FÚTBOL / Segunda
Valioso empate para el Mirandés
Los rojillos salvan un punto en El Molinón y ya pueden centrarse en la semifinal de Copa / El Sporting se adelantó en el comienzo, pero los rojillos reaccionaron de penalti y no pudieron mantener la ventaja adquirida en la segunda parte
SPORTING DE GIJÓN 2
CD MIRANDÉS 2Sporting de Gijón: Mariño; Bogdan, Valiente, Babin, Damián Pérez; Carmona (Murilo, min. 76), Cristian Salvador, Pedro Díaz, Manu García; Aitor García (Djuka, min. 65), Pablo Pérez (Traver, min. 82).CD Mirandés: Limones; Alexander González, Sergio, Odei, Kijera; Malsa, Guridi; Álvaro Rey (Antonio Sánchez, min. 77), Álvaro Peña, Íñigo Vicente (Joaquín, min. 63); Marcos André (Mario Barco, min. 85). Árbitro: López Toca (colegio cántabro).
Tarjetas amarillas: Al local Pedro Díaz y a los visitantes Malsa y Guridi.
Tarjetas rojas: No hubo.
Goles: 1-0, min. 7: Carmona; 1-1, min. 12: Marcos André, de penalti, 1-2, min. 74: Joaquín; 2-2, min. 79: Pedro Díaz.GIJÓN
El Mirandés da por bueno el punto sumado ayer en Gijón. La visita a El Molinón siempre es exigente, máxime en unas circunstancias tan complejas para un equipo con la mente puesta en la Copa del Rey y con las piernas cada vez más cargadas.
Reaccionaron bien los de Iraola al primer y tempranero gol del Sporting tras fallo de Limones, igualando Marcos André desde el punto de penalti. Y en un segundo periodo sin dueño, de ida y vuelta, al final dos pifias de los guardametas hicieron que el choque acabara en empate.
Arrancó el encuentro con susto para el marco de Limones, con un primer intento de Carmona que se escapó por encima del travesaño. Y a los seis minutos el Sporting confirmó su buena salida con una diana fruto del error del portero. En un ataque por banda izquierda el arquero rojillo no supo controlar el centro y Carmona, con la caña preparada, hizo el primero de la tarde.
Se confirmaron los peores temores de Iraola y, sin embargo, el Mirandés reaccionó de inmediato. El cuadro ferroviario tocó más y mejor en la zona ancha hasta que una internada de Marcos André acabó en penalti del joven lateral ucraniano Bogdan Milovanov. El propio Marcos André se encargó de convertir desde los once metros con calidad.
Fue un inicio de locura, con continuas idas y venidas. Y aún hubo más ocasiones. Respondieron los asturianos con un nuevo intento de Carmona, omnipresente en el ataque de los locales. Esta vez sí intervino con seguridad Limones bajo palos.
El Mirandés, a lo suyo, tranquilizó el juego. Movió bien el cuero el cuadro visitante, mientras que el Sporting apostó por la verticalidad en sus acciones. Los rojillos no sufrieron, pero apenas dieron señales de vida en ataque.
El rival también lo intentó a balón parado y, sin más sustos, llegó el descanso con un positivo empate para los castellanos.
Poco cambió el guion en la segunda parte. El dominio y las llegadas eran del Sporting de Gijón ante un Mirandés bien situado, sin perder sitio ni concentración. Los rojiblancos concentraban sus ataques por la banda derecha y un buen disparo de Bogdan se fue cerca de la escuadra. Por parte burgalesa, un primer acercamiento de Kijera por el costado izquierdo no encontró premio.
El encuentro se abrió y ambos encontraron más espacios. De nuevo, Kijera soltó un zapatazo que salvó Mariño con la manopla. Pisaba más campo adversario el Mirandés mientras los locales se ordenaron con los cambios.
El guion sonreía a los intereses del cuadro de Anduva, que no perdonó. Joaquín recibió en la izquierda, dribló a Borgan y entró en el área para sacar un chut raso que se coló entre las piernas de Mariño. Regalo del portero y el Mirandés estaba por delante en el tanteador.
El 1-2 no sirvió para tranquilizar el choque. El debutante Murillo activó a los asturianos antes del segundo tanto rojiblanco. Fue en una acción de Pedro Díaz, escorado en el balcón del área para lograr el empate con otro disparo raso que contó con la colaboración involuntaria de Limones. 2-2.
El partido estaba muy abierto. Pudo ganar cualquiera y no ganó ninguno. Limones se reivindicó en una tarde extraña y salvó a los suyos con una valiente salida en un uno contra uno ante Djuka. A continuación los locales reclamaron una mano de Odei a la salida de un córner, lance donde no pareció haber voluntariedad.
Así, el acoso final de los asturianos no encontró el gol. Limones, con mucho trabajo en El Molinón, acertó de nuevo tras un disparo de Pedro a media altura. Fue el último cartucho de los gijoneses y el Mirandés cerró con acierto un partido positivo para sus intereses antes de poner toda la atención y el corazón en la semifinal de la Copa del Rey frente a la Real Sociedad. El jueves tiene otra cita con la historia.