Empate sin damnificados entre Atlético y Real Madrid

Entre todo lo que se podía esperar del primer gran partido de La Liga, el derbi capitalino, lo que resultó fue un empate sin goles, entre las precauciones de los dos equipos, que deja a todos razonablemente satisfechos a cambio de que nadie se fuera del Metropolitano con más problemas de los que llevó.Se podía esperar alguna sorpresa en el once de Simeone, encaminada a proteger el centro del campo, pero jugó Vitolo y el que tomó ese camino fue Zidane, que sacrificó a James para ganar músculo en la medular con Valverde. El resultado fue que los de Simeone demostraron que tuvieron una propuesta para el juego estático, el Madrid se encomendó al recurso de ser rápido y vertical, titubeantes y desnortados, como un joven bisoño frente a su primera cita, en cada ataque ante el Atlético armado.Entre la atmósfera de los grandes partidos que ya es recurrente en el Metropolitano, el Atlético salió a morder y, aunque empezó mejor, estuvo lejos de herir a un Madrid trabajador en la retaguardia, con la energía de Valverde para asistir a Casemiro y con la esperanza de correr a la espalda de la defensa rojiblanca. Así llegaron sus mejores tentativas de peligro, pese a que llevó a tramos la iniciativa, más por empuje que por fútbol, y apenas encontró alguna razón para el optimismo en las expediciones en solitario de Bale por la banda derecha. Mientras, Benzema intercambiaba opinión con Kroos en busca de una conexión que no existía.La mejor ocasión, a la media hora, fue un centro raso de Thomas que se paseó a dos metros de la línea de gol madridista sin que nadie lo tocara, pero el partido se encaminaba al descanso con un irremediable 0-0, entre las precauciones blancas y la incapacidad de los atléticos, que disfrutaron de otra buena tentativa al filo del descanso, con un centro de Trippier que despejó Courtois.Simeone sentó a Vitolo al descanso e introdujo en el campo a Correa, con algunos pitos de la grada, pero el argentino mostró capacidad de remate y llegada al área, aunque no desatascó al equipo. A cambio, perdió presencia con el balón e iniciativa con la posesión, como si hubiera decidido intentar ganar la guerra sin salir de la trinchera, encomendado a una aparición de Joao Félix, con el rival, enfrente, decidido a no abandonar su propio agujero seguro.Con más dominio territorial que en cualquier otro momento del partido, más por desinterés local que por iniciativa visitante, el Madrid afrontó la última media hora rondando con asiduidad el área rival. La tuvo Bale con un disparo, tras una carrera de Nacho por la izquierda, minutos antes de que Simeone relegara de nuevo a Saúl al lateral para ejecutar un cambio ofensivo: Lemar por Lodi, pero el estadio silbó la decisión del argentino cuando quitó a Joao Félix para dar entrada a Llorente.Zidane recuperó el puesto de mediapunta, primero con Modric, que sustituyó a Valverde, y después con James; pero, aunque el Madrid no consiguió más frecuencia en su ataque, si disfrutó de más voracidad en los momentos contados que pudo acechar a un Oblak que tuvo que aparecer para salvar el gol blanco.El partido ya se había convertido en un duelo de francotiradores, con una o ninguna oportunidad para acertar a un objetivo móvil y escurridizo, como era el gol anoche en el barrio de Canillejas. Los dos equipos, con órdenes directas de sus banquillos, prefirieron asegurar el cero en la puerta propia que buscar el gol en la contraria y, así las cosas, no se movió el empate a cero.- Ficha técnica:0 - Atlético de Madrid: Oblak; Trippier, Savic, Giménez, Lodi (Lemar, m. 61); Koke, Thomas, Saúl, Vitolo; Joao Félix (Marcos Llorente, m. 68) y Diego Costa.0 - Real Madrid: Courtois; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Nacho; Valverde (Modric, m. 67), Casemiro, Kroos; Bale, Benzema (Jovic, m. 88) y Hazard (James Rodríguez, m. 77).Árbitro: González González (C. Castellanoleonés). Amonestó al local Thomas (m. 93) y a los visitantes Nacho (m. 21) y Varane (m. 69).Incidencias: partido correspondiente a la séptima jornada de LaLiga Santander disputado en el Wanda Metropolitano ante 68.032 espectadores, récord de asistencia en el estadio. Antes del inicio del encuentro, Manolo Sánchez Delgado, exjugador del Atlético de Madrid, entregó una placa al uruguayo Diego Forlán, también exfutbolista del club, con motivo de su retirada reciente del fútbol profesional.