Un empate que no evita el bochorno

BURGOS CF: 1

IZARRRA: 1Árbitro: García Riesgo (comité asturiano). Mostró tarjeta amarilla a los loacles Goti, Pisculichi y Carlos Martínez, así como a los visitantes Hinojosa, Rúper, Álex y Allala.

Goles: 0-1, min. 76: Hinojosa. 1-1, min. 90: Pisculichi, de penalti.Burgos CF: Palatsí, Andrés, Raúl Sánchez, Undabarrena, Carlos Martínez, Machín (Wilson, min. 73), Borja Sánchez, Juanma, Toché (Diosbert, min. 82) Pisculichi y Marcelo (Goti, min. 63).

CD Izarra: Álex Ruiz, Cabrera, Cisneros, Hinojosa, Laborda, Jorge, Aguaras, Pablo, Allala, Antonio (Encada, min. 5) (Valdo, min. 78) y Yoldi (Rúper, min. 63).El Burgos CF sigue a la deriva. Un penalti en el minuto 90 alivió clasificatoriamente a los blanquinegros, aunque no evitó el bochorno. Otro. Ayer se volvió a ver a un equipo acomplejado, superado por las circunstancias y que tiene un efecto revitalizante sobre sus oponentes. Rivales llamados a luchar por evitar el descenso han superado a un colectivo que no encuentra el rumbo y que en cada jornada que pasa va cavando su propia fosa.

Las carencias que muestra el equipo en cada encuentro son mayúsculas. Le falta fútbol, ritmo de juego, contundencia en defensa, ideas ofensivas, orgullo, gol y sobre todo alma.

Echando un vistazo a la jornada, el empate es oro si se mira a la tabla, lo que no evita que la escuadra que entrena Salmerón volviera a rozar el ridículo. Una derrota ayer hubiera dejado al Burgos CF igualado a puntos con el Arenas, que hubiera ocupado el play out si llega a ganar el Izarra.

El mayor problema es que el equipo parece muerto y darle la vuelta a esta situación se complica conforme se van acumulando los resultados negativos.

No conviene dejar de lado la clasificación. El Burgos CF ha experimentado en sus propias carnes como proyectos que aspiraban a todo han acabado luchando por evitar el descenso. Yen esos casos la agonía se multiplica. Hablar de play off suena a bilbainada, más viendo las prestaciones de un equipo que cada vez transmite sensaciones más negativas.

La afición cargó ayer contra Salmerón, del que pidió su dimisión en varios momentos, y también contra los jugadores.La masa social no se lo quiere creer, aunque empieza a tomar conciencia de que las complicaciones son cada vez mayores.

El discurso de aprender de los errores, levantar la cabeza y trabajar está ya vacío, más que nada porque se ha repetido en tantas ocasiones que ya carece de sentido. Lo que se ha podido ver en esta primera parte de la temporada es que las deficiencias de este colectivo no se corrigen solo con trabajo.

BUEN INICIO VISITANTE

Fueron los navarros los que entraron mejor en el partido y tomaron el mando. Se sintieron cómodos desde el principio, por lo que merodearon el área de Palatsí desde los primeros minutos. No creaban ocasiones de peligro, pero se jugaba en campo blanquinegro. Desde el comienzo se pudo observar que el Burgos no funcionaba en la medular. El Izarra tenía superioridad en el centro del campo, por lo que Machín y Borja sufrían.

Pisculichi lo intentó desde lejos en el minuto 7 y poco después fue Raúl Sánchez el que probó fortuna. El ex blanquinegro Álex Ruiz respondió con una buena parada. El choque entró en una fase de igualdad, aunque seguía dando la sensación de que era el Izarra el que estaba más cómodo sobre el terreno de juego.

El Burgos no era capaz de crear fútbol, por lo que ni asustaba a su oponente, que buscaba de forma constante a Laborda, su referencia ofensiva. Si la medular sufría, las dudas se apoderaban de una retaguardia de circunstancias donde Undabarrena no estaba fino. El conjunto de Estella atacaba de forma constante la banda izquierda blanquinegra, aunque carecía de remate, lo que evitaba los sobresaltos para la parroquia local.

Dos disparos desde la frontal de Cisneros y Pisculichi fueron las dos aproximaciones más reseñables en el último cuarto de hora del primer periodo. Se llegaba al descanso con el marcador inicial y sin que ninguno de los dos contendientes pusiera en aprietos la portería rival.

El Burgos CF saltó al terreno de juego en la segunda mitad con la intención de dar un paso adelante. Experimentó una liguera mejoría, lo que hizo que el Izarra cediera unos metros. El dominio pasó a manos burgalesas, aunque faltaba una vuelta más de tuerca en tareas ofensivas.

Sin embargo, el primer aviso lo protagonizó el cuadro navarro en una contra que culminó Hinojosa. Tras el saque de esquina, el Burgos devolvió el golpe en otra transición. Raúl Sánchez buscó el pase de la muerte, pero Álex estuvo atento para hacerse con el esférico.

Salmerón buscaba soluciones y movió el banquillo. Las salidas de Goti y Wilson le dieron un aire más ofensivo al conjunto de casa. Los blanquinegros buscaron la velocidad del vizcaíno por derecha, aunque sus envíos al área no encontraron remate.

MAZAZO

El Burgos era un quiero y no puedo, aunque el Izarra no asustaba, por lo que los burgalesistas vivían tranquilos en defensa. Solo hizo falta una oportunidad para que el cuadro castellano cayera como un castillo de naipes. Pablo entró por la banda izquierda, puso un buen envío en el área e Hinojosa, totalmente solo, remató a placer. El balón tocó en el palo y entró.

El desastre parecía inevitable y es que el Burgos CF no había dado muestras de poder reaccionar. Los nervios y la ansiedad aumentaron, así como las imprecisiones. Salmerón apostó por Diosbert y sacó a Toché del campo, al que el público despidió con pitos y abucheos.

Antonio Caselli no aguantaba más sentado en el palco y, aunque permaneció en esta zona lo hizo de pie cerca de las escaleras de salida.

El conjunto de casa apretaba como podía.Era lo que tenía que hacer. No le quedaba otra, aunque mostraba poca convicción, y lo que es peor, escasos argumentos futbolísticos.En el 88 llegó una buena ocasión en el minuto 88 de juego. Goti peinó un saque de esquina en el primer palo y Juanma no acertó a mandarlo a la portería en el segundo. El tiempo se agotaba y enviar el balón al área se convirtió en el único recurso.En uno de ellos, con el tiempo ya cumplido,Diosbert cayó al suelo y El Plantío estalló de alegría cuando el colegiado señaló penalti.

Llegaba la oportunidad para salvar al menos un punto y amortiguar el disgusto. Pisculichi fue encargado de ejecutar la pena máxima. El argentino logró el empate, aunque Álex Ruiz estuvo cerca de detener el disparo del sudamericano. Hubo tiempo para que el conjunto castellano enviara algún balón más al área, pero ninguno de ellos creó peligro en la portería del Izarra, que acabó el choque contrariado y con la seguridad de que se le habían escapado 2 puntos en el último suspiro del choque.