BALONCESTO / ACB
El Hereda San Pablo no tiene techo
Una sensacional reacción en la segunda mitad permite a los castellanos asaltar el fortín del Joventut -donde solo había ganado el Real Madrid- / Jasiel Rivero lidera una remontada que supone la clasificación virtual para la Copa del Rey
JOVENTUT 78 – HEREDA SAN PABLO 95
Joventut Badalona: Bassas (11), Ventura (13), Pau Ribas (7) Brodziansky (6) y Birgander (8) -quinteto inicial-; Morgan (9), Tomic (5), Dimitrijevic (10), López-Aróstegui (9), Dawson y Parra.
Hereda San Pablo: Renfroe (5), McFadden (8), Salvó (2), Rivero (25) y Kravic (11) -quinteto inicial-; Cook (14), Benite (16), Rabaseda (5), Barrera, Horton (5), Sakho (4) y Salash. Árbitros: Araña, Pérez y García. Eliminado por 5 faltas el visitante Kravic (min. 37).
Parciales: 22-16; 41-37 (descanso); 59-68 y 78-95 (final). Un golpe de efecto que vale la clasificación virtual para la Copa del Rey protagonizó el Hereda San Pablo en una pista talismán, la del Joventut (78-95). El combinado burgalés sumó en Badalona su décima victoria de la temporada, que le deja en una situación inmejorable para sellar próximamente el billete hacia la que sería su primera participación en el torneo del KO.
El cuadro azulón firmó una sobresaliente actuación en la segunda mitad del encuentro para hacer hincar la rodilla a los verdinegros en el Palau Olimpic, un hito que hasta el momento solo había logrado el Real Madrid.
La escuadra de Joan Peñarroya supo aferrarse a la vida en los dos primeros cuartos, cuando sufrió para contener el arsenal ofensivo de los catalanes. Y dio una exhibición en el tramo decisivo. De la mano de una defensa que asfixió por completo a su rival fue creciendo en campo contrario para sacar de la pista a los verdinegros.
Omar Cook mantuvo a los suyos con vida cuando peor pintaban las cosas. Y un descomunal Jasiel Rivero lideró la remontada castellana tras el paso por los vestuarios -el cubano completó su mejor actuación anotadora en la ACB-.
En tromba saltó a la pista el Joventut, dejando patente desde el salto inicial cuáles son sus mejores virtudes sobre la pista. Dos triples consecutivos, en otros tantos intentos, de Bassas y Ribas, pusieron el 6-0 en el electrónico. Los de Badalona son uno de los equipos con más efectividad desde el perímetro. Y bien que lo demostraron, con sus exteriores haciendo mucho daño a la defensa burgalesa.
El San Pablo sufría lo indecible para superar el entramado defensivo planteado por la Penya. Y los puntos solo llegaban de la mano de Kravic en la pintura (8-4). Los castellanos ajustaron su retaguardia para cerrar los tiros liberados desde más allá de la línea de 6,75. Y con ello taponaron la vía de agua. Además, se metieron en la pomada con un triple de Renfroe.
Pero la pareja Bassas - Ribas hacía diabluras. No les temblaba la mano pese a los lanzamientos errados y seguían a lo suyo martilleando desde el exterior. Y además se sumó a la fiesta Morgan para llevar el 17-9 al electrónico, con el Hereda dejándose puntos en el camino desde la línea de tiros libres.
Ya con la segunda unidad en pista el San Pablo acortó distancias gracias a un lanzamiento de tres de Cook y los tiros libres de Sakho. Aunque López-Aróstegui volvió a estirar la renta en la última acción del primer cuarto (22-16).
Mejor fue el regreso a la cancha de los de Joan Peñarroya. El técnico catalán refrescó conceptos en el receso y la puesta en escena fue inmejorable con un parcial de 0-8 que puso a los burgaleses por delante en el tanteador (22-24) por vez primera en el partido merced a los triples de Cook y Benite -y a una bandeja de este último-.
Entre el brasileño y el neoyorquino cocinaron la remontada en el Palau Olimpic. Pero la réplica de los verdinegros fue también contundente desde el perímetro con el acierto de Ventura.
El juego interior comenzó a ganar protagonismo en ambos contendientes en el tramo final. La conexión Cook - Kravic permitió a los castellanos enjugar la ventaja local (32-32), con el partido subiendo de ritmo y posesiones muy cortas.
Joventut abrió hueco de nuevo de la mano de un Bassas muy fino en la dirección. Peñarroya no ocultaba su enfado y exigía más concentración defensiva para evitar que los catalanes anotaran canastas fáciles bajo el aro en las penetraciones.
Justo antes del descanso los catalanes volvieron a abrir una pequeña brecha aprovechando una técnica al banquillo burgalés. Aunque Renfroe, sobre la bocina, permitió a los burgaleses minimizar daños (41-37).
Los catalanes, que habían anotado la inmensa mayoría de sus puntos en acciones de sus exteriores, perdieron a una de sus mejores bazas (Pau Ribas) por lesión de cara a la segunda mitad.
McFadden y Benite metieron al San Pablo en la pomada en los primeros minutos del tercer cuarto (43-42). Aunque no todo eran buenas noticias, puesto que Kravic -hasta el momento su máximo anotador-, se tuvo que ir antes de tiempo al banquillo con 4 personales (dos cometidas sobre Tomic en un suspiro).
El duelo se tornó en una batalla sin tregua, con intercambio de golpes constante entre los dos contendientes (47-47). Omar Cook se convirtió en el hombre clave de los castellanos. Brillante en la dirección y letal desde el triple, para poner en ventaja al Hereda. Aunque en las filas locales Tomic había resucitado y hacía mucho daño bajo tabla.
La defensa del San Pablo había encontrado la fórmula para secar a su oponente, ahora poco acertado desde el perímetro. Y bien que lo aprovechó para cobrar ventaja en el electrónico tras un triple de Benite (51-59) -con un parcial de 10-22 en lo que iba de acto-.
El Joventut fiaba todas sus opciones a las penetraciones de Dimitrijevic, desde donde llegaban los puntos de los locales. Pero los del Coliseum no mostraban fisuras, con Rivero dominando el rebote y Benite dando aire a los suyos con su buen tino desde la línea de 6,75.
Un fabuloso rendimiento en el tercer cuarto hizo que el San Pablo entrara con una renta de 8 puntos a los últimos 10 minutos de la contienda. Rivero dominaba la pintura con firmeza para hacer más grande la herida de la Penya (59-75).
Siete puntos consecutivos del interior cubano, que se mostraba intratable, obligaron al técnico del Joventut a parar un partido que se les escapaba entre los dedos.
San Pablo se mostraba muy sólido y convertía en oro todas sus acciones para allanar el camino hacia el triunfo (62-83). La defensa azulona anulaba a los mejores efectivos de los verdinegros, mientras que seguía martilleando el aro rival con mucho acierto, con un Rivero lanzado y una actuación colectiva sobresaliente.
Con todo el pescado vendido el cuadro burgalés logró mantener su ventaja con enorme solvencia.