Mazda CX-5 2.0 Skyactiv-G Newground / Mazda 2.2 Skyactiv-D Homura
Para todos los públicos
HACE UNAS SEMANAS probamos el impresionante Mazda CX-5 con el acabado Evolution, pero cuando devolvimos nuestro vehículo de pruebas, nos orientaron y nos percatamos que en la concesión había dos CX-5 «diferentes», que estaban sin matricular y no pudieron pasar por nuestras manos, aunque os hablaré de ellos, ya que me pude montar y palpar en primera persona.
El primero del que os voy a hablar es la versión 2.2 diésel con el acabado Homura. Físicamente hablamos de un vehículo similar al que pasó por nuestras manos, aunque en este caso, montaba el motor diésel 2.2 de 150cv, por lo que sus prestaciones son un poco diferentes.
Alcanzaba una velocidad máxima de 205 Km/h y aceleraba de 0 a 100 en 9,9 segundos, con un consumo en ciclo mixto de 5,6 l/100 Km, asociado a una caja de cambios manual de 6 velocidades y con un par máximo de 380 Nm.
En nuestro caso era de color blanco y se distinguía estéticamente por ser una versión muy orientada al asfalto y ciertos tintes deportivos, como los carenados del inferior del conjunto y los pasos de rueda, además de las carcasas de los retrovisores y las llantas de 19’’ específicas en color negro brillante, en contraste con cualquier color de la carrocería que elijamos. También contaba con una parrilla específica en color negro brillante con cuatro pinceladas en color rojo, una moda que parece sacada de otro SUV de la competencia.
En su interior nos encontramos con un tapizado en combinación de símil cuero y Alcantara con pespuntes en rojo, lo que nos traslada a un mundo más deportivo, aunque sea un auténtico SUV.
Su equipo de serie, al igual que la unidad que pasó por nuestras manos, era muy extenso y, entre otros elementos, contaba con alarma de cambio involuntario de carril con corrección sobre el volante, control de velocidad de crucero con limitador, volante multifunción, control por voz, llantas específicas de 19», asistente de arranque en pendiente, climatizador automático bi-zona, pantalla del equipo de infoocio 10,25’’, cargador inalámbrico de móvil, compatible con Apple Car Play y Android Auto, navegador, equipo de sonido BOSE con 10 altavoces, portón trasero con apertura eléctrica, volante calefactado, cuadro de mandos digital con pantalla de 7’’, sensores de lluvia y luces, luces LED, lector de señales de tráfico, detección de tráfico trasero cruzado, sensores y avisador de presión de neumáticos cámara trasera de ayuda al aparcamiento, cámaras 360º, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, asientos delanteros calefactados, Start/Stop desconexión de cilindros, apertura y arranque manos libres y por botón o llamada de emergencia.
La versión Newground estaba muy orientada a las salidas fuera del asfalto, pero no os confiéis demasiado, ya que es tracción delantera y a pesar de su altura libre respecto al suelo de casi 20 cm y unas ruedas específicas para salidas al campo, la verdad es que no tiene ninguna ayuda a la conducción en el campo ni tracción total, pero sí que cuenta con algunas diferencias latentes, para los más ávidos del mundo del motor.
Para empezar, mantiene las protecciones en los bajos y en los pasos de rueda, pero ya no están pintadas en negro brillante, sino que son de plástico duro. Los retrovisores también contienen cámaras para ofrecernos una visión 360º.
Las llantas también tienen 19’’, pero no son negras, sino que tienen un diseño específico para esta versión. Por su parte, la parrilla delantera tampoco dispone de esa tonalidad de alto brillo y las pinceladas en esta ocasión son verde lima y no rojas, ya que ese color está muy destinado a las versiones más dinámicas.
En su interior, la configuración es bastante parecida a las que conocemos, con la salvedad de que algunos embellecedores del salpicadero y texturas de los asientos son diferentes y están tintadas con el mismo color verde-lima que nos encontramos en la parrilla frontal. Digamos que es una versión bastante juvenil sobre la base de un coche de «señor», así que tenemos un CX-5 para todos los gustos.
La mecánica en esta ocasión no difiere de la que pasó por nuestras manos con el acabado Evolution y se trata de un motor de gasolina 2.0 atmosférico, que genera 165cv con un par máximo de 213 Nm y asociado a una caja de cambios manual de 6 relaciones. Con esta configuración, obtenemos 200 Km/h de velocidad máxima, una aceleración de 0-100 Km/h en 10,5 segundos y un consumo homologado en ciclo mixto de 6,8 l/100 Km.
La equipación exclusiva de esta versión constaba de climatizador bi-zona, ayuda de arranque en pendiente, aviso de cambio involuntario de carril con corrección sobre el volante, volante multifunción, pantalla del equipo de infoocio de 10,25’’ compatible con los protocolos de Apple Car Play y Android Auto, llantas de 19’’, instrumentación con pantalla de 7’’, asistente de frenada de emergencia, visión 360º, sensores de luces y lluvia, sensores delantero y trasero de aparcamiento, sensor y aviso de presión de neumáticos, lector de señales de tráfico, sensor de tráfico cruzado por detrás, luces LED, control de velocidad de crucero con limitador, detector de fatiga, detector de vehículo en ángulo muerto, HUD, ordenador de a bordo, Start/Stop, arranque por botón, apertura sin llave o llamada de emergencia entre otros elementos.
La dotación de serie en uno y en otro modelo es muy extensa, son dos mecánicas diferentes, con dos potencias diferentes y dos entregas diferentes, además de tener ciertos elementos diferenciadores que los orientan a a una cosa u a otra. La verdad es que sobre la misma base obtenemos unos vehículos parecidos, pero totalmente diferentes.
Los precios de ambos son de 31.900 euros para la versión de gasolina Newground y de 37.600 euros la versión Homura en diésel, aunque de todos es sabido que seguro que le metemos algún que otro elemento opcional aunque vengan muy bien equipados de serie.
Son dos versiones muy diferenciadas del CX-5, para públicos diferentes, pero con un nexos en común; la deportividad que imprime Mazda en todos sus vehículos, aunque sean SUV.