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Fútbol / Tercera

Álex condena al Caja Rural en el derbi

La pegada y una soberbia actuación de su portero inclinan la balanza del lado del Bupolsa y ponen en apuros a un voluntarioso Promesas

El jugador del Promesas Jairo trata de cortar una acción del delantero del Bupolsa Diego Abad-Raúl G. Ochoa

Burgos

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La pegada se impuso a la necesidad y los nervios en Castañares. El Bupolsa salió victorioso del derbi capitalino ante un Caja Rural condenado a afrontar las últimas jornadas de competición con el cuchillo entre los dientes para eludir los puestos de descenso por los posibles arrastres de Segunda B.

El Promesas recibió un duro castigo que no se ajusta a los méritos contraídos por unos y otros sobre el terreno de juego. Pero lo cierto es que los naranjas amagaron, una y mil veces, mientras que los blanquinegros golpearon con violencia transformando en gol sus escasas oportunidades en la meta contraria. Álex se convirtió en protagonista de excepción de la contienda para inclinar la balanza del lado visitante. El veterano guardameta completó una actuación soberbia bajo palos (contribuyendo además al orden defensivo de los suyos con sus constantes indicaciones a los zagueros). Detuvo una pena máxima en el último suspiro y metió al menos cuatro manos decisivas para evitar la igualada local.

Fueron los de Pechu quienes saltaron más ambiciosos al terreno de juego. Su situación clasificatoria les obligaba a puntuar en el choque para intentar poner tierra de por medio con la Cebrereña (cuarto por la cola). Y fueron capaces de reflejar su mayor necesidad en buenas acciones defensivas.

Antes de que se cumpliera el primer minuto de juego David sirvió un balón en profundidad sobre la incorporación de Dani Aparicio, cuyo disparo salió demasiado cruzado. Y poco después volvió a probar fortuna Manzano, quien tras controlar un buen servicio en profundidad de Jairo, aunque su disparo lo atajó con solvencia Álex.

Los blanquinegros, muy bien plantados en la retaguardia, se defendían con orden esperando que pasara el temporal. Y su primer acercamiento al área del Caja Rural terminó en el fondo de las mallas. Se acababa de superar el cuarto de hora de juego cuando Bellido demostró la calidad de su golpeo para servir un balón perfecto a Gallo por la derecha. El delantero encaró Cristian en la frontal del área. Le recortó y le superó por fuera sacando un centro al punto de penalti. Allí apareció libre de marca Guti, que lanzándose en plancha conectó un cabezazo que superó a Pana e hizo subir el 0-1 al electrónico. Máxima eficacia.

El tanto supuso un duro varapalo psicológico para el Caja Rural, que necesitó varios minutos para reponerse del directo a la mandíbula que había recibido. Por momentos perdió el sitio y el ritmo que había imprimido al duelo hasta el momento.

Y la situación pudo aprovecharla el Bupolsa para incrementar su ventaja en el 35, con los mismos protagonistas que en la acción anterior. Gallo metió un balón al espacio sobre la incorporación de Guti, que se plantó solo ante Pana, aunque en esta ocasión su derechazo salió por encima del larguero.

Esta acción espoleó los ánimos de los de Pechu, quien pudo igualar el choque en dos acciones antes del descanso.Primero en una espuela de Dani Burgos a la salida de un saque de esquina botado por Manza que Álex atajó por bajo. Y luego en otro córner que cabeceó picado en el segundo palo Dani Burgos. Y otra vez Álex apareció providencial para despejar con la punta de los dedos (luego despejó bajo palos Picón).

El Caja Rural quemó todas sus naves tras el paso por los vestuarios. Pechu movió el banquillo e introdujo de inmediato dos hombres de refresco, situando además sobre el campo a una defensa con solo tres efectivos. Los naranjas se lanzaron con decisión a por la igualada, que llegaron a acariciar con la punta de los dedos. En el 62 David, con un zurdazo a la media vuelta, obligó a lucirse a Álex.

De inmediato Dani Aparicio tuvo el empate en su cabeza. Primero en un centro perfecto de David desde la derecha y acto seguido en un saque de esquina. Sus bien dirigidos testarazos se estrellaron en el infranqueable muro de Álex.

El Bupolsa reculaba y cedía mucho espacio a su rival. El empuje local pareció encontrar su premio en el 82, cuando el colegiado señaló un penalti por mano de Bellido. La ocasión soñada. Marti fue el encargado de lanzar la pena máxima. Álex se escoró a un lado de la portería, dejando un gran hueco a su derecha. El zurdo cayó en su trampa y el arquero detuvo la pena máxima.

Y por si fuera poco, el Bupolsa envió a la lona al Promesas en una contra de libro que montó Gallo, dio continuidad Pekas por la izquierda y culminó tras una buena cabalgada Cristian por la banda contraria. Tuvo incluso la opción de un tercero el cuadro blanquinegro en otra contra, pero el disparo lejano de Pekas se estrelló en la base del poste.