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BALONCESTO

El Tizona UBU sigue su lucha en los tribunales para jugar en ACB

El club azulón insiste en que cumplió con los requisitos exigidos tras su ascenso deportivo de 2015 y reclamará daños y perjuicios si la justicia le da la razón

Miguel Ángel Benavente y Fernando Andrés. TOMÁS ALONSO

Burgos

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La vida sigue y el Tizona mira al futuro con ilusión. Los azulones se centran en dar forma a su nuevo proyecto sin descuidar la lucha que mantienen en los tribunales desde hace siete años para defender sus éxitos deportivos.

El club quiere que se haga efectivo el ascenso a ACB de 2015 y, de forma paralela, trabaja para recibir una compensación si la justicia le da la razón. «Los temas judiciales van lentos», reconoce el presidente de la entidad, Miguel Ángel Benavente. 

«Defendemos el derecho a jugar en ACB porque creemos que en 2015 cumplimos con los requisitos», explica. Esta causa ha llegado al Tribunal Supremo. 

 

«No recibimos el respeto merecido por parte de la ACB, de la Federación Española de Baloncesto y del Consejo Superior de Deportes. Eso nos motivó para buscar una solución jurídica», señala el patrón del club, Fernando Andrés

 

Mientras, la sentencia favorable de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) de 2017 cambió para siempre al baloncesto español y permitió que los equipos superen sin problemas las exigencias administrativas de la ACB. «Se cambiaron las condiciones y se dignificó el baloncesto. Nosotros no ganábamos nada con ello», insiste un Benavente esperanzado.

«Ese asunto está en la Audiencia Nacional y cuando termine reclamaremos daños y perjuicios. La presencia de Burgos en ACB estos años nos ayudará a demostrar qué hubiera pasado de haber estado allí el Tizona», explica el dirigente. 

El club azulón exhibe «paciencia, ilusión y orgullo deportivo». «Seguimos con nuestro trabajo de manera tranquila, callada y con tesón», zanja el dirigente.

 

FERNANDO ANDRÉS

Mientras, Fernando Andrés justifica la necesidad de estas acciones. «No recibimos el respeto merecido por parte de la ACB, de la Federación Española de Baloncesto y del Consejo Superior de Deportes. Eso nos motivó para buscar una solución jurídica, como así nos plantearon ellos», señala el patrón, quien profundiza en su mensaje.

«Como ciudadanos aspiramos a un respeto de las autoridades municipales y a un respeto civil porque nosotros no hacemos negocio del deporte. Hemos venido a servir al deporte y en el Grupo Ureta llevamos así 35 años», indica. «Seguimos en nuestra línea de hacernos respetar y este proyecto nos hace la misma ilusión que cuando empezamos en el polideportivo de Maristas», zanja.