FÚTBOL / Segunda División B
El Burgos CF ejerce de líder
El conjunto blanquinegro se rehace tras el último pinchazo y da un paso adelante fundamental / Derrota al Valladolid B en un partido serio, se hace con el average particular en el añadido y aprovecha el tropiezo de la Cultural para reforzar su posición
BURGOS CF 2
VALLADOLID B 0
Burgos CF:
Barovero; Álvaro Rodríguez, Zabaco, Córdoba, Raúl Navarro; Undabarrena, Elgezabal, Cerrajería (Miki Muñoz, min. 76); Javi Gómez (Alarcón, min. 65), Saúl Berjón (Lobato, min. 83) y Juanma (Claudio Medina, min. 83) .
Valladolid B:
Gaizka, Sergio López, Palomeque, Alonso, Nieto, Moha (Paulo Vitor, min. 86), Oriol (Mikel Carro, min. 76), Elliot (Fran Álvarez, min. 61), Zalazar, Dali (Castri, min. 76) y Uche (Benito, min. 61).
Árbitro:
Conejero Sánchez (colegio extremeño).
Tarjetas amarillas:
Al local Córdoba.
Tarjetas rojas:
No hubo.
Goles:
1-0, min. 74: Juanma; 2-0, min. 92: Claudio Medina.
BURGOS
El Burgos CF demostró que el inoportuno pinchazo frente al Covadonga fue una simple mancha en su brillante expediente y dio un paso adelante muy importante en sus aspiraciones al ganar al Valladolid B en partido aplazado.
Los blanquinegros exhibieron las virtudes de un líder sólido para llevarse el pack completo en una tarde redonda. Los de Calero derrotaron a un rival directo, se hicieron con el average particular y aprovecharon el traspié de la Cultural ante el Sporting B (1-1) para reforzar su privilegiada posición en la tabla.
Apostó Calero por proteger a su equipo ante la visita del Valladolid B. Ambos bloques se mostraron mucho respeto y el planteamiento de los blanquinegros -de rojo en esta ocasión a pesar de jugar en su casa- dejó claro que lo prioritario era evitar problemas.
Aitor Córdoba ganó protagonismo en el entramado defensivo de un Burgos CF que prescindió de salida de un referente en el área como Claudio Medina. Juanma fue el hombre más adelantado de los de El Plantío y demostró una vez más por qué es uno de los mejores jugadores de la categoría. Él solo se bastó para traer de cabeza a un Valladolid B incapaz de atar en corto al andaluz.
La premisa inicial otorgó el balón a la escuadra blanquivioleta. El Burgos no dudó en refugiarse y cedió la iniciativa a un cuadro pucelano interesado en seguir ese guión.
Eso sí, la primera ocasión del partido fue para Javi Gómez. El extremo, siempre bullicioso y vertical, recortó a su par en el vértice del área y sacó un disparo potente resuelto por el portero visitante.
Aunque demasiado replegado, el Burgos nunca renunció a sus opciones de ataque y debía recorrer muchos metros con balón. Por eso optó en muchas ocasiones por los desplazamientos en largo buscando las bandas o a Juanma, pero cuando tocó agradeció las apariciones de Cerrajería para conectar las líneas.
El ‘8’ y el ‘7’ combinaron en una buena triangulación finalizada con disparo forzado del delantero. Poco a poco los de Calero dieron un paso adelante con balón y en la presión.
Los blanquivioletas se contentaron con un par de remates lejanos de Dali y Zalazar. Los locales fueron a más y pasada la media hora tuvieron la mejor oportunidad en un disparo raso de Álvaro Rodríguez que se fue un palmo del poste.
Conscientes de que el rival tendría sus opciones, los anfitriones transmitieron firmeza y solo la falta de precisión en los últimos metros les impidió generar más acercamientos con peligro. Undabarrena recogió el balón en la caída y probó suerte en la frontal con un intento que no cogió la comba deseada.
El descanso sentó bien a los de Calero, quienes aprovecharon la dinámica positiva. Definitivamente, los blanquinegros salieron de la cueva para llevar la iniciativa en el inicio de la segunda parte. Otra cosa era dar con la tecla adecuada.
El Burgos tenía la situación controla en defensa, con un Valladolid que se alimentó de pequeños golpes de inspiración o de contadas fases de cierto peligro a balón parado.
La entrada de Fran Álvarez aportó una mayor movilidad al ataque pucelano y los locales respondieron con una clara ocasión. Córdoba salió desde atrás, progresó y se relamió cuando Alarcón le dejó la pelota muerta con todo a favor. Palomeque salvó a los visitantes de forma milagrosa al desviar la volea del central.
En el ambiente se palpaba que algo podía pasar. Para bien, o para mal. Del mismo modo que Juanma remató sin ángulo sin que nadie culminara la acción sobre la línea de gol, los blanquivioletas se lamentaron cuando Barovero salvó junto al poste el trallazo lejano de Oriol.
El partido se encaminaba hacia el desenlace. Y, entonces, llegó el 1-0. La encomiable lucha de Álvaro Rodríguez en banda derecha tuvo premio y Undabarrena llegó hasta línea de fondo para ceder el balón a Sául Berjón. El disparo del asturiano se topó con la intervención del portero y Juanma, con la caña preparada, fue el más listo en el rechace para adelantar a los anfitriones.
El bloque de Calero había hecho lo más complicado y debía aplicar en los últimos minutos la dura lección aprendida contra el Covadonga. El equipo de El Plantío junto líneas y se exprimió para evitar que el Pucela encontrara fuentes de alimentación en su ataque.
El paso de los minutos reforzó a los burgaleses, sobrios y seguros en retaguardia y cómodos cada vez que lograban desplegarse con espacios.
Así lo demostraron en el minuto 92, cuando en su intento por congelar el partido vieron cómo el rival les dejó hacer. Los locales movieron el balón, progresaron por banda izquierda y Lobato puso un centro para que Claudio Medina redondeara una fiesta completada con el pinchazo de la Cultural. El Langreo, cuarto con permiso de un Numancia con dos jornadas pendientes, ya está a 10 puntos.