POLIDEPORTIVO
El difícil regreso a los entrenamientos
Los clubes quieren volver a la actividad, pero la incertidumbre y la falta de claridad en los protocolos de prevención condicionan los planes
BURGOSEl deporte quiere volver. Desde la base hasta los profesionales de máximo nivel. Pero no resulta sencillo dar con la tecla adecuada por la falta de certezas, por la ausencia de protocolos equilibrados o por el proceso de adaptación de todas las instalaciones.Algunos como el San Pablo se ejercitan con la mayor normalidad posible dentro de las circunstancias. O, al menos, el equipo de ACB ha encontrado la manera de sentirse cómodo en esta realidad. Si bien nada puede darse por seguro en esta campaña 2020-2021, el conjunto dirigido por Joan Peñarroya ya se prepara con plenas garantías en su rutina.Otros como el Balonmano Burgos también acumulan semanas de trabajo a expensas de lo que pueda ocurrir con la competición. El siguiente en ponerse en marcha es el UBU Tizona de LEB Oro una vez que el Burgos CF volvió ayer al trabajo casi seis meses después. Lo hace refugiado en una Ciudad Deportiva de Castañares que ha sufrido este verano una destacada adaptación a las exigencias de la pandemia.Sin embargo, no todos los equipos tienen los medios ni los recursos económicos del club de El Plantío. Es el caso de los conjuntos de Tercera División de fútbol o del Juventud del Círculo de fútbol sala, pendientes de que se aclaren todos los asuntos administrativos, sanitarios y federativos para alzar el telón de la temporada.El Seat Arlanzón Motor y el Real Burgos saben cuándo debería empezar el curso en Tercera División -el 18 de octubre es la fecha establecida-, pero aún desconocen dónde y de qué manera volverán a la actividad.El Ayuntamiento de Burgos plantea que ambos se desplacen a Pallafría y liberen San Amaro mientras dure esta situación especial. Una medida provisional que puede aplicarse durante la preparación o a lo largo de toda la temporada en función del desarrollo de la pandemia.El Seat Arlanzón Motor pretende ejercitarse a partir de la próxima semana, pero el complejo de Pallafría aún no está adaptado a las nuevas medidas sanitarias. Administraciones y clubes tampoco toman como una referencia exacta el borrador elaborado por el Consejo Superior de Deportes para los clubes no profesionales porque el plan resulta inviable tanto desde el punto de vista organizativo como en el aspecto económico.«Nosotros no podemos hacer un PCR a los jugadores cada 72 horas», zanja Carlos Cámara, presidente del Seat Arlanzón Motor. La entidad blanca se siente «indefensa» ante esta situación y acusa la «incertidumbre» del momento. «Queremos entrenar, no sabemos cómo hacerlo y no podemos hacer nada», lamenta.El Ayuntamiento de Burgos, por su parte, solo abrirá las puertas de sus instalaciones si los clubes pertenecientes a deportes de contacto (todos los colectivos, por ejemplo) acreditan que cuentan con algún profesional en sus filas. Además, los equipos deben presentar un protocolo propio para usar la pista, disponer de su material (geles y alfombrillas desinfectantes, termómetros, mascarillas...), facilitar la relación de personas participantes en la actividad y firmar un compromiso de cumplimiento de las normas.En el caso de las entidades deportivas de carácter totalmente amateur solo podrán ejercitarse los practicantes reconocidos como deportistas de Alto Rendimiento o de Alto Nivel, ya sea por parte del CSD o por parte de la Junta de Castilla y León.