Los reyes del WiZink Center

Una victoria para soñar. Así fue el segundo triunfo del Hereda San Pablo en casa del Movistar Estudiantes. Los de Curro Segura aniquilaron a los escolares con un nuevo recital de triples y una brillante actuación coral - siete jugadores con valoración en dobles digitos- para convertirse en los reyes del WiZink Center de Madrid y llevarse a casa un 0-2 en el global de la eliminatoria que deja el acceso a la final a cuatro a un triunfo. Los burgaleses tendrán dos oportunidades para lograrlo al abrigo del Coliseum.

Tanto Curro Segura como Alberto Lorenzo apostaron por los cinco hombres que saltaron a la pista en el primer duelo de la eliminatoria. Como en ese encuentro, que se llevó el San Pablo 87-92, la primera posesión y el primer punto fue para Movistar Estudiantes, ya que Smith erró en el primer lanzamiento desde la línea de tiro libre y convirtió el segundo.

La primera canasta de los burgaleses no se hizo esperar. Álex López confirmó que Segura había repasado, revisado y analizado cada uno de los 40 minutos del primer partido, tratando de eliminar la ‘tripledependencia’ con la que triunfó su equipo, pero que en cualquier momento se podría convertir en un lastre. El tiempo no le dio la razón esta vez.

Los burgaleses firmaron un 64% de acierto en triples (20 de 31)

Un triple de Carlos Suárez sobre el ecuador del primer parcial y una canasta en el poste bajo, también del veterano, colocó la máxima hasta el momento (6-13). La ventaja duró poco porque Smith se echó el equipo a la espalda y con un parcial 4-0 recuperó el terreno perdido (10-13). Y aunque el técnico del San Pablo enseñó su profundidad de banquillo, agitando parte de la rotación, la igualdad se mantuvo durante todo el cuarto. Los dos conjuntos abusaron una vez más del tiro exterior, aunque esta vez la puntería de los estudiantes fue un lanzamiento mejor (22-21). 

Burgos no quiso perder esa batalla desde el 6,75 y la apuesta le salió bien. Con un parcial 2-12, el San Pablo se escapó de nuevo hasta superar la anterior máxima (24-33). Burgos se aprovechó de la ansiedad que produjo en los locales el 0-1 en el marcador y el concurso de triples continuó tanto que los burgaleses lograron un 60 % de acierto desde el exterior, obligando a Lorenzo a parar el encuentro ante el suicidio de los suyos. (27-36). 

Los esfuerzos del Estu por cerrar la zona y evitar el juego interior burgalés, permitió que Burgos sacara rédito de las esquinas (10 de 15) y se fuera al descanso creyendo en llevarse a casa el 0-2 del WiZink (49-57). 

El San Pablo dominó el marcador al descanso con un segundo cuarto muy anotador (36 puntos)

El inicio del tercer cuarto, confirmó la tendencia. Y es que Burgos abrió la lata con un triple de Álex López y los escolares acumularon posesiones sin puntos y numerosas pérdidas producidas por los nervios. La tensión fue tal que afectó hasta a un veterano como Carlos Suárez, quien tuvo sus más y sus menos con Jawara. Rupnik silenció el ruido con una nueva bomba desde el exterior y el partido entró en una fase en la que cada canasta fue un mensaje directo para el rival. 

Con un parcial de 4-11, firmado con otro triplazo del capitán desde lejísimos que sentó como un directo a la mandíbula de los escolares, la afición madrileña se encendió por completo para convertir el WiZink en una caldera. Conscientes de que ir a Burgos con el 0-2 es un suicidio anunciado, trataron de hacer reaccionar a los suyos, pero lejos de arrugarse, el San Pablo encadenó tres lanzamientos lejanos seguidos que dejaron el luminoso temblando (58-76). 

Lorenzo paró el partido muy agobiado porque la superioridad burgalesa dejó a los suyos en la lona. La reacción estudiantil no llegó y Burgos encaró el cuarto definitivo con 17 puntos de ventaja brillando en lo alto del WiZink Center (62-79). 

El reto para los castellanos en el último cuarto era mantener la ventaja. Segura trató de que los suyos estiraran el reloj de posesión hasta la extenuación y ayudados por las innumerables pérdidas del Estu, poco a poco tanto los 300 aficionados burgaleses en la grada como todo el roster del San Pablo fueron creyendo en que el 0-2 era una realidad cada vez más palpable. 

Tres minutos tardó Burgos en anotar, pero cuando lo hizo fue para sumar, como no, un nuevo triple (67-82). El espectáculo continuó. Un recital de triples con cifras pocas veces vistas, sobre todo en la LEB, pero que empiezan a ser un habitual en los guarismos del San Pablo. Con la segunda del WiZink, el Hereda San Pablo vuelve a Burgos con la eliminatoria encarrilada, (89-102 y 0-2 en el global), ya que sólo necesitan una victoria más para clasificarse para la final a cuatro.