RUGBY / División de Honor B
La cara B del UBU ‘Aparejos’
Incómodo durante todo el partido, los continuos fallos en la touche lastran el ataque de un XV local que perdió el norte tras el descanso / El Bera Bera comete menos errores y sentencia en cinco minutos
UBU APAREJADORES 3
BERA BERA 18
UBU Aparejadores: López, Fuente, Caballero, Sáinz, Pinillos, Wheeler, Djosseu, Bruscantini, González, Devlin, Soria, Camarero, Domínguez, Barriocanal y Martín. También jugaron Obregón, Pérez, Estébanez, Carrasco, Visiers, Sáez, Prada y Sicilia.Bera Bera: Oliveras, Benito, Martínez, Rekalde, Gómez, Sarasola, Jokin Gorrotxategi, Iturralde, Bueno, Beñat Gorrotxategi, Arnedo, Setién, Gutiérrez, Martín y Palomares. También jugaron Navarro, Ubiria, Atangana, Goenaga, Martín, Arrizabalaga.Árbitro: David Castro.Tarjetas amarillas: No hubo.Tarjetas rojas: al local David Martín en el minuto 63 por agredir a un rival.Tanteo: 0-3, min. 23: golpe de castigo de Palomares, 3-3, min. 28: golpe de castigo de Devlin; 3-6, min. 52, golpe de castigo de Palomares; 3-13, min. 60: ensayo de Iturralde transformado por Gorrotxategi, 3-18, min. 66. ensayo de Martín.
DIEGO ALMENDRES burgos
Desde luego, el de ayer no fue el mejor día para un UBU Aparejadores incómodo sobre el maltrecho terreno de juego de San Amaro. El XV local nunca encontró el ritmo y la continuidad necesaria en ataque y acabó por perder el norte en un partido en el que al Bera Bera le bastó con cometer menos errores para llevarse unos puntos vitales.
El bloque guipuzcoano fue más sólido e hizo de la paciencia uno de sus mejores aliados. Esperó cada momento oportuno y, lo más importante, marcó la diferencia en los detalles que sacaron de quicio a los burgaleses.
La touche, durante tantas jornadas arma fundamental del esquema universitario, ayer fue una tortura. Ni Bruscantini ni Wheeler se convirtieron en los dominadores del line out, un factor que resultó clave para el desarrollo de la contienda. De nada le servía a los locales ganar metros en la carrera o en las patadas de Devlin si cada acción lateral acababa en transición ofensiva del rival.
El Bera Bera tocaba una y otra vez los envíos del talonador burgalés. Si el UBU Aparejadores se hubiera mostrado más certero en las dos touches disfrutadas en el arranque cercanas a la línea de 22 rival, quizá el partido hubiera sido distinto, pero la realidad fue muy diferente para los de Murré.
Ambos equipos mostraron mucho respeto en una primera parte sin ritmo, pero con mucho desgaste. Las condiciones casi indignas que presenta en la actualidad San Amaro, unidas a la lluvia y al frío, dificultaron al máximo el juego. Cada transmisión era una aventura para el receptor y cada cambio de ritmo o contrapié, un riesgo que no todos estaban dispuestos a asumir.
El Bera Bera se mostró más cómodo en este escenario. Si bien no era un dominio claro, el golpe de castigo transformado para situarse con ventaja (0-3) era una buena señal para sus intereses.
El UBU Aparejadores necesitaba alguna carrera con la que animarse en ataque o un toque de magia de un Devlin que en esta ocasión no pudo sacar las castañas del fuego. Aun así, el australiano convirtió desde el tee un pateo centrado que llevó el partido al 3-3 en el intermedio.
A pesar de que la igualdad marcaba la tónica del envite, en la grada se mantenía la esperanza de que antes o después el XV universitario diera con la tecla para adueñarse de la situación.
Poco o nada cambió tras el receso. La entrada de Víctor Prada se presentó como una solución acertada para ganar dinamismo en campo contrario, pero el Aparejadores mantuvo los defectos del inicio. Nunca supo resolver las contadas aproximaciones a la línea de 22 y, después del 3-6 firmado por el Bera Bera los locales comenzaron a mostrar síntomas de frustración.
Desperdiciada una nueva touche en situación ventajosa, llegaron los peores minutos del envite, una fase en la que los locales perdieron los papeles ante un sólido adversario. El Bera Bera, que no se inmutó bajo ninguna circunstancia, dio un paso al frente y puso en jaque a la línea defensiva burgalesa para sentenciar la contienda.
Una larga jugada dio paso al primer ensayo completado con una difícil transformación y después nadie supo frenar la carrera de Eduardo Martín junto a la lateral.
Para colmo, entre las dos conquistas de la línea de marca el XV local se quedó con un hombre menos después de que Morros personificara la frustración colectiva en un lance desafortunado. Todo en cinco minutos, otro problema añadido para un UBU que no puede contar con el inhabilitado Murré y que sigue pendiente de las posibles sanciones que determine la Federación para Bruscantini y Wheeler.
Los castellanos tocaron fondo. Con el partido perdido (3-18) y en inferioridad, el Aparejadores al menos tuvo la capacidad de protagonizar un intento de reacción. Sin embargo, no estaba el día para remontadas épicas y las visitas a la 22 contraria no tuvieron el efecto deseado. El partido se le marchó al cuadro burgalés, un encuentro clave en la lucha que mantiene para seguir de cerca a los principales favoritos al ascenso.