El Correo de Burgos

FÚTBOL

Cerrajería pone en órbita al Burgos CF

El cuadro blanquinegro suma contra el Salamanca su tercer triunfo consecutivo / Jugó en inferioridad numérica durante más de una hora en El Helmántico

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Burgos

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Salamanca CF 0 – Burgos CF 1Salamanca CF UDS: Sotres, Borja López, Hugo Díaz (Giovanni, 63’), Amaro, Ulises, One, Kristian, Sergio, Medina (Galván, 63’), Monárrez y Altube (Ubis, 77’).

Burgos CF: Pedro López; Julio Rico, Undabarrena, Córdoba, Lobato; Miki Muñoz, Cerrajería; Borja Sánchez, Alarcón (Pere, 40’), Raúl Sánchez (Toché, 66’) y Juanma.Árbitro: Sánchez Asla (Comité Vasco). Amonestaciones para Kristian (51’), Monárrez (53’) y Sergio (83’) en el Salamanca y para Undabarrena (9’), Córdoba (40’), Pere (60’) y Miki Muñoz (73') en el Burgos. Expulsión, por doble amonestación (26’ y 34’) del burgalesista Julio Rico.

Goles: 0-1 (minuto 86). Cerrajería.El Burgos CF se ha quitado todos sus complejos. Y se siente cómodo en el nuevo rol protagonista que ha asumido desde el arranque de 2020. El cuadro de José María Salmerón no se baja de la cresta de la ola. Sumó en El Helmántico el tercer triunfo consecutivo, que le catapulta deportiva y anímicamente a un esperanzador tramo final de la temporada.

Ylo hizo sobreponiéndose a la expulsión de Julio Rico y teniendo que jugar más de una hora en inferioridad numérica. Este equipo tiene poco que ver con el que despidió 2019. Un tanto de Cerrajería, el primero en su cuenta particular, obró el milagro en Salamanca.

Los de El Plantío manejaron el duelo a su antojo la primera media hora. Y pese a jugar con 10 maniataron por completo a su oponente en el segundo acto, donde les tocó extremar sus precauciones defensivas. Pero sin renunciar nunca a pisar el área rival. En cuanto tuvo una oportunidad se mostró letal para matar la contienda.

El Burgos se veía las caras contra un rival con el que se encontraba empatado a puntos en la general, pero que llegaba al envite con sensaciones muy negativas por sus últimos resultados, las bajas con las que afrontó la contienda y por las dudas que genera su fútbol.

La escuadra de José María Salmerón se encomendó a sus faros de la medular (Miki Muñoz y Cerrajería) para hacerse con el control territorial de la contienda. De los visitantes fueron los primeros acercamientos peligrosos del duelo.

Miki Muñoz fue el encargado de desatar las hostilidades con un tímido lanzamiento desde la frontal que no encontró los tres palos. Con mucha más intención buscó la sorpresa Borja Sánchez en el minuto 10. Recogió un balón rechazado por la defensa en un duelo entre Juanma y un zaguero charro. Y escorado en la banda derecha probó fortuna con un disparo cruzado con el exterior de su pie derecho que se marchó muy cerca de la base del poste.

Los anfitriones fueron equilibrando la balanza en la medular con el avance del cronómetro. Los castellanos no bajaban el pistón y no cambiaban para nada su guión inicial. Pese a que el balón apenas pisabas las áreas, las acciones más destacadas tenían color visitante. Como un disparo lejano de Raúl Sánchez que salió desviado o dos centros desde el costado izquierdo que no llegó a rematar en el segundo palo Alarcón. 

Hasta la media hora de juego no se aproximó el Salamanca UDS al área del Burgos CF en un saque de banda repelido por la zaga y que Ulises cabeceó con potencia desde el interior del área grande. 

Pero el encuentro comenzó acto seguido a complicársele al cuadro de El Plantío. Y es que Julio Rico, que había visto anteriormente una cartulina amarilla, realizó una entrada innecesaria muy lejos de su portería que le costó la segunda amonestación. Corría el minuto 33 y el Burgos CF se quedaba en inferioridad numérica sobre el terreno de juego.

Este contratiempo obligó a Salmerón a recomponer su equipo. El técnico optó por trastocar lo mínimo posible el esquema, por lo que retrasó hasta el lateral derecho la posición de su hombre más polivalente, Borja Sánchez -quien ya había hecho las funciones de carrilero en otras ocasiones, aunque con defensa de cinco-.

Fue solo una apuesta momentánea para ganar tiempo mientras se preparaba para saltar al terreno de juego un hombre específico como Pere Martínez. Este movimiento conllevó sacrificar a una pieza de ataque. Y Alarcón fue en esta ocasión el elegido para dejar un puesto en el campo al lateral catalán.

Ya en inferioridad numérica sobre el césped el Salamanca ganó metros. Y Altube buscó la portería de Pedro López tras una buena maniobra en la frontal. Pero su disparo con el exterior se perdió por encima del travesaño.

Pese a todas las adversidades los de El Plantío no perdieron la cara al choque y siguieron combinando con criterio en la zona ancha en busca de una fisura en la poblada retaguardia charra. Los locales convertían las acciones a balón parado en su arma principal.

Mucho cuidado debía tener el Burgos CF para capear el temporal con toda la segunda mitad por delante, pues sus dos centrales también estaban amonestados. Tocaba extremar las precauciones en la retaguardia para salvar los muebles en El Helmántico. En vista de las circunstancias el Salamanca sumó efectivos en labores ofensivas. 

De los locales fue la primera llegada peligrosa del segundo acto, en una acción individual de Ulises Torres, que se zafó de un par de jugadores del Burgos CF y culminó la jugada con un golpeo con la zurda que se perdió muy cerca del poste.

Aitor Larrazabal trató de explotar la superioridad numérica con un doble cambio para meter más pólvora sobre el césped.

El Burgos trataba de quitar revoluciones al encuentro. Y mantenía alejado a su oponente del área de Pedro López. Con 25 minutos por delante José María Salmerón movió ficha, dando entrada al terreno de juego a Toché -que llevaba varios encuentros sin participar- en el puesto de Raúl Sánchez, con lo que Juanma se desplazó a la banda izquierda, dejando la punta del ataque al veterano ariete murciano.

El primer acercamiento de los castellanos en la reanudación no tuvo final feliz. Borja Sánchez sirvió un buen balón atrás sobre la incorporación de Cerrajería, que golpeó el balón en buena posición de forma defectuosa en el minuto 70.

Lo mejor estaba todavía por llegar. Cuando todo parecía abocado a las tablas, el Burgos CF aprovechó una acción aislada para dar una puñalada mortal a su oponente. Fue una larga transición de todo el frente de ataque. La conexión entre la pareja de medioscentro resultó decisiva. Juanma cedió atrás sobre Miki Muñoz, que se inventó un pase de fantasía que derribó la barrera de la defensa charra. 

El vizcaíno recogió el balón y maniobró en el área como si se fuese un consumado ‘killer’. Regateó a su par en una baldosa junto a la línea de fondo. Tras dejarle sentado y casi sin ángulo golpeó el esférico con el exterior de su pierna derecha para colocarlo entre el poste y el meta Sotres.

El Salamanca tiró de orgullo para volcar la contienda en campo burgalés. De hecho, generó hasta el final del duelo -se añadieron 5 minutos- ocasiones más peligrosas que en todo el tramo anterior. Pedro López se tuvo que emplear a fondo para evitar el empate. Repelió a saque de esquina un zurdazo de Gio Navarro desde la frontal. Y acto seguido Córdoba evitó el 1-1 en un remate de Borja López que salvó bajo palos.

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