El Correo de Burgos

FUTBOL Segunda División

Oyarzun deja los puntos en Anduva

Un gol del atacante cedido por la Real Sociedad permite que el Mirandés se imponga a la Ponferradina / Los locales pudieron ampliar la diferencia en el primer tiempo, pero sufrieron en la reanudación para mantenerla

Abdón Prats dispara a puerta ante la oposición de un defensor de la Ponferradina en el choque de ayer.-JOSÉ ESTEBAN EGURROLA

Abdón Prats dispara a puerta ante la oposición de un defensor de la Ponferradina en el choque de ayer.-JOSÉ ESTEBAN EGURROLA

Burgos

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Árbitro: Pérez Pallas, colegio gallego. Expulsó por roja directa al jugador visitante Miquel en el minuto 88. Mostró tarjeta amarilla al local Sergio Pérez, así como a los visitantes Melero, Alan Baró y Pablo.

Goles: 1-0, min. 26: Oyarzun.

CD Mirandés (1): Sergio Pérez; Carlos Moreno, Galán (Gaffoor, min. 83), Piqueras; Rúper, Eguaras (Abdon, min. 66), Provencio, Aridane; Sangalli, Ion Vélez, Oyarzun (Alex García, min. 59).

SD Ponferradina (0): Santamaría; Seoane, Raíllo, Ignasi Miquel, Camille; Casado (Dima, min. 57), Alan Baró, Jonathan Ruiz, Acorán (Pablo, min. 57); Melero (Caiado, min. 78), Jebor.El Mirandés volvió a ganar como local, aunque tuvo que apretar los dientes para que los 3 puntos se quedaran en Anduva. La Ponferradina apretó y estuvo cerca de conseguir un resultado positivo. Los bercianos, mejores en la segunda mitad, se toparon con el larguero y la falta de puntería les privó de haber cosechado un mejor resultado en Miranda de Ebro. La victoria mantiene a los de casa cerca de las posiciones del play off, objetivo con el que afrontaban el choque.

La Ponferradina visitaba Anduva en un duelo de necesidades opuestas en busca de un triunfo que le permitiera acercarse a una permanencia que se le ha puesto muy complicada en una temporada irregular. El encuentro comenzó con ligero dominio local. Los mirandesistas, mejores posicionados sobre el tapete, trataron de imprimir su seña de identidad a un partido en el que se preveía que iba a tocar ponerse el mono de trabajo.

Los pupilos de Fabri intentaban hacer daño a la espalda de la defensa rojilla con un Jebor muy vertical y con mucha movilidad, pero el primer susto lo dio el conjunto de Terrazas en una buena apertura de Ion Vélez en línea de tres cuartos. Aridane apuró hasta línea de fondo por el flanco izquierdo y ejecutó un pase de la muerte ante la irrupción de Sangalli, pero un defensor berciano se le adelantó en última instancia impidiéndole rematar y desviando el balón a saque de esquina.

Tras este primer susto local el choque se equilibró. Acorán entró en escena desde banda derecha, aunque la falta de profundidad condenó a los visitantes en los últimos metros ante un Sergio Pérez que estrenaba titularidad a causa de la sanción de Raúl Fernández y fue un mero espectador en la recta inicial del choque.

Los bercianos eran capaces de hacer circular el balón en la divisoria, pero cuando se acercaban a las inmediaciones del área rojilla se les nublaba el juicio, incapaces de desarbolar a una defensa que solventaba con suficiencia cualquier tímido acercamiento de los de Fabri.

El Mirandés, por su parte, se estiraba con más asiduidad, pero le faltaba acierto en los últimos metros para sorprender a un Santamaría que tampoco estaba teniendo trabajo.

Solo una jugada a balón parado parecía que podía cambiar el rumbo del partido. Y así fue. Mediado el primer acto Eguaras botó un saque de esquina que tras ser despejado por la defensa de la Deportiva fue a parar a los pies de Oyarzun en la frontal del área, desde donde el delantero rojillo se sacó de la chistera un disparo que sorprendió a Santamaría, muy tapado por sus compañeros.

Tras el tanto, el Mirandés ya controló por completo el encuentro y pudo ampliar su renta al filo del descanso tras un centro de Oyarzun desde el costado izquierdo que Sangalli, en el área pequeña, inexplicablemente desaprovechó. De la Ponferradina no había noticias en ataque

El segundo tiempo comenzó con una escuadra berciana que ofreció una imagen muy diferente a la exhibida en el primer acto. El conjunto de Fabri, mandón, salió dispuesto a inquietar la portería de Sergio y buscar al menos la igualada en el marcador. El inicio de los blanquiazules fue eléctrico, con un Seoane que dio el primer avisó con un lanzamiento potente que se marchó por encima del travesaño.

Los de Fabri presentaban sus credenciales y dejaban claro que iban a vender muy cara la derrota. A punto estuvieron de empatar en el 53, cuando Acorán estuvo cerca del empate, aunque Galán pudo evitar la diana del canario.

Eran los mejores minutos visitantes. Jugaba a placer la Ponferradina, desarbolando a una defensa mirandesista dubitativa por momentos. Solo la falta de pegada berciana posibilitó que el marcador no se moviera. Jebor, dos minutos después, se aprovechaba de un error defensivo de Galán, que cerraba la jugada, para robarle la cartera y enfilar la meta de Sergio. En una posición inmejorable, se emborrachó de balón y su chut se marchó a las nubes.

La Ponferradina embotellaba al Mirandés y el larguero entró en escena para salvar a los de casa tras un zapatazo de Alan Baró.

Fabri decidió mover su banquillo cambiando las bandas y dando cabida en el terreno de juego a Pablo y a Dima con la intención de abrir el campo, pero el movimiento no surtió efecto y el marcador ya no se movió, aunque Pablo no desentonó en su regreso a Miranda, muy activo por el costado izquierdo.

El partido se le puso más feo al equipo local cuando en el 83 se tuvo que retirar lesionado Ernesto Galán. Ignasi Miquel, a falta de dos minutos para el final, veía la cartulina roja directa por protestar al árbitro, echando ya por tierra cualquier esperanza de remontada berciana.

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