RUGBY / División de Honor B
El Ayuntamiento ofrece a Dragados una última tregua
El equipo de Gobierno confía en desbloquear mañana el conflicto abierto con la empresa adjudicataria de las obras del campo de rugby / Sigue el pulso por la reconstrucción de la grada
El Ayuntamiento de Burgos y Dragados mantendrán mañana un último encuentro para resolver el conflicto surgido entre las dos partes durante la ejecución de las obras de remodelación del campo de rugby municipal.El calendario fijado en el programa de inversiones financieramente sostenibles instaba a la empresa a entregar la dotación antes del pasado 31 de diciembre, pero los trabajos no finalizaron a tiempo debido a la postura adoptada por la firma privada en torno a la reconstrucción de la grada.Desde entonces Ayuntamiento de Burgos y Dragados mantienen su particular pulso y ambas partes se han citado una vez más con el objetivo de desbloquear una situación que perjudica directamente al Aparejadores Rugby Club como usuario principal del campo.Ayer tuvo lugar un nuevo encuentro en el que participaron representantes de la constructora, trabajadores, técnicos municipales y los responsables de Deportes e Infraestructuras.La edil de Deportes, Lorena de la Fuente, reconoce que el asunto relacionado con la grada es el principal foco de «conflicto», aunque durante las últimas semanas han surgido otras discrepancias que afectan a algunos precios «contradictorios» y a otros aspectos técnicos.Las posturas se mantienen firmes, si bien el equipo de Gobierno confía en encontrar un «punto intermedio» para finalizar los trabajos con normalidad. «Nos van a presentar una propuesta», señala la concejala. El Ayuntamiento de Burgos se muestra dispuesto a ampliar el plazo original con el objetivo de «seguir ejecutando la obra», si bien guarda cautela.La administración hace valer las condiciones aprobadas en la adjudicación del concurso. «Esperamos que lo solucionen», insiste una De La Fuente que aún confía en alcanzar un «acuerdo». «Para nosotros la grada es prioritaria porque fue uno de los criterios considerados en la adjudicación y otras empresas se quedaron fuera», recuerda.El Ayuntamiento valoraría otras alternativas si, finalmente, la reunión prevista para mañana no logra el objetivo de su convocatoria. «Tendríamos la opción de ampliar el plazo y que no ejecutaran esa mejora o resolver el contrato y llegar a términos más conflictivos con la empresa», apunta.Cabe destacar que Dragados necesitaría alrededor de 10 días para finalizar los trabajos que afectan al terreno de juego, aunque ayer ya hubo actividad en el perímetro. Los tepes de hierba artificial están desplegados (aún falta fijarlos) y parte del mobiliario deportivo luce en su emplazamiento. Otra cosa es saber qué ocurrirá con la grada y quién asumirá su construcción una vez eliminado el cemento original.Mientras tanto, el Aparejadores RC sigue a la espera de soluciones. El retraso de las obras del nuevo campo afectan por partida doble al club gualdinegro, ya que su campo provisional sufre el desgaste de la temporada y los rigores del invierno burgalés. Las lluvias del pasado fin de semana obligaron al UBU a suspender su partido contra el VRAC B y a buscar nuevas localizaciones para sus entrenamientos de esta semana.
De la Fuente aclara que el Ayuntamiento ofreció a la entidad «soluciones inmediatas» para salvar este contratiempo. La concejala recuerda que el anillo de las pistas Purificación Santamarta «no es un campo de rugby» y que no está preparado para soportar las necesidades de un club de estas características en el largo plazo. «El temporal ha afectado a más sitios como La Corrala o Pallafría, incluso a otras ciudades. Y menos mal, porque parece que también es culpa del Ayuntamiento que llueva en San Amaro», señala con sorna ante los reproches llegados desde un sector del Aparejadores RC.«El lunes a las 9,15 horas se facilitó al club una serie de alternativas con un listado amplio de horarios y espacios disponibles para entrenar», insiste la edil, quien destaca la «conexión total» creada tras el contratiempo surgido a causa de las lluvias. «Desde el SMD siempre intentamos resolver y dar alternativas», zanja.