Un Juanfersa que piensa en la Copa aguarda al Blas-Gon

El Villa de Blas-Gon Villa de Aranda afronta esta tarde a partir de las 20,00 horas en tierras asturianas su penúltimo enfrentamiento del año ante el Juanfersa Gijón, último clasificado y equipo que ya ha descendido de categoría. Todo indica que es una buena oportunidad para que el equipo de Jacobo Cuétara logre una nueva victoria y cierra el curso con un buen sabor de boca. El equipo de la capital de la Ribera ya ha hecho los deberes y tiene la permanencia asegurada, por lo que nada se juega en el envite.

No obstante, la escuadra ribereña quiere poner la guinda a una gran temporada y, liberado de toda presión, pretende realizar un buen encuentro y sumar un nuevo triunfo. En el vestuario burgalés son conscientes de que el choque no será fácil pese a la situación liguera de su oponente. Paradójicamente, el conjunto gijonés desahuciado en Liga, aguarda el gran momento de la temporada en la final a cuatro de la Copa del Rey. Se medirá en semifinales al Granollers, por lo que el cuerpo técnico empleará el choque ante el Blas-Gon para seguir probando cosas que le sirvan en la cita copera.

Se espera un gran ambiente y es que la directiva del club asturiano ha invitado a todos los jugadores asturianos de balonmano menores de 18 años a presenciar el encuentro de esta tarde como homenaje a la fidelidad de sus aficionados.

El objetivo del cuadro arandino es mantener la línea de juego de toda la campaña. Tanto la plantilla como el cuerpo técnico están convencidos de que conseguirán un resultado positivo si mantienen el listón alto. Huyen de todo exceso de confianza, aunque están seguros de que tendrán sus opciones.

Por su parte, el entrenador del Juanfersa, Alberto Suárez, recupera a Pablo Paredes pero sigue sin poder contar con Rubén Río y Maxi Cancio y tampoco estarán la mayor parte de los jóvenes, ya que el segundo equipo disputa este fin de semana la fase de ascenso a Primera división, idéntica situación que la del Villa de Aranda. No obstante, Suárez tendrá que echar mano de los extremos Ortega y Blanco para completar el equipo.