Fútbol / Tercera
El Bupolsa arrolla al Cristo en el segundo acto
Los blanquinegros recuperan su mejor versión para sumar su cuarta victoria consecutiva /Diego Abad dejó los tres puntos en casa
El Bupolsa sigue agrandando su sonrisa. El combinado blanquinegro ha reencontrado sus mejores sensaciones en el tramo final del campeonato para sumar, frente al Cristo Atlético, su cuarta victoria consecutiva. Los burgaleses arrollaron a un necesitado combinado palentino en una buena segunda mitad y siguen escalando posiciones en la tabla clasificatoria.
No pasará a la historia la primera mitad firmada por los dos contendientes en Pallafría. La acumulación de encuentros en las últimas semanas ha dejado a los equipos agotados. La falta de chispa quedó patente sobre el césped desde el pitido inicial.
Ninguno de los dos contendientes conseguía hacerse con la manija del partido en la zona ancha y el balón circulaba sin dueño ni criterio por el terreno de juego. Tampoco la actitud ni la tesnión de los contendientes eran las de otras ocasiones.
Diego Abad, que ha encontrado el camino del gol en las últimas semanas, protagonizó la primera llegada peligrosa del partido, una falta lateral botada con maestría por Bellido que el ariete burgalés cabeceó por encima del larguero. El mismo jugador lo intentó acto seguido con un lanzamiento con la zurda desde la frontal con el mismo destino.
El Cristo Atlético carecía de continuidad en su juego. En todo el primer acto solo Aitor inquietó el área burgalesa en una internada por la derecha que concluyó con un centro chut sin consecuencias y en un lanzamiento de una falta lateral que tampoco encontró portería.
El duelo languidecía por momentos. Al borde del descanso el local Zamora robó una pelota a un defensor morado y su disparo, desde la corona del área, se marchó junto al palo derecho de Montero.
El duelo cambió radicalmente tras el paso por los vestuarios. El Bupolsa metió una velocidad más al choque, mientras que los palentinos saltaron mucho más apáticos, lo que convirtió el segundo acto en un paseo militar de los burgaleses, poco acertados de cara a puerta.
Abad dio el primer aviso tras robar un balón a Montero que luego no acertó a remachar bien obstaculizado por un defensor morado. De inmediato tomó el testigo Cerezo con un disparo desde la frontal que atrapó con seguridad el meta palentino.
Y a la tercera se abrió la lata en un error en cadena de la zaga del Cristo en una jugada sin aparente peligro. Mena puso un centro al área desde la derecha que ningún zaguero logró despejar. El esférico botó en el área y sorprendió también a Montero, que llegó a desviar el esférico, que finalmente tocó en la madera y salió repelido hasta el otro palo, donde apareció Abad libre de marca para cabecearlo en plancha al fondo de las mallas.
El tanto acabó con las ilusiones de los visitantes, completamente desnortados hasta el final del choque. El autor del gol pudo incrementar la renta burgalesa en dos acciones en poco menos de un minuto, primero en una media chilena tras despeje de Montero y luego en una volea desde la frontal que echó arriba con espacio por delante para haber encarado con mayor claridad la meta palentina.
Desde la frontal probaron poco después Zamora y Guti, antes de que Gallo, tras recibir un gran servicio interior de Abad, se plantara solo ante Montero. El delantero local dudó y terminó regalando el balón al portero.
La única aproximación del Cristo en este periodo fue una internada de Aitor por la derecha cuyo disparo fue enviado a córner por Cachorro.
Ya en el 83 Montero evitó la sentencia en un mano a mano con Zamora tras un fenomenal cambio de orientación de Gallo que dejó solo con el portero rival a su compañero. Y en el descuento Pekas puso la rúbrica al partido con un remate de primeras a centro de Zamora que se marchó junto a la base del poste.