BALONCESTO / ACB
Un buen Hereda San Pablo se diluye al final
Con 66-71, el Barcelona resuelve con un parcial de 3-12 los últimos dos minutos / Los azules ofrecen signos de mejora, pero no son suficientes para superar a un conjunto azulgrana cansado y con bajas importantes / Debutó Corbalán
HEREDA SAN PABLO 69
FC BARCELONA 83
Hereda San Pablo
: Renfroe (5), Benite (12), Rabaseda (2), Díez (8) y Gamble (12) -quinteto inicial- Nikolic (6), McGee (12), Queeley (2), Salash (4), Kravic (6) y Corbalán (-).
FC Barcelona:
Laprovittola (10), Kuric (9), Hayes (-), Mirotic (12), Sanli (19) -quinteto inicial- Jokubaitis (18), Martínez (2), Caicedo (2), Davies (6), Smits (3) y Ubal (2).
Árbitros:
Cortés, Bultó y González.
Eliminados:
No hubo.
Parciales:
16-21; 33-39 (descanso); 55-59 y 69-83 (final).
Tal y como están las cosas en el Hereda San Pablo, el conjunto azul se queda con el esfuerzo realizado durante 38 minutos para competir frente al Barcelona. Aunque la sensación ofrecida en los 120 segundos deja al descubierto la situación del proyecto, este ofrece síntomas de recuperación. Todo, a la espera de que el próximo entrenador y los necesarios retoques saquen del bache a un equipo que enlaza ya seis derrotas consecutivas en liga.
La vida en este momento es muy complicada para un Hereda San Pablo que, sin embargo, tuvo otra oportunidad para superar al Barcelona. El conjunto azulgrana llegó a la cita después de una doble jornada de Euroliga y con las bajas de Calathes, Higgins y Abrines.
Debía aprovechar esta circunstancia el cuadro local. Lo peleó y entró en los últimos dos minutos con opciones, pero el equipo se vino abajo como un castillo de naipes y del 66-71 se pasó al doloroso 69-83.
Para aspirar a la victoria los locales debían mostrar un nivel que nunca han alcanzado esta temporada y esconder los defectos que le han llevado a su incómoda situación. Uno de esos lunares son las pérdidas y de esas hubo muchas desde el salto inicial.
Laprovittola y Sanli, con un gran trabajo, dibujaron el 3-9 de salida y el Hereda San Pablo se vio obligado a remar contracorriente. Afortunadamente, los bajos porcentajes de los visitantes y las faltas de Mirotic dieron aire al cuadro de Félix Alonso y Fran Hernández.
La pelea de Gamble bajo los aros y los tiros liberados alimentaron a los de casa para llegar al 11-11, un pequeño respiro antes de que Jokubaitis pusiera una marcha más.
El Hereda San Pablo se vio incapaz de frenar al base lituano, tan vertical como decidido para abrir de nuevo una pequeña brecha asentada con el 16-21 tras un tremendo despiste defensivo de Kravic.
El margen de error en estos partidos es mínimo y las dos nuevas pérdidas enlazadas en el inicio del segundo cuarto se pagan muy caras en circunstancias normales. Jokubaitis se mostró muy agresivo sobre la defensa de un Renfroe siempre castigado por su par (24-31) y los azules remaron con fuerza para seguir en pie.
El Hereda San Pablo no estuvo fluido ni brillante, pero sí ofreció otro nivel competitivo con respecto a otras jornadas. Dos tiros libres de Rabaseda sellaron el 30-34, pero los problemas en el rebote defensivo ayudaron al Barcelona a mantener su ventaja hasta el 33-39 del intermedio.
El bloque de Jasikevicius tuvo su primera opción de ruptura en el amanecer del segundo cuarto. Antes o después los azulgranas iban a acertar desde fuera y dos dianas consecutivas, unidas a una canasta fácil, firmaron un 0-8 muy peligroso.
El 33-47 parecía el principio del fin y fue el principio de la reacción. El técnico visitante regaló una técnica a Benite y este respondió con el acierto desde el tiro libre y un posterior 2+1 que revitalizó a los de casa. Ni siquiera la tercera personal de Gamble frenó el cambio de tendencia porque el capitán la clavó desde el arco para rebajar la distancia a menos de 10 puntos.
El 40-49 hizo que el San Pablo y el Coliseum creyeran, pero había que acelerar al máximo. Los burgaleses corrieron y se apoyaron en un renacido Kravic para confirmar su buen momento, adornado con un canastón de McGee para cerrar el cuarto (55-59).
Después de todo, los castellanos estaban en partido y McGee estiró su momento de lucidez en ambos lados de la cancha para dejar el 58-59 ya entrado el último cuarto.
Si cuando peor lo tenía apareció el mejor San Pablo, los azules fallaron en el momento propicio para lanzarse a por el triunfo. Un triple de Sanli hizo mucho daño y a partir de ese instante se juntaron varios factores (58-64).
Las malas decisiones ofensivas, los bajos porcentajes y los inoportunos problemas en el rebote facilitaron la labor a un Barcelona que no desaprovecha esos escenarios. Además, Benite sumó su cuarta personal y Sanli volvió a hacer daño desde fuera.
El 58-67 a 6:30 del final dejó a los azules al borde del precipicio, aunque aún tuvieron la capacidad de meterse de lleno en la lucha por la victoria. Gamble, si bien a veces le puede el corazón, tiró del equipo y McGee completó el arreón.
Era el 66-71 y quedaban menos de dos minutos. Había esperanza y, de repente, llegó el apagón. Tres pérdidas consecutivas provocaron canastas fáciles de los azulgrana que sentenciaron el choque y el último minuto fue un dolor de muelas. Demasiado duro en un curso como este.
Todo el trabajo se fue por el sumidero, pero no le queda otra al proyecto que ver el vaso medio lleno para afrontar con garantías el difícil reto de remontar el vuelo tras el parón internacional. También quedó el consuelo del estreno de Corbalán. Testimonial, pero esperanzador para un futuro en el que no estará Braimoh. El ala pívot no participó a la espera de cerrar su salida.