RÉCORD DE CAÍDAS EN MOTOGP
Márquez empieza otra rehabilitación tras su caída n 120
El campeonísimo se encierra en Cervera con su preparador físico y fisio para intentar recuperar su hombro derecho de cara al test de febrero, en Malasia. La Honda exige un pilotaje tan agresivo, que sus cuatro pilotos (Márquez, Crutchlow, Nakagami y Lorenzo) han sufrido lesiones serias en los últimos años
Marc Márquez Alentá, de 26 años, ocho veces campeón del mundo, ganador de seis de los últimos siete títulos mundiales disputados de MotoGP, insultante dominador de esta temporada, con 11 victorias y 7 segundos puestos en 19 carreras (se cayó en Austin, Texas, EEUU, cuando ya era líder destacado), iniciará mañana, en su nave de Cervera (Lleida), donde tiene gimnasio, sala de masaje y demás dependencia para entrenarse, la rehabilitación de la última operación en el hombro derecho que le hicieron, el pasado miércoles, los doctores Xavier Mir, Víctor y Teresa Marlet. Intervención muy parecida, aunque menos agresiva al ahorrarse el reforzamiento de los ligamentos de esa zona, que le hicieron, el 6 de diciembre del 2018, en el hombro izquierdo.Márquez empezará su recuperación y, de nuevo, por segundo año consecutivo, se quedará sin vacaciones, teniendo que trabajar y someterse a las sesiones de su preparador físico Genís Cuadros y su fisioterapeuta personal, Carlos J. García, que ya está instalado en Cervera, incluso en las fechas más señaladas de las Navidades, tal y como ya ocurrió el pasado año. El objetivo este año es idéntico al del 2018: llegar a tiempo de probar la moto del 2020, que Honda pondrá en pista el 6 de febrero en el circuito de Sepang, Malasia, día en que, realmente, empieza el Mundial-2020. Este año, al menos, Márquez, Cuadros y García han ganado nueve días con respecto a la intervención del 2018.OPERACIONES EN LOS DOS HOMBROSLa razón por la que Márquez se queda, por segundo año consecutivo, sin vacaciones es, como ya ocurriera en el 2018, por una repetitiva lesión (la salida del hombro y el desgaste de los ligamentos), fruto de las múltiples caídas que sufre el octocampeón al llevar siempre su Honda RC213V al límite. La frase expresada esta misma semana en Jerez, tras saber que debería operarse de nuevo (no me interesa una moto fácil, la quiero veloz), es la que más identifica al insaciable campeón de Honda, a quien, él solo, ha concedido, de nuevo, el título de constructores y escuderías.Márquez entró en el quirófano del Instituto Dexeus tras sufrir la caída nº 120 en sus siete temporadas (2013-2019) en MotoGP y, por supuesto, tras protagonizar, como poco, idéntico número de salvadas, esas maniobras milagrosas que el piloto catalán realiza en pista cuando logra recuperar la moto antes de caerse. Para que se hagan una idea, en ese mismo periodo de tiempo, siete campeonatos, el subcampeón de los tres últimos años, el italiano Andrea Dovizioso (Ducati), solo se ha caído 34 veces; Valentino Rossi, 35 y Jorge Lorenzo, por hablar del cuarto magnífico, 41. Eso sí, el compañero de Márquez en Honda, el británico Cal Crutchlow, con su misma RC213V, se ha caído en 115 ocasiones.La Honda es, en efecto, tal y como reconoce el propio Márquez una moto muy crítica, muy física y que requiere de un pilotaje muy agresivo para ser ganadora y poder llevarte al podio o a la victoria. Con otra moto, explicó Alberto Puig, máximo responsable deportivo de la marca alada, en Cheste (Valencia), puede que el piloto llegue antes a un buen entendimiento con ella, pero el segundo que te da la victoria cuesta más de conseguir. Si tú pilotas la Honda como exige la moto, ella te lleva a la posibilidad de ganar antes que las demás aunque, eso sí, requiere más riesgo y coraje.EL PRIMER SUSTO DE ÁLEX MÁRQUEZEso lo notó, sin ir más lejos, Àlex Márquez, que, siete minutos después de debutar en MotoGP con la Honda oficial, se fue al suelo en Cheste. Ahora sabrá por qué le digo que esta moto es muy complicada de llevar. Se lo he contado mil veces pero, hasta que no te subes a ella, no te das cuenta de lo complicado que es llevarla al límite. Àlex se ha dado cuenta en cinco vueltas, comentó Marc tras saber que su hermano se había caído. Àlex reconoció ayer, en el circuito de Rufea (Lérida), que la Honda requiere de una enorme concentración pues, en cuanto te despistas, puedes irte al suelo. La parte final de la frenada al entrar en la curva es vital y cuesta mucho, mucho, de cogerle el truco, al igual que a los frenos de carbono.Cuando Márquez se ponga mañana en manos de Cuadros y García no será el único piloto de Honda con problemas físicos tras una dura campaña. Ni hablar. La RC213V es una moto tan extrema que sus cuatro pilotos oficiales de MotoGP han terminado seriamente lesionados, provocando, incluso, la jubilación anticipada de todo un pentacampeón como el mallorquín Jorge Lorenzo, harto de hacerse daño. Lorenzo se dañó la columna vertebral, entre otras cosas, en la caída de Assen (Holanda), y decidió que ya tenía bastante.TODOS LOS PILOTOS, LESIONADOSEl británico Cal Crutchlow, por ejemplo, ha descartado, de momento, pasar, de nuevo, por el quirófano para quitarse las placas que tiene en su tobillo y tibia derecha, fruto de su tremenda caída, en Phillip Island (Australia), en el 2018, y prefiere seguir corriendo con dolor. Y el japonés Takaaki Nakagami se operó, en Japón, de lo mismo que se ha operado Márquez en su hombro derecho, por eso Johann Zarco pudo correr con la Honda en los últimos grandes premios.Ya lo dice Márquez, "la gente cree que me caigo por gusto, pero debería de saber que las caídas, que casi todas ellas se producen a lo largo de los entrenamientos del GP, los viernes y sábado, son fruto de buscar siempre el límite de la moto para encontrar la mejor y más eficaz puesta a punto y así poder optar a la victoria o al podio el domingo. La Honda exige ese pilotaje y prefiero arriesgar con esta moto, que me da la posibilidad de ganar, que no tener una moto más fácil, menos crítica, y no poder alcanzar el podio".