PRUEBA / DFSK F5 Classic
DFSK F5, del lejano Oriente
El DFSK F5 es un SUV muy atractivo y original con el que llamaremos mucho la atención allá por donde pasemos, además de contar con un excelso equipamiento y un gran rodar en carretera.
En su momento probamos el SUV grande de una marca desconocida (aún) pero que seguro nos dará mucho de qué hablar en los próximos años. Hoy pasa por nuestras manos el segundo componente lanzado en España de la marca china.
El F5 es un SUV con marcadas líneas coupeizadas que comparte muchas sinergias con su «hermano» 580, pero que son sus grandes diferencias las que lo hacen único y muy, pero que muy, atractivo.
El frontal destaca por unos faros rasgados de tecnología LED para todas las funciones, con una iluminación muy buena en horas nocturnas y con encendido de luces automático. Por otra parte; el profuso paragolpes contiene las luces antiniebla, también de tipo LED, adornadas con un perfil en cromo y sendas toberas de admisión de aire, que sólo cumplen una mera función estética. No obstante; lo más llamativo de ese frontal es la parrilla delantera, con efecto diamantado y el enorme logo de dos golondrinas en vuelo en el centro, un guiño estético que emula a lo que, en su momento, comercializó una marca como Mercedes Benz.
En su visión lateral, observamos ese marcado acento coupé que porta ésta carrocería, con una línea hacia la zaga muy pronunciada desde el pilar B. Es una solución estética recurrente, que hace de los SUV más convencionales, algo más atractivos. Por último, señalamos a esas ruedas con unas preciosas llantas exclusivas de 18 pulgadas y en gris ahumado, una configuración única en los F5 nuevos.
La zaga destaca por tener una enorme superficie de chapa, con una luna bastante pequeña, coronada por un discreto alerón posterior y unos alargados pilotos, también de tecnología LED, unidos virtualmente con otro perfil cromado e intermitentes dinámicos, que no sé si serán más efectivos, pero sí que sé que son muy efectistas.
Abrimos el maletero y descubrimos una gran boca de carga, con una superficie de 379 litros. para ubicar nuestro equipaje No es mucho para un SUV de 4,68 metros, pero no podemos esperar mucho más de una carrocería con una caída muy acusada en la zaga y además, un depósito metálico de GLP debajo del piso, en donde debería ir una rueda de repuesto original.
Disponemos de una boca de carga bastante amplia pero con un perfil especialmente elevado. De todas formas podemos actuar sobre él con las llaves que, ¿os habéis fijado?, tienen ciertas similitudes de diseño con la de los Porsche más modernos.
Entramos en las plazas posteriores y disponemos de un gran espacio para dos ocupantes, bueno, podrían ser tres, ya que el túnel central no es voluminoso. Nos encontramos con mucho espacio vital, en el que destacamos la separación de los asientos delanteros hacia las rodillas, aunque también es motivo de reseña la anchura o el espacio del techo hasta nuestras cabezas.
Abrimos las puertas delanteras y nos recibe una luz de cortesía proyectada hacia el suelo. Son unos asientos suntuosos, revestidos en símil de cuero en su totalidad, con la palabra Fengon cosida en los respaldos, un aparente buen agarre lateral, de ajustes eléctricos y calefactados.
Moderno y equipado
Ante nosotros se nos presenta un cuadro de mandos mucho más moderno y mejor acabado del que pudimos ver en el DFSK 580. Nos encontramos una instrumentación simple, sin ningún tipo de parafernalia superflua. Dos relojes analógicos y la pantalla del ordenador de a bordo en el centro, con una información correcta y suficiente en todo momento.
El salpicadero está compuesto por un material plástico con efecto fibra de carbono y en el centro de todo, la gran pantalla táctil de 10,25 pulgadas con una visibilidad muy correcta y un funcionamiento e intercambio de menús suficiente. Debajo también tiene otra especie de pantalla, correspondiente al equipo de climatización, mucho más espartana.
Detrás del retrovisor interior tiene una microcámara, a la que podemos insertar una micro-SD y grabar nuestras peripecias al volante, además de que si hay algún accidente, o similar, la cámara grabará 45 segundos de trayecto, que después se borra de forma cíclica, para poder utilizar esas imágenes en un posible juicio, por ejemplo.
Entre los dos asientos nos encontramos el selector del cambio y, alrededor de él, diversos botones táctiles como el correspondiente a la desactivación del sonido de los sensores de aparcamiento o el control de descensos.
En España se comercializa la versión Classic que viene muy bien equipada, siendo una de las mejores relaciones precio-equipamiento-imagen del mercado. Entre otros elementos disponíamos de asistente de frenada de emergencia, modos de conducción, tapicería y revestimientos de símil cuero, control de velocidad de crucero, asistente de arranque en pendiente, control de descensos, portón del maletero eléctrico, arranque y apertura por botón, climatizador, ordenador de a bordo, llantas de 18 pulgadas, asientos delanteros eléctricos y calefactados, pantalla táctil de 10,25 pulgadas del equipo de infoocio, techo solar panorámico y practicable eléctricamente, cámara de ayuda al aparcamiento trasero, cámara frontal de grabación cíclica, sensores de lluvia y luces, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, faros LED delanteros y traseros con intermitentes dinámicos, posibilidad de bi-fuel con GLP, control de presión de neumáticos o luz de bienvenida proyectada hacia el suelo.
Origen conocido y GLP
La mecánica que monta el DFSK F5 es un 1.5 de origen Mitsubishi, indestructible, con posibilidad de funcionar con GLP, de 135cv y 220 Nm de par máximo y está asociado a un cambio de marchas de variador continuo (fabricado por el especialista ZF) de una marcha.
Con esa configuración, nuestro F5 alcanza los 180 Km/h de velocidad punta y es capaz de hacer el 0-100 Km/h en 11,5 segundos, con unos consumos homologados por la marca de 9,8 l/100 Km.
Es un motor voluntarioso, que tiene una potencia loable, pero que no entrega toda su caballería de golpe, sino que es bastante progresivo de reacciones. Por otra parte la conducción es confiada, ya que el esquema de suspensiones nos ofrece un enorme compromiso entre confort y dinamismo, absorbiendo muy bien las imperfecciones del asfalto.
Grandes valores
Sin duda, el DFSK F5 es un SUV muy atractivo y original con el que llamaremos mucho la atención allá por donde pasemos, además de contar con un excelso equipamiento y un gran rodar en carretera. Es un modelo muy atractivo que, seguro, gustará a muchos potenciales clientes, porque no encontrarán un SUV con esa imagen, ese equipamiento y tan ajustado de precio. Esos son sus valores.