Daniel Berzosa lidera al equipo nacional en Croacia
El debutante brilla con la selección, pero España no estará en el Europeo
El burgalés durante el torneo de Croacia.
Durísima competición para el combinado nacional, que ha caído de la manera más dolorosa en tierras croatas, con un total de seis enfrentamientos desde la matinal del viernes, hasta la tarde de ayer domingo, donde se consumó la eliminación.
España acudía a la cita con la ausencia de Álvaro Robles, capitán del equipo nacional y número 45 del ranking mundial, a día de hoy el mejor exponente de nuestro tenis de mesa, el onubense de 31 años es indiscutible en la Bundesliga, la mejor liga europea de tenis de mesa. Ante esta ausencia, el seleccionador nacional, se decantó por la incorporación en la convocatoria del joven burgalés, Daniel Berzosa, de 17 años.
Daniel no fue alineado para debutar en el primer y trascendental choque de España ante Noruega, donde nuestra selección perdió de forma inesperada por 3/2 complicándose mucho su clasificación. Así, el entrenador nacional dio a Daniel la oportunidad en el segundo choque ante Grecia, y a pesar de la derrota (3/0) se quedó sorprendido con el buen juego y competitividad del burgalés, quién fue alineado como base del equipo nacional en el tercer encuentro ante Irlanda, donde sólo cabía ganar o terminar la participación.
En ese partido, Daniel cuajó una actuación sensacional, venciendo en sus dos enfrentamientos individuales, meritorio y destacado su triunfo ante Owen Catchart. Al final 3/2 para España y pase a la repesca.
En esta fase, no había opción de errores y había que salir vencedor de todos los partidos a disputar. Y en todos ellos, Daniel salió como número uno del equipo. Se venció a Litunia por 3/0, también a Israel por igual marcador, y en el definitivo choque ante Suiza, llegó el jarro de agua fría, y en un maratoniano choque de más de 3 horas, se cayó por 3/1, con dos derrotas ajustadas del burgalés ante los palistas alpinos.
Esta última derrota priva al combinado nacional del Europeo 2023 a celebrar en Malmoe (Suecia), pero probablemente será la primera de futuras y continuadas internacionalidades.