Apurada victoria del Mirandés en Anduva ante el colista

Jornada redonda para un CD Mirandés que en uno de sus partidos más flojos en Anduva consiguió derrotar al colista FC Cartagena y además se benefició de los resultados favorables que se dieron para escalar tres puestos en la clasificación y colocarse en el puesto undécimo. 

Los cartageneros fueron muy superiores en la primera mitad pero perdonaron hasta cinco ocasiones claras a un conjunto burgalés que sólo disparó a puerta en los últimos cinco minutos, mientras que en la segunda los de Alessio Lisci sí fueron ese equipo reconocible por su intensidad y lograron adelantarse en el marcador.

Sin embargo en el tramo final los visitantes aprovecharon un error grave de Ramón Joan para conseguir un empate que parecía lo más justo, pero que no llegaría al final porque cuando ya todo parecía decidido el Cartagena también perdonó en su área y Barcia de cabeza en una pelota parada dio los tres puntos a los locales.

Con camisetas de apoyo a un lesionado Miguel Baeza que se pierde la temporada, más la vuelta al once titular del sancionado Tachi y Carlos Martín, los rojillos saltaron al césped de Anduva dispuestos a dar buena cuenta del farolillo rojo en la clasificatoria, un Cartagena que llegaba a Miranda de Ebro con sólo una victoria en su casillero pero que en menos de cuatro minutos bien pudo adelantarse en el marcador en una ocasión clarísima. 

Tras un centro de Alcalá al punto de penalti donde Ortuño se llevó hasta tres defensores con él para ganarles la partida y dejar un balón inmejorable a un Juan Carlos Real que con todo a favor y desde muy cerca lo hizo francamente mal rematando flojo y al muñeco.

El equipo de Alessio Lisci había salido muy frío y en el 12´ volvió a confirmarlo dejando al Cartagena triangular fácil en la frontal para que de nuevo Juan Carlos Real se muestre en la definición como una hermanita de la caridad. Fue una jugada que terminó en un saque de esquina donde Alcalá cabeceó totalmente libre de marca rozando el palo.

El once de Julián Calero perdonaba por tercera vez y entonces no hubo dudas en la parroquia burgalesa del porqué de su situación en la tabla. 

Eso sí, la grada tampoco podía decir ninguna cosa buena de su equipo porque el Mirandés ni tenía pelota ni ganaba los duelos y al filo de la media hora ni siquiera había chutado no ya entre palos, tampoco a puerta. De hecho en el 28´ se vio la cuarta llegada peligrosa de los locales cuando Juan Carlos Real, que está vez sí lo hizo bastante mejor, recibió en la frontal para girarse veloz y con coordinación sacando un disparo seco que se fue lamiendo el larguero. 

Los rojillos no despertaban y en el 31´ un despeje horroroso de Rubén Sánchez que cruzó el área se convierte en un gran pase a un Calero que se topa con la buena intervención de Ramón Juan.

La deriva burgalesa se prolongó hasta el 40´ cuando, cómo no, Gabri Martínez recibió en el área se fue de su par en el uno contra uno y puso atrás un balón de gol a un Carlos Martínez que chutó a las nubes. Entonces, a un inocente Cartagena le entró el miedo en el cuerpo y un minuto más tarde Chaira haría algo parecido desde el costado derecho, por lo que de ahí al descanso los cartageneros ya no saldrían de su parcela.

Peligro en la segunda mitad

La segunda no comenzó bien y en el primer minuto del reinicio Ortuño bajo un balón con nieve al área y pegado a línea de fondo le hizo un roto espectacular a un endeble Tachi, pero el veterano y poderoso atacante visitante no estuvo nada generoso y pese a tener un claro pase de la muerte atrás a un compañero sin marca optó por un disparo imposible sin ángulo y la estrelló en el lateral.

Sin embargo en esta ocasión esa sería una ocasión aislada porque en el reinicio, ya sea por la charla de Alessio Lisci, por el cambio que introdujo en ataque o por la copiosa lluvia que comenzó a caer en Anduva, el caso es que el Mirandés despertó de golpe y en menos de cinco minutos ya era ese equipo reconocible que juega siempre a un ritmo endiablado y pone mucha tensión en los balones divididos. 

Así, en cuestión de segundos el Cartagena se vio encerrado y sometido a las peligrosas acometidas de un Mirandés que pudo marcar rápido, especialmente en el 57´ en un remate a bocajarro de Rubén Sánchez donde Marc Martínez sacó una mano salvadora o en el 62´ en otra parecida de Gabri Martínez pero de cabeza que el portero salvó milagrosamente.

El duelo se había convertido en un acoso total y en el 69´ el visitante Verdú sacó una en boca de gol, pero en el consiguiente córner Luis Muñoz cometía penalti por manos y Carlos Martín pese a darle mordida batía Marc Martínez enganchándola raso al poste.

Poco después Julián Calero haría un triple cambio agotando todos los posibles y su equipo mejoraría tan rápido que en el 80´ a pelota parada, en una falta lejana al área botada por Ferreiro, Fontán marcaba de cabeza ante la nefasta salida de Ramón Juan. 

El línea lo anuló por apurado fuera de juego pero el VAR después de cinco minutos de revisión lo dio por válido.

De ahí a la conclusión el choque enloqueció y en el 90´ en una falta lateral el central Barcia aprovechaba un error grave de la defensa visitante para marcar de cabeza el segundo burgalés.