Ídolos con pies de barro

Llegaron al Burgos CF con la vitola de líderes de un proyecto concebido para dar el salto a la élite nacional. Pero su estrella no ha brillado como se esperaba en el firmamento blanquinegro. 

José Verdú ‘Toché’ y Leo Pisculichi se convirtieron el pasado verano en la gran apuesta deportiva para dar un salto cualitativo a la plantilla. El club realizó un inmenso desembolso económico, con cifras estratosféricas para la categoría de bronce nacional y contratos de dos años de duración. Pero su aportación al equipo no está cumpliendo con las elevadas expectativas de partida.

Ambos arrancaron la temporada como jugadores prácticamente indiscutibles en los onces iniciales de Fernando Estévez primero y de José María Salmerón después. Pero con el paso de las jornadas han ido perdiendo protagonismo de forma más que notable.

Hasta el punto de que su presencia en los últimos encuentros ligueros ha sido prácticamente testimonial. Más si cabe en el caso del delantero murciano, quien ha quedado relegado al banquillo en las últimas cuatro jornadas ligueras disputadas, en las que tan solo ha participado en una contienda, saliendo como suplente y jugando 23 minutos frente al Haro.

Desde el primer choque del año (contra el Barakaldo), el ariete ha desaparecido por completo de los planes de JoséMaría Salmerón. Una circunstancia que llama más la atención en un contexto de carencia de efectivos en la punta del ataque por la lesión de Marcelo y ausencia en un par de jornadas de Diosbert Rivero por diferentes motivos (molestias físicas o decisión técnica, como el pasado fin de semana). 

Hasta el momento Toché ha participado en 20 encuentros, 14 de ellos como titular, acumulando 1309 minutos sobre el césped, en los que ha anotado 4 dianas.

Parecida es la situación personal de Pisculichi, quien fue un habitual en las alineaciones hasta la jornada 17. A finales de 2019 sufrió una lesión que le mantuvo varias semanas en el dique seco. Pero desde su incorporación al grupo apenas ha dispuesto de oportunidades de saltar al césped. Ha jugado los últimos minutos de los duelos ante el Haro (9) y el Calahorra (19).

La llegada de nuevos efectivos al ataque (Roberto Alarcón), el cambio de posición de Raúl Sánchez y de Juanma -al que Salmerón quiere en la punta del ataque- explican en parte la pérdida de protagonismo de ambos en el arranque de 2020- más allá de su rendimiento.