El Correo de Burgos

Atletismo / XIV Cross Internacional de Atapuerca

Molla da la campanada y Teferi repite

El etíope desbanca a los grandes favoritos y obtiene su primer gran éxito internacional / Se impone en un reñido esprint a los animadores de la prueba, el ugandés Kiplimo y el eitreo Kifle / En féminas la etíope retiene la corona al imponerse a Chelimo

Getaneh Molla atraviesa victorioso la línea de llegada con el joven ugandés Jacob Kiplimo pisándole los talones en el esprint final-Santi Otero

Getaneh Molla atraviesa victorioso la línea de llegada con el joven ugandés Jacob Kiplimo pisándole los talones en el esprint final-Santi Otero

Burgos

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Sorpresa y doble récord (de participación y de velocidad) en el XIVCross Internacional de Atapuerca. Getaneh Molla y Senbere Teferi contribuyeron a hacer aún más grande la que desde hace varias ediciones está considerada como la mejor prueba de campo a través del circuito internacional.

El etíope protagonizó la campanada de la jornada en las campas del circuito permanente del Centro de Arqueología Experimental. Echó por tierra todos los pronósticos firmando una soberbia actuación de fuerza y calidad para arrebatar las opciones de triunfo a todos los grandes favoritos al cetro de honor en el arranque del calendario Europeo. Un triunfo incontestable acompañado de una plusmarca en la carrera élite masculina.

En el apartado femenino su compatriota Senbere Teferi hizo valer su gran momento de forma y extraordinario final para revalidar el triunfo en la prueba senior femenina en una extraordinaria jornada atlética en la que por una vez la climatología se convirtió en alíada de lujo de los atletas.

Getaneh Molla dio un golpe de efecto tan inesperado como incontestable. Desbancó de un plumazo a todos los grandes favoritos para el triunfo. No figuraba en ninguna quiniela, oculto en un cómodo segundo plano a la sombra de los más destacados fondistas africanos que se daban cita en la parrilla de salida. Pero completó una exhibición a la altura de los más grandes para hacerse con su primer gran éxito de renombre de su todavía incipiente carrera deportiva.

El etíope, campeón de los 5.000 metros en los Campeonatos de África de 2015, subió a lo más alto del cajón del podio de Atapuerca al imponerse con solvencia y frialdad en los últimos metros de la carrera reina de la jornada al keniano Jacob Kiplimo, que se convirtió en otra de las grandes sensaciones de la jornada por su descaro e indiscutible talento.

Ambos se jugaron el título en un apretado esprint lanzado por el vencedor tras el paso por el Parque Arqueológico. Tomó la cabeza tras haber dejado hacer a su compañero de aventuras y le remachó en la recta de meta (24:45).

Completó el podio de honor masculino un habitual en los puestos de privilegio del cross burgalés, el eritreo Aaron Kifle (24:54). Todos ellos relegaron a posiciones secundarias al trío de grandes favoritos que componían Aweke Ayalew -vencedor en 2016-, Muktar Edris -campeón del mundo de los 5.000 tras hacer morder el polvo al campeonísimo Mo Farah-, y el pentacampeón en Atapuerca Imane Merga (5º).

El mejor corredor español (y europeo) en la línea de llegada fue Ayad Landassem, quien completó una actuación de mérito siempre a la estela del grupo de favoritos. Le siguieron en la pugna para hacerse con uno de los billetes que dan derecho a la participación en el Campeonato de Europa Carlos Mayo, Dani Mateo, Alemayehu Bezabeh, Adel Mechal y el burgalés del UBU Campos Dani Arce.

La carrera se disputó a un ritmo trepidante desde el pistoletazo inicial. Fueron los corredores españoles los encargados de imprimir un fuerte ritmo en una salida en la que saltaban chispas entre los elegidos para coger posiciones en cabeza. Sebas Martos, Sergio Sánchez, Landassem y sobre todo el campeón de Europa de los 1.500 Adel Mechaal.

A velocidad de vértigo la armada africana tomó el relevo tras completar el primero de los 8 kilómetros de la carrera. Vincent Rono cogió el testigo e incrementó la velocidad en la cabeza, poniendo al pelotón principal en fila de a uno. Al paso por el kilómetro 3 fue el más joven del grupo cabecero, el campeón del mundo junior Jacob Kiplimo, quien protagonizó otro nuevo acelerón en la punta de lanza.

Con un ritmo más propio de la pista que de un campo a través la joven promesa de Uganda hizo una auténtica escabechina, siempre escoltado, aunque sin dar nunca la cara, por Merga, Edris, Toroitich, Kifle, Birech y Komon (a esas alturas de carrera, a punto de llegar al ecuador, todavía se encontraban en el grupo principal los españoles Landassem, Mechaal y Toni Abadía).

Tras este arreón el gran grupo quedó reducido a un minipelotón de 12 unidades. En el kilómetro 5 fue Kifle quien, sabedor de sus nulas opciones en caso de esprint, volvió a tensar la cadena en la cabeza. Con Kiplimo secundándole para separar el grano de la paja.

El acelerón dejó la pelea por el triunfo reducida a un quintego formado por Kifle, Merga, Ayalew, Kiplimo y Molla -que guardaba fuerzas siempre en segundo plano-. Los tirones de Kiplimo descolgaron primero a Merga y acto seguido al campeón de 2016.

El podio estaba decidido, solo faltaba por determinar el orden de los medallistas. Cogiendo a los doblados el ugandés y Molla demostraron su valentía para apretar los dientes y cambiar de nuevo el paso para eliminar a Kifle y jugarse el oro en un mano a mano de muchos quilates en el que el campeón del mundo junior, que había hecho todo el desgaste, se vio superado en los últimos metros por el etíope Getaneh Molla.

Teferi mantiene el cetro

Menos sorpresas se produjeron previamente en la carrera élite femenina, que arrancó con dos notables ausencias con respecto al elenco previsto, las de la medallista mundial Lillian Kasai Rengeruk -fue bronce este año en Kampala- y la de la medallista olímpica y poseedora del récord mundial de los 3.000 obstáculos Ruth Jebet.

Aún así, la nómina de participantes hacía prever un espectáculo de altos vuelos. Como así fue. La española (nacionalizada) Trihas Gebre, junto a la doble campeona en Atapuerca Beleynesh Oljira, fueron las encargadas de imponer el ritmo desde el pistoletazo de salida.

Al contrario de lo que ocurrió con los chicos la carrera estaba siendo más lenta de lo habitual. Prueba de ello es que superado el primer kilómetro de competición un nutrido grupo de atletas transitaban en cabeza de carrera. Junto a las favoritas Teferi, Aprot Nowowuna -plata en el mundial de Kampala este año- o la keniana Margaret Chelimo, figuraban en primeras posiciones la irlandesa Fionnuala McCormack y la británica Lillian Partidge.

Al finalizar el segundo kilómetro de competición se marchó por delante un grupo de 10 corredoras, con Teferi, Cavalilne y Gebre dando la cara en la punta de lanza. Pero pronto le imprimieron más ritmo McCormack y la británica Twell en un grupo en el que se encontraba la española María José Pérez.

En el ecuador de la prueba Aprot tomó el mando y aceleró fuertemente el ritmo, lo que provocó que le grupo saltara en pedazos. Oljira, las británicas y la española fueron sus víctimas, reduciendo el grupo cabecero a cuatro efectivos (Aprot, Teferi, Gebre y Chelimo).

Teferi dio continuidad al ataque de la keniana y puso a todas en fila india. Tan solo Chelimo fue capaz de seguir su estela y el título se había convertido en cosa de dos. En un apretadísimo y emocionante esprint en la línea de meta impuso sumejor final la etíope, teniéndose que conformar Chelimo con la plata con el mismo tiempo (25:21).

Consiguió la medalla de bronce, Alice Aprot Nowowuna (25:37). En cuarta posición entró la mejor española (y europea), Trihas Gebre (25.50), por delante de una desfondada McCormack (26:13).

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