Deportes depende del protocolo de la Junta para organizar el curso

BURGOSLa temporada 2020-2021 se presenta tan incierta como ilusionante para el deporte local. Los clubes trabajan casi a ciegas para construir sus nuevos proyectos, al igual que el Ayuntamiento de Burgos en su intento por dar respuesta a las necesidades de los equipos y de los deportistas.La incertidumbre condiciona cada paso al frente completado desde mediados de marzo y también afecta a todos los detalles relacionados con la próxima campaña. El Servicio de Deportes se mantiene a la espera de que la Junta de Castilla y León publique el próximo jueves, 23 de julio, el reglamento que regulará la práctica deportiva en el nuevo curso. Será a partir de entonces cuando los técnicos y la administración local dispongan de una base para articular todos los aspectos relacionados con el día a día de las diferentes disciplinas.Uno de los temas a tratar es la distribución de las horas de pista. Los ascensos del CD El Cid, CB Tizona y Balonmano Burgos, sin olvidar el intento de las Pingüinas de rugby aplazado al mes de septiembre, aumentarán la demanda y sobrecargarán la ya saturada red de instalaciones. Más allá de encontrar la solución a la cuadratura del círculo, será el nuevo protocolo sanitario el que marque las verdaderas limitaciones a salvar.«Muchos equipos comparten pistas y aún no sabemos qué exigencias marcará la Junta para el uso de las instalaciones», advierte el concejal de Deportes, Leví Moreno, a la espera de noticias oficiales. «Normalmente pedimos a los clubes que nos remitan antes del 31 de mayo su solicitud de pistas, pero en vista de las circunstancias esperaremos a ver qué nos dicen», añade.El polideportivo El Plantío y el campo multifuncional Bienvenido Nieto de San Amaro son dos de los complejos más demandados. El Ayuntamiento de Burgos ya ha iniciado las conversaciones con los equipos implicados, aunque no se trata únicamente de alcanzar un acuerdo entre clubes. «De poco servirá llegar ahora a un entendimiento si el nuevo protocolo marca que después de cada entrenamiento debemos desinfectar toda la instalación -pista, vestuarios, duchas…- y dejar un tiempo mínimo de espera entre una actividad y otra», explica.Moreno no esconde su preocupación porque en las circunstancias actuales «influyen muchos factores». «Aún no sabemos cómo lo vamos a hacer. Mantenemos reuniones y tenemos en cuenta cada detalle como el tiempo que necesitaríamos para que una pista como la de El Plantío pase de acoger un entrenamiento de baloncesto a otro de balonmano», señala, en relación a las nuevas necesidades de un BM Burgos ascendido a División de Honor Plata.Sea como fuere, el concejal de Deportes asume que el diálogo con los clubes profesionales no es su principal dolor de cabeza. «Estamos inquietos por los niños. No sabemos qué pasará con los Juegos Escolares o qué debemos hacer para garantizar el correcto desarrollo de la actividad en aquellas disciplinas que reúnen a un montón de chavales de cantera», señala.El tiempo comienza a apremiar mientras el Ayuntamiento de Burgos espera el protocolo oficial. Clubes y deportistas necesitan respuestas para concretar toda la planificación de la temporada y Moreno entiende su situación, pero considera errónea la apuesta de la mayoría de disciplinas deportivas para la próxima temporada. «Creo que se está haciendo algo mal. Ahora mismo lo que se necesita es tiempo para trabajar y para adaptarnos sobre la marcha a lo que pueda ocurrir en las próximas semanas. Ese margen nos permitiría ver cómo se desarrolla la pandemia de cara al otoño y el invierno. Considero necesario un debate nacional para aplazar el inicio de las competiciones a octubre o noviembre», indica. De momento, toca esperar a la Junta de Castilla y León.