Volkswagen ID.4 Pro
El primer eléctrico «real»
El Volkswagen ID.4 es un SUV totalmente eléctrico que supone una evolución patente y un punto de inflexión en el segmento más vendido y demandado del momento. Como hemos podido comprobar en los últimos tiempos y con nuestras últimas pruebas, los vehículos eléctricos están en boga y la gama que nos ofrecen todas las marcas va en aumento, en detrimento de las mecánicas de combustión.
La cuestión es que el Volkswagen ID.4 es un vehículo muy apropiado para todos aquellos que demanden un coche así como primer vehículo y no como vehículo para ir a trabajar y poco más, ya que su autonomía (que es una de las limitaciones actuales de los vehículos eléctricos) se nos planta en unos 511 Km, lo que es mucho para un vehículo de esta índole.
Ecléctico
En su visión frontal, nos encontramos con que no posee una enorme parrilla, sino que tiene una en la zona baja para refrigerar un poco a la batería y ya. Está enmarcada en el gran y envolvente paragolpes delantero, que nos incorpora des toberas laterales con cierta abertura para canalizar el aire frontal hacia los laterales del conjunto. En la zona superior nos encontramos con unos faros muy característicos de tipo LED, que incluyen las luces intermitentes dentro de la misma tulipa y destacan por ofrecernos una luminosidad nocturna muy clara. Los faros están unidos entre si por un aplique cromado con el gran logotipo de la marca en el centro.
Su línea lateral también nos evoca a un mundo diferente y, aunque tiene cierta nota ascendente hacia la zaga, nos llama más la atención su escasa altura respecto al suelo, sus enormes ruedas apostadas en los extremos del conjunto y unos tiradores de las puertas enrasados que favorecen un mejor corte del viento en movimiento. Sus llantas son de 20'' en nuestro caso, aunque de serie nos montaría unas llantas de 19’’.
Detrás nos encontramos también con líneas muy limpias, sin ningún alarde de poderosidad innecesario. Llaman poderosamente la atención unos pilotos, también muy característicos, de tecnología LED y unidos entre si por una franja luminiscente roja con el gran logo de la marca en el centro. Por su parte el paragolpes posee dos apliques laterales en negro piano.
Gran espacio
Abrimos el portón del maletero y nos descubre un espacio de carga suficiente y diáfano de 543 litros en condiciones normales, pero que podemos aumentar hasta los 1.575 litros en momentos puntuales si abatimos los asientos traseros, divididos en dos secciones en proporción 40/60 que nos dejan una superficie plana.
Los asientos traseros son cómodos y no hay nada que objetar respecto al espacio disponible, ni respecto a la altura, ni a la anchura ni al espacio disponible para las piernas. Al abrir las puertas delanteras, un holograma nos recibe proyectado hacia el suelo desde los retrovisores y los asientos nos sujetan muy bien el contorno de nuestro cuerpo, a pesar de no ser deportivos.
Digital
La instrumentación es digital, con una visión muy buena y una información más que suficiente sobre nuestra conducción al primer golpe de vista. En el lateral de esa pantalla de instrumentación nos encontramos con el selector del cambio giratorio, muy original y sencillo, pero al que hay que adaptarse antes de ponernos en marcha.
El volante tenía botones multifunción, que eran táctiles y había dos opciones; o que al conducir pulsemos algo sin darnos cuenta, o que debamos pulsar bastante para que reconozca nuestro dedo. No podíamos dejar pasar la enorme pantalla central del equipo de infoocio, que engloba todos los elementos de confort del vehículo. Es táctil, de 10» (aunque con sobre-precio podemos adquirir el equipo opcional con pantalla de 12’’), situada en una zona de privilegio y visible y con unos gráficos muy buenos.
Y es que a pesar de que nuestro acabado Pro era de los más accesibles, he de reconocer que venía muy bien equipado de serie. Entre otras cosas contábamos con elementos como el climatizador bi-zona, luces delanteras y traseras LED, lector de señales de tráfico, luz ambiente interior, volante multifunción, sensores de luces y lluvia, sensor de aparcamiento trasero y delantero, detector de fatiga, equipo de infoocio con pantalla táctil de 10’’, modos de conducción, instrumentación digital, llantas de 20’’, airbag delantero entre los dos asientos, asistente de arranque en pendientes, detector de vehículo en ángulo muerto, asistente de cambio involuntario de carril, control de crucero adaptativo con limitador, control de presión de neumáticos, dirección eléctrica progresiva, ordenador de viaje, acceso y arranque por botón o llamada de emergencia.
Intermedio poderoso
El motor generaba 174cv con un par máximo de 310 Nm de una manera instantánea, asociado a un cambio automático de una velocidad y con frenada regenerativa, que nos ayuda a que nuestra autonomía sea bastante mayor.
Con esta configuración y este nivel de equipamiento, el conjunto era capaz de alcanza una velocidad máxima autolimitada de 160 Km/h, acelerar de 0 a 100 Km/h en 8 segundos y hacer un consumo eléctrico de unos 17 Kw/h en ciclo medio homologado por la marca. La batería tiene una capacidad máxima de almacenaje de 82 Kw/h, lo que le proporciona una autonomía loable de unos 511 Km.
Eléctrico «real»
Es un vehículo muy amplio y utilizable al 100% al igual que es 100% eléctrico, lo que le proporciona la pegatina 0 de la DGT, con todas las ventajas que ello conlleva.
La dirección es directa en todos los ámbitos y el esquema de suspensiones es confortable en el interior y absorben bastante bien las imperfecciones que nos encontremos en el asfalto, pero a pesar de todo, son bastante duras, algo que no casa con el tipo de vehículo del que se trata.
Como acceso a la movilidad eléctrica para todos y para todo, hablamos de un vehículo ideal, gracias a su espacio, su gran equipo de serie y su autonomía. En Volkswagen han sabido dar con una tecla ideal, pero aún queda mucho para que este tipo de vehículos se popularicen. No obstante, estamos ante un coche 100% eléctrico que por fin, puede cubrir nuestras necesidades diarias.