BALONCESTO / ACB
Una cesión sin retorno asegurado
Huskic se despide a través de las redes sociales / El Hereda San Pablo no garantiza su regreso / Albano prioriza que el jugador recupere su nivel y aproveche al máximo esta nueva etapa
BURGOS
Goran Huskic ya es un MIB más, centrado desde este momento en que el Bilbao Basket salga del apuro en el que se encuentra. Su adiós al Hereda San Pablo responde a una situación normal del mercado, un movimiento positivo para todos los implicados. La operación tiene fecha de caducidad y, sin embargo, no garantiza el regreso a casa del serbio.
«Vamos a ir a paso a paso. Lo que importa ahora es que Goran vuelva a sentirse jugador de primer nivel, que esté activo y que compita cada partido. Y eso es lo que queremos», resume Albano Martínez.
El gerente y director deportivo de la SAD del Coliseum hace suyo el deseo de toda la afición. La grada echará en falta a uno de sus grandes ídolos, uno de los pívots más determinantes de la liga. «Veíamos que no iba a disponer de muchos minutos en este momento y es importante que pueda sentirse partícipe, aunque sea en otro club», explica Albano.
Huskic renovó en 2019 por tres temporadas y nadie podía imaginar los giros inesperados que le tenía reservado el destino. El adiós de Diego Epifanio y una grave lesión condujeron al interior a un callejón de difícil salida como jugador de un Hereda San Pablo en plena progresión. «Es alguien muy importante en nuestra corta historia, pero ha tenido mala suerte y las circunstancias obligan a replantearse la situación», plantea el director deportivo local.
El ‘23’ se va con billete de vuelta porque cuando finalice su préstamo en Miribilla aún tendrá un año de contrato en Burgos. Sin embargo, nada garantiza hoy que vuelva a vestir de azul en 2021 y el club tampoco se plantea ahora este debate.
«Sufrió una lesión complicada y no tuvo una recuperación al uso porque coincidió con la primera ola de la pandemia. Ahora Goran desea y necesita tener minutos y no podíamos oponernos a la oportunidad de hacerlo en otro equipo», explica el ejecutivo del club azul.
No ha sido un año fácil para el pívot, quien estuvo en el escaparte durante el verano para reincorporarse a última hora al Hereda San Pablo. A pesar de ello, Albano destaca «la actitud y la predisposición ejemplar» del balcánico, quien no gozó de la plena confianza de Joan Peñarroya.
El CB Miraflores despide a otro icono. Como ya sucediera con Epi o Javi Vega por diferentes circunstancias, Huskic tampoco podrá recibir el calor del Coliseum. Regresará como rival el próximo 29 de diciembre y el tiempo dirá si volverá a bailar en la pintura para la parroquia local.
El serbio tampoco dio espacio a su regreso en la despedida compartida a través de las redes sociales. Al contrario. «Quiero agradecer a la afición el apoyo y el cariño que he recibido durante estos cinco años. Espero haberlo devuelto con trabajo, esfuerzo y honestidad. Esto siempre quedará en mi corazón. Deseo mucha suerte al club y a vosotros (a los seguidores). Seguro que llegarán cosas aún más grandes», indicó.
Habrá que esperar para aclarar un panorama hoy complejo. Mientras, el Hereda San Pablo toma posiciones en el mercado para reforzar su juego interior con un quinto pívot. A ser posible, con licencia española para cumplir con la normativa de la BCL sin recurrir a un descarte. Huskic ya no tendrá ese rol secundario y se centra en recuperar su brillo como jugador del Bilbao.