FÚTBOL / Segunda B
El líder muestra su oficio
El Burgos CF empata en Vigo y se acerca un poco más al objetivo del primer puesto / Ambos tuvieron ocasiones para llevarse el triunfo / Alarcón adelantó a los blanquinegros y el Celta B igualó de penalti
CELTA B 1
BURGOS CF 1
Celta B:
Álvaro Fernández, Carreira, Markel, Carlos Domínguez, Diego Pampín, Holsgrove, Barri, Solís (Bruninho, min. 85), Gabri Veiga (Losada, min. 67), Manu Justo (Lautaro, min. 67) y Soni (Miguel, min. 78).
Burgos CF:
Barovero, Álvaro Rodríguez (Lobato, min. 46), Zabaco, Elgezabal, Raúl Navarro, Undabarrena, Miki Muñoz, Javi Gómez (Guillermo, min. 46), Alarcón (Cerrajería, min. 73), Berjón (Córdoba, min. 85) y Juanma (Claudio, min. 73).
Árbitro:
Pozueta Rodríguez (colegio cántabro).
Tarjetas amarillas:
Al local Barri y a los visitantes Elgezabal y Miki Muñoz.
Tarjetas rojas:
No hubo.
Goles:
0-1, min. 6: Alarcón; 1-1, min. 35: Manu Justo, de penalti.
El campeonato del Grupo I puede esperar una semana más. El Burgos CF, reforzado tras asegurar matemáticamente su presencia en el play off, madura un premio que tiene en el bolsillo y da por bueno el empate sumado ante el Celta B. Sobre todo, tras las derrotas de Valladolid B y Cultural. El líder sacó todo su oficio para salir de Balaídos con un resultado positivo, aunque ambos equipos dispusieron de ocasiones suficientes para llevarse el triunfo.
El Burgos ha demostrado ser un equipo fiable en todos los escenarios, capaz de adaptarse siempre a la situación sin perder ni un ápice de su capacidad competitiva. La visita a un campo de Primera puso a prueba al conjunto de Calero, cuya respuesta de salida fue impecable.
Si el Celta B esperó a un rival replegado y a la expectativa, se equivocó. Los visitantes mostraron una gran intensidad en la presión, ganaron las disputas y se mostraron cómodos para progresar con balón.
Undabarrena avisó en el minuto 4 con un disparo lejano y, a renglón seguido, los blanquinegros dieron el golpe de efecto.
Saúl Berjón peleó un balón perdido en el banderín de córner y salió con calidad entre dos defensores. El extremo ganó la línea de fondo y puso el balón atrás para que Alarcón batiera al portero con un disparo cruzado.
El cuadro de Calero disfrutó en menos de 10 minutos del guion deseado, consciente de que era imposible mantener ese ritmo y ese desgaste físico. Con el 0-1, los visitantes dieron un paso atrás y el Celta comenzó a maniobrar.
Era el plan esperado, pero también se asumió un riesgo. El bloque de Onésimo destaca por la calidad de sus hombres y por su pegada arriba, por lo que el Burgos CF debió extremar las precauciones ante el dominio de un rival que fue a más con balón.
Tras un par de amagos sin mayor peligro, los celestes avisaron con un disparo desde la frontal de Soni que se marchó fuera por poco. El bloque de Calero tenía la situación controlada, pero después de 20 minutos de juego el partido aún tenía mucho que ofrecer.
Los locales apuraron su primera batería de opciones con un peligroso golpe franco en la frontal que Carreira lanzó fuera ajustado al palo. El Burgos necesitaba dar un paso adelante y agradeció todas las ocasiones en las que jugadores como Saúl Berjón o Javi Gómez entraron en juego.
Durante unos minutos los rojos se mostraron algo más sueltos, sin remate. Gómez la pegó mordida y los dos córners disfrutados de forma consecutiva no tuvieron premio.
A pesar de ello, los de El Plantío sacaron al adversario de su dinámica positiva y, superada la primera media hora, todo marchaba bien. El partido se dirigía al descanso, pero una acción desafortunada cambió el rumbo del choque.
El árbitro señaló el punto de penalti en un forcejeo de Elgezabal con Veiga mientras disputaban la posición dentro del área. Manu Justo engañó a Barovero y con el 1-1 el Burgos entró en un terreno pantanoso.
De hecho, lo mejor que le pudo pasar al conjunto visitante fue la llegada del intermedio. Los celestes intensificaron su dominio y los blanquinegros debían reorganizar sus ideas de cara a una segunda parte tan compleja como interesante.
Movió ficha el técnico burgalés con la entrada de Lobato y de un Guillermo que debía actuar como referencia pura para aguantar el balón en la salida de su equipo. La apuesta surtió efecto y, al igual que en la primera parte, el Burgos salió mejor y transmitió buenas sensaciones. Eso sí, sin la pegada de entonces.
Y eso que Berjón tuvo el 1-2 en un golpe franco ejecutado con una calidad exquisita. El atacante dejó plantado al portero tras superar a la barrera, pero el balón no quiso entrar por un palmo.
La tregua duró diez minutos, el tiempo que tardó el filial celtiña en carburar de nuevo. El anfitrión comenzó a jugar con profundidad en banda y cargó una y otra vez centros repelidos por la defensa burgalesa.
Los de El Plantío jugaron con fuego a pesar de la seguridad mostrada. Ya se habían visto en situaciones parecidas a lo largo de la campaña, como en sus visitas a Oviedo o Soria. Cada despeje, cada córner resuelto, era una pequeña victoria para un Burgos CF convencido de que llegaría su momento en un partido muy largo.
Superada esa fase de agobio, el paso de los minutos sentó bien a los visitantes. Alejaron el balón de los dominios de Barovero y lo probaron desde fuera por mediación de Lobato y Alarcón, hasta que llegó una jugada decisiva.
Guillermo filtró un balón a Berjón que era medio gol y el atacante, en carrera y dentro del área, optó por un disparo potente que no sorprendió al portero en su salida desesperada.
La tuvo el Burgos en el 72, momento en el que Calero buscó un nuevo impulso con la entrada de Claudio y Cerrajería. Sin embargo, el partido volvió a teñirse de celeste y los locales disfrutaron de las mejores ocasiones.
La defensa solucionó una acción peligrosa de Holsgrove tras una mala salida de Barovero y ya en el 83 Losada perdonó en un contragolpe de libro mal resuelto por el jugador local en el momento del último pase.
El Burgos se sacudió el susto y, cuando parecía que el 1-1 era inamovible, ambos conjuntos dispusieron de la opción de llevarse el triunfo. Guillermo rozó el tanto en una brillante maniobra dentro del área. El delantero lo hizo todo bien, pero su remate cruzado encontró la respuesta del portero en una acción de mérito y reflejos.
Los de Calero aún se lamentaban cuando ya en el añadido Barovero salvó el punto con una brillante parada abajo, junto al palo, cuando Balaídos cantaba el gol. Después de la batalla, el punto sabe muy bien.