Pisculichi evita la debacle en Haro

HARO DEPORTIVO 1

BURGOS CF 1

Haro Deportivo: Imanol, Loza, Duro, Facundo, Bueno (Ibrahima, min. 92), Joseba, Lecea,Valiño, Esteve, Aimar (Josua, min. 69) y Kevin Calle.

Burgos CF: Palatsí, Goti, Raúl Sánchez, Pizzorno (Marcelo, min. 46), Córdoba, Undabarrena, Albístegui, Pisculichi (Machín, min. 88), Borja Sánchez, Toché (Donovan Wilson, min. 78) y Juanma.

Árbitro: Fuente Martín (Com. cántabro). Amarilla al visitante Goti. Mostró cartulina roja directa al visitante Borja Sánchez (min. 29).

Goles: 1-0, min. 27: Facu Ballardo (penalti) y 1-1, min. 59: Pisculichi;BURGOS

Rescató un punto en inferioridad numérica sobre el terreno de juego. Pero el botín conseguido por el Burgos CF en Haro se antoja insuficiente. El ambicioso proyecto blanquinegro no termina de despegar. Ni despeja las múltiples incógnitas que genera su hasta el momento endeble entramado defensivo y la falta de continuidad y profundidad en campo contrario. Tres empates en otras tantas jornadas es un bagaje que dista mucho de las expectativas generadas por el importantísimo desembolso económico realizado para configurar una plantilla que no marca las diferencias esperadas.

El equipo no carbura y sigue abonado a las tablas. Tan solo una genialidad de Pisculichi permitió a los blanquinegros -ayer de verde- salvar los muebles tras las negativas sensaciones con las que cerró la primera mitad, con desventaja en el marcador y un hombre menos sobre el césped.

Pero no sirve para colmar las ansias de éxito de los propietarios de la entidad y la afición.

Tal y como se preveía varios fueron los cambios introducidos por Fernando Estévez en el once inicial con respecto al choque del pasado domingo en El Plantío. Goti regresó a la titularidad con un puesto en el carril diestro del ataque. Y también actuaron de inicio Albistegui y Borja Sánchez en la medular y Toché en la punta del ataque. Además, el técnico blanquinegro modificó su retaguardia, con Undabarrena retrasando su posición para formar pareja con Pizzorno, desplazando a Córdoba al lateral diestro.

El granadino pretendía incrementar el caudal ofensivo de una escuadra que no dio la talla ante el Alavés B. Y lo hizo frente a un equipo, el jarrero, que asumió desde el primer minuto su condición de equipo inferior, cediendo metros y la iniciativa del esférico a los castellanos.

Pero los anfitriones tenían la lección bien aprendida y las ideas muy claras. Estaban muy cómodos en su papel, replegados en campo propio y buscando el área del Burgos CF con rápidas transiciones en largo sobre sus puntas.

De hecho fue el Haro el primero en llevar peligro en las áreas con hasta tres ocasiones en los primeros 10 minutos de juego. Las dos primeras tuvieron al zurdo Joseba como gran protagonista. En la primera su potente disparo desde la frontral tras recibir un envío en largo que cogió la espalda a la zaga castellana fue bien detenido por Palatsí.

Acto seguido una combinación por la derecha y un pase atrás de Valiño concluyó en los pies de Joseba, cuyo chut fue despejado a saque de esquina por Pizzorno. En el córner posterior los riojanos demostraron su dominio del juego aéreo rematando el balón de cabeza por encima del travesaño.

La réplica del Burgos llegó al cuarto de hora de juego tras un saque de banda de Córdoba hacia el corazón del área que peinó Toché en el primer palo. El esférico cayó al segundo, donde Pisculichi -a la media vuelta- disparó sobre puerta, aunque muy centrado y sin poner en aprietos a Imanol.

La ocasión espoleó los ánimos de los blanquinegros. Juanma prolongó acto seguido un balón hacia el costado derecho. Allí lo empalmó de volea Goti, que envió el cuero al lateral de la red.

Pero el Haro no es un equipo que se deje amedrentar. Y lo probó de inmediato con un disparo lejano de Bueno que se perdió junto a la base del poste de la meta de Palatsí. Los riojanos buscaban una y otra vez las cosquillas a la espalda de la retaguardia burgalesa, sobre todo por el costado derecho.

El Burgos CF no daba con la tecla para volcar el partido en campo rival. Las novedades en la medular no estaban surtiendo el efecto deseado, pues Borja y Albistegui no lograban dar la pausa y la claridad necesarias para que el Burgos dominara la zona ancha.

A punto de cumplirse la primera media hora de juego llegó el mazazo para los de Fernando Estévez en un balón en profundidad. Albistegui derribó casi sobre la línea del área grande al atacante del Haro Álex Valiño. Claro pero completamente innecesario. El colegiado no se lo pensó dos veces y señaló el punto de penalti.

Facundo Ballardo fue el encargado de transformar la pena máxima. Palatsí llegó a tocar el esférico pero no pudo evitar el tanto.

Y por si el jarro de agua fría no había sido suficiente el cuadro de El Plantío recibió acto seguido una puñalada mortal para sus aspiraciones. Y es que Borja Sánchez dejó al equipo con 10 hombres al ser expulsado con tarjeta roja directa por un pisotón a un contrario.

El conjunto castellano no salía de su asombro. En apenas dos minutos había tirado por la borda el trabajo de toda la semana. Y con ello buena parte de las esperanzas de una afición que se había dejado arrastrar por lo que nació como un proyecto ambicioso e ilusionante.

En esta tesitura los nervios hicieron acto de presencia como incómodo compañero de viaje de una escuadra que no está cumpliendo con las altas expectativas que se habían generado en la afición.

Solo en el tramo final del primer acto pareció reaccionar el cuadro de Fernando Estévez con un cabezazo de Toché junto a la base del poste que el meta del Haro despejó con apuros a saque de esquina.

Y poco después probó fortuna Juanma con un disparo con rosca desde la frontal que se perdió por encima del travesaño.

El técnico de los de El Plantío tenía un negro panorama por delante. Y tenía que buscar soluciones de inmediato. El granadino movió ficha tras el descanso dando entrada a Marcelo en el puesto del central Pizzorno. No quedaba otra que arriesgar. Este cambio provocó como efecto colateral que Goti pasara al lateral diestro y Córdoba recuperara su puesto habitual en el eje de la zaga.

Pese a la necesidad de los castellanos el Haro salió más enchufado, generando hasta tres saques de esquina consecutivos tras una sensacional volea de Joseba desde la corona del área grande. Su potente derechazo hizo volar a Palatsí para despejar a córner.

La afición burgalesa no perdía la cara al partido desde las gradas de El Mazo. Pero su aliento no era suficiente. Los de El Plantío trataron de hacerse con la manija del choque, pero sus intentos de triangulación carecían de profundidad.

Por contra su oponente terminaba cada una de sus acciones ofensivas y llevaba mayor peligro en el área. Como en un disparo lejano de Valiño que se marchó muy cerca del poste.

Los castellanos, que al menos derrocharon coraje, tuvieron la oportunidad de empatar en el 56 en una acción por la izquierda. Un buen servicio por encima de la defensa dejó a Marcelo solo frente a Imanol. El ariete brasileño, que revolucionó el ataque visitante, trató de elevar el balón sobre la salida del meta del Haro, pero Imanol repelió el esférico con el cuerpo evitando el tanto.

La acción tuvo un efecto estimulante para el Burgos CF, que empató el duelo de inmediato en una acción de calidad de Pisculichi. El talentoso centrocampista argentino embolsó un balón en el balcón del área. Cargó el cañón de su pierna izquierda y conectó un zapatazo cruzado junto a la base del poste al que no pudo llegar Imanol.

Volver a empezar. El tanto dio alas a los de El Plantío. Pisculichi llevó de nuevo peligro a la meta riojana con un lanzamiento de falta lejano muy bien orientado que el meta del Haro despejó a saque de esquina.

Definitivamente el Burgos había cambiado el rumbo de los acontecimientos. Aunque en el 70 Undabarrena a punto estuvo de dar un susto a Palatsí en su intento de cortar un centro lateral de los jarreros.

Los anfitriones aprovecharon su superioridad numérica, que se plasmó de forma clara en la medular, para quitar revoluciones al choque.

Estévez no se conformaba con el empate y refrescó la punta de su ataque disponiendo sobre el césped al ayer sacrificado Donovan Wilson en el puesto de Toché.

Pero fue Joseba García quien hizo dar un respingo en sus asientos a la afición castellana en una buena maniobra en el interior del área que concluyó con un disparo que repelió bien Palatsí.

Quedaban 10 minutos por delante, pero el técnico de los castellanos no las tenía todas consigo -los riojanos salían victoriosos en los balones divididos- y reforzó su centro del campo con la entrada de Machín. Con el equipo fatigado parecía haber llegado el momento de defender un punto que tanto había costado rescatar.