El Correo de Burgos

FÚTBOL / Segunda B

Doloroso pinchazo del Burgos CF

El conjunto blanquinegro pierde dos puntos de oro ante el colista / Los locales vencían por 2-0 en el 84 / El Covadonga recortó distancias antes de igualar en el 94 en la última acción del partido tras un saque de banda colgado al área / Miki Muñoz y Barovero acabaron tocados

Los jugadores del Burgos se lamentan tras encajar el segundo gol. SANTI OTERO

Los jugadores del Burgos se lamentan tras encajar el segundo gol. SANTI OTERO

Publicado por
DIEGO ALMENDRES

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BURGOS CF  2

COVADONGA  2

Burgos CF:

Barovero; Raúl Navarro, Zabaco (Leak, min. 77), Elgezabal, Lobato; Undabarrena, Miki Muñoz (Cerrajería, min. 60); Alarcón (Córdoba, min. 73), Javi Gómez, Juanma (Pisculichi, min. 77); Claudio Medina (Saúl Berjón, min. 60).

Covadonga:

Aitor Rodríguez, Castiello, Elena, Secades (Pozo, min. 75), Sergio Ríos (Javi Martón, min. 63), Edu Font (Diego García, min. 63), Álvaro del Río (Jaime Álvarez, min. 63), David González (José Luis, min. 45), Artabe, Pablo Naredo y Manu Rodríguez.

Árbitro:

Fuente Martín (colegio cántabro). Amonestó al local Barovero y al visitante Castiello.

Goles:

1-0, min. 50: Juanma, de penalti; 2-0, min. 75: Cerrajería; 2-1, min. 84: Pozo; 2-2, min. 94: Javi Martón.

 

BURGOS

El gol del visitante Javi Martón en el minuto 94 dejó helado a un Burgos CF frenado por el colista en un momento muy inoportuno de la temporada. El líder cede un terreno muy valioso con este pinchazo inesperado en un partido en el que vencía por 2-0 en el 84 y pierde una oportunidad única de asegurar su privilegiada posición. Todo, antes de entrar en la decisiva fase del calendario ante sus rivales directos.

Parecía que los castellanos habían resuelto a tiempo una misión más compleja de lo que dictaba el marcador. Tras una primera parte marcada por las imprecisiones, los anfitriones aceleraron tras el descanso y, de repente, se vieron en un problema con el 2-1 encajado en una acción aislada. Y lo peor llegó en la última acción tras un saque de banda que la defensa no supo resolver.

En los primeros compases ambos equipos siguieron el guion definido. El Burgos quiso mostrar un fútbol aseado, sin prisas, para ganar profundidad en sus acciones. Los blanquinegros lo intentaron por fuera en mil y una ocasiones, pero su falta de acierto en el último pase arruinó cada acción ofensiva.

Javi Gómez, burbujeante, no paró de ofrecerse para buscar la solución con centros al área que acabaron en el limbo o despejados por la zaga de un Covadonga seguro y nada reservón. El colista saltó a El Plantío con las ideas claras y en ningún momento renunció a sus opciones de ataque con Edu Font y Ríos como incómodas referencias ofensivas.

Claudio Medina pidió penalti de forma tímida en uno de esos constantes envíos al área. Tampoco por la derecha se consiguieron mejores resultados con un Raúl Navarro multiplicado y un Alarcón que no acabó de sentirse a gusto. Los minutos pasaban, los errores aumentaban y el rival ganó confianza.

Por momentos, el partido entró en una espiral peligrosa. El Burgos no era capaz de dar con la tecla por fuera y apenas conectó por dentro o entre líneas. Juanma tenía que recorrer muchos metros para entrar en contacto con el balón y las pérdidas no forzadas alimentaron a un Covadonga dominador en algún tramo de la primera parte.

Por fin, un centro de Lobato conectó con la cabeza de Claudio, aunque el remate del delantero se marchó fuera. Era el minuto 20 y hasta el 30 el colista se plantó en terreno burgalés para generar incertidumbre. Cierto es que los azules no tuvieron remate salvo en una acción individual de Ríos, pero fueron momentos algo complicados.

Eso sí, el Burgos se dejó lo mejor para el sprint final previo al descanso y mereció el gol en el minuto 35. Esta vez Juanma ganó el balón colgado al área y dejó el tanto en bandeja a un Claudio Medina que la pegó en semifallo con todo a favor. Tan mordido fue el remate que Aitor, ya vencido y superado, tuvo tiempo para sacar el pie contrario como si fuera una rabona para despejar el peligro sobre la línea.

El tanto no llegó, pero la ocasión echó atrás a un Covadonga en apuros ante el arreón blanquinegro. Claudio se topó de nuevo con el portero con un remate pegado al poste y Javi Gómez dispuso de otras dos buenas opciones para marcar, sobre todo en una contra generada por Elgezabal y culminada con un disparo cruzado que se marchó por poco.

Llegó el descanso y el Burgos aún tenía margen para alcanzar el objetivo. Respiró aliviado el cuadro local al encontrar el escenario deseado nada más comenzar el segundo tiempo, justo después de que Claudio Medina se revolviera bien en el área.

Calero cambió la posición de los extremos y Javi Gómez pronto le dio la razón. El ‘12’ se internó en el área y su envío acabó en penalti después de que Castiello cargara sobre Juanma. El andaluz no falló desde los 11 metros y abrió la lata para un conjunto local que fue a más.

Los castellanos lamentaron la lesión de Miki Muñoz tras un golpe y tragaron saliva en una falta lateral que Zabaco despejó sobre la línea de gol. Sea como fuere, los blanquinegros se sintieron mucho más cómodos jugando a favor de corriente y debieron sentenciar.

Aitor salvó de nuevo a los suyos con una mano destacada tras desviar Artabe un disparo de Alarcón que se colaba en la portería y, a continuación, Juanma se llenó de balón para disparar alto. Se intuía el segundo gol, un botín necesario para evitar la reacción de un Covadonga que apuró hasta el final sus opciones y lo hizo con éxito.

Logró el Burgos su propósito en el minuto 75. Cerrajería recogió un rechace en el área pequeña para superar a Aitor tras una buena acción de un Juanma que, como Javi Gómez, estuvo en todas las salsas.

Ahora sí, el 2-0 debía garantizar un tramo final de partido al líder. Calero dio descanso a jugadores como Juanma o Zabaco y pocos contaban con el cambio de guion vivido. En una acción aislada, el visitante Pozo recogió el balón y avanzó metros sin oposición para soltar un disparo en parábola que entró en la escuadra de la potería castellana. Era el 2-1 y el partido reservó a partir del minuto 84 una dosis extra de incertidumbre que acabó en pesadilla.

El conjunto de Calero quiso dormir el partido, pero no lo cerró. El Covadonga acumuló hombres por delante del balón y ya entrado el añadido Barovero sufrió un golpe que el árbitro no entendió como falta. Aún dolorido y sin tiempo para recuperarse el portero burgalés, el Covadonga tuvo la última opción sobre la bocina con un saque de banda colgado al área.

La defensa castellana fue incapaz de sacar el balón del barullo y Javi Martón, con la caña preparada, solo tuvo que conectar con la pelota para convertir el 2-2 y frenar al Burgos en el momento más inoportuno. Todo un golpe difícil de digerir.

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