BALONCESTO
Dos campeones frente a frente
El Flamengo (2014) y el Hereda San Pablo (2021) ya forman parte del palmarés de la Copa Intercontinental / Vitor Benite triunfó con ambos equipos y busca su tercer título
Benite posa con los trofeos conquistados con el Flamengo (2014) y San Pablo (2021). LNB Y FIBA
La Copa Intercontinental ofrece mil una historias que recordar desde que el Varese lograra el primer título en el ya lejano 1966. A lo largo de la historia el torneo ha sufrido muchas modificaciones tanto en su filosofía como en el sistema de competición, pero su grandeza permanece intacta.Se trata de un trofeo al alcance de un puñado de privilegiados y nadie en Burgos pensaba en disfrutar de un acontecimiento así hasta hace un par de campañas. La Basketball Champions League lograda en Atenas en 2020 dio a los azules el billete para optar en febrero de 2021 al título de campeón del mundo FIBA en la final directa disputada en Argentina debido al impacto de la pandemia.Entonces, el Hereda San Pablo inscribió su nombre en el palmarés de una competición conquistada en el pasado por clubes de la talla del Barcelona, Real Madrid, Olympiacos, Panathinaikos, Zalgiris o Maccabi.Los grandes europeos gobernaron durante años, pero el baloncesto americano también es protagonista directo de este evento. Así ocurrió en 2014 con el Flamengo brasileño, rival de los burgaleses en la final que acoge El Cairo.En aquella ocasión, el combinado brasileño rompió los pronósticos y superó al Maccabi de Tel Aviv para conseguir su primera Intercontinental. En aquel equipo sobresalió la figura de Nico Laprovittola, hoy en el Barcelona, pero el caso más destacado es el protagonizado por Vitor Benite.El hoy capitán del Hereda San Pablo vivirá un duelo muy especial. Campeón del torneo con el Flamengo, repitió éxito en 2021 con el conjunto burgalés y ahora buscará el tercer título personal en un partido ni siquiera imaginado por el internacional.El Flamengo no está en El Cairo de turismo. Su condición de campeón de 2014 y la final perdida en 2019 frente al AEK de Atenas convierten al combinado brasileño en un rival muy peligroso que ya mostró en la semifinal sus virtudes al anotar 18 triples. Los rojinegros prometen batalla, pero el San Pablo disfruta de una gran ocasión para espantar los fantasmas y liberarse de una vez por todas.