó un rápido contragolpe para sentenciar el choque.