El Correo de Burgos

FÚTBOL / SEGUNDA B

Osasuna B pone a prueba las aspiraciones del Burgos CF

El cuadro blanquinegro tiene hoy por delante un exigente test frente a un filial rojillo muy solvente en Tajonar (16,30 horas) pero que ha perdido fuelle en las últimas jornadas

Juanma golpea un balón en el choque de ida contra el Osasuna B. Santi Otero

Juanma golpea un balón en el choque de ida contra el Osasuna B. Santi Otero

Burgos

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Cuatro victorias consecutivas han devuelto al Burgos CF las ganas de soñar. Superada la profunda depresión en la que se encontraba sumido, quiere aprovechar la corriente de optimismo instalada en el vestuario para apurar al máximo sus opciones de finalizar la temporada alcanzando el objetivo de partida.

Esta tarde dispone de una inmejorable oportunidad para protagonizar un nuevo golpe de efecto en su vertiginosa escalada de posiciones en la general que inició con el arranque de la segunda vuelta de competición. 

Viaja a la capital navarra para verse las caras contra el Osasuna B, que ha pasado a convertirse en las últimas jornadas en uno de sus rivales directos en la lucha por el play-off (Tajonar, 16,30 horas).

Enfrente les espera un conjunto que ha bajado el pistón desde el pasado mes de diciembre. Los últimos resultados le han apeado de los puestos de promoción de ascenso que ocupó durante la primera vuelta de la competición (Osasuna B es actualmente sexto, con tan solo dos puntos más en su casillero que los blanquinegros).

Pero el Burgos CF no se fía del aparente mal momento del filial pamplonés, que es uno de los equipos más solventes del Grupo 2 cuando actúa ante su público. De hecho, el cuadro rojillo presenta unos números de aspirante a todo en Tajonar, donde ha sumado 9 victorias, 3 empates y tan solo 1 derrota -contra el líder- en los 13 partidos que ha disputado en casa.

Una nueva victoria, que sería la quinta consecutiva, permitiría a los castellanos superar a su rival de turno en la clasificación. Y obtener una considerable inyección de moral de cara al tramo final de la campaña. 

ElBurgos CF pretende pescar en el río revuelto del filial pamplonés manteniendo las señas de identidad que tan buenos resultados le han dado en las últimas semanas: solidez defensiva y notable pegada en campo contrario.

Para la disputa de este exigente compromiso tierras navarras José María Salmerón deberá introducir alguna variación en el once inicial que protagonizó la resurrección del equipo. Una de las piezas fundamentales del engranaje blanquinegro, Miki Molina, no podrá viajar a Pamplona con sus compañeros por sanción -vio el pasado fin de semana la quinta cartulina amarilla desde que se incorporara a las filas del Burgos CF-.

La búsqueda de su sustituto en la medular ha sido esta semana uno de los principales quebraderos de cabeza para el técnico blanquinegro, que tenía en mente varias alternativas. Una de las que cuenta con más visos de convertirse en realidad es la de situar como pivote defensivo a Julio Rico, que podría volver a la convocatoria tras perderse el choque contra el Tudelano del pasado fin de semana por sanción. El sevillano sufre una sobrecarga en el sóleo que le impidió completar la sesión de trabajo del jueves, pero ayer se ejercitó con con normalidad. 

Si el zaguero no tiene hoy molestias será el elegido para cubrir la baja del centrocampista catalán, pero si no está en plenas condiciones ganarán peso las opciones de Carlos Indiano o Matías Rosales. Salmerón, que no podrá contar tampoco con el lesionado Diosbert Rivero, desplazará hasta Pamplona a los 19 jugadores de la plantilla. Ya última hora tendrá que realizar un descarte. 

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