Ocampo: "Hemos jugado con mucho corazón y poco a poco iremos poniendo más cabeza"

"La deportividad ha reinado, la intensidad también, y el acierto ha decantado la balanza". Es el diagnóstico del derbi burgalés en la Copa Castilla y León de baloncesto visto por el entrenador del Grupo Ureta Tizona, Diego Ocampo, quien pone la clave del partido en lo sucedido en el tercer cuarto en un momento decisivo del transcurso del encuentro en el que los de El Plantío amarraron una valiosa ventaja "y, en vez de seguir con ese ritmo, no hemos sido capaces de continuar", analizó el técnico gallego.

"Vamos en el buen camino, pero también sé y soy consciente que el equipo debe estar muy bien entrenado mentalmente, con espíritu, con corazón y sabiendo tener resiliencia en los momentos malos y sabiendo no crecerte cuando las cosas van bien", argumentó Ocampo.

En ese sentido enumeró que Tizona sumó 22 rebotes de ataque, una ventaja que se une al hecho de que "hemos cuidado muy bien el balón, y hemos hecho 15 tiros más". En el lado contrario, los de El Plantío pueden mejorar, a juicio del técnico orensano, "en encontrar pases, encontrar gente en el perímetro y tener paciencia" aunque Ocampo considera que el equipo "ha jugado con mucho corazón, y poco a poco iremos poniendo más cabeza a algunas cosas".

"Lo importante es aprender de estas cosas y ser muy fuertes mentalmente", insiste Ocampo, "porque la liga es muy dura y no va a ser chupada. Vamos a tener que trabajar mucho y la dureza mental marca diferencias".

En ese sentido resaltó que el equipo ha sido capaz de asumir "la desgracia de Jacobo y no se han dejado ir en ningún momento".

Ocampo reconoció que la lesión de Jacobo Díaz "es un problema grave". El jugador se dañó la rodilla derecha y está por ver si afecta al ligamento lateral interno, que para Ocampo sería de menor gravedad que "si el cruzado o el menisco están afectados".

El Valladolid espera

De cara al partido por el tercer puesto, Ocampo se plantea la cita del domingo a mediodía como un encuentro preparatorio de pretemporada de alta intensidad, ya que "el nivel físico de Valladolid es impresionante" y, además, "tienen una línea creada del año pasado y va a ser un rival muy duro". "Es una prueba buenísima para nosotros para competir, entrenarnos y seguir mejorando cosas", admitía el técnico del Tizona en su comparecencia posterior al partido.