Al Mirandés le abandona la suerte

Al CD Mirandés le faltó una pizca de fortuna para al menos sumar un punto ante un potente Racing Club Ferrol que en menos de cinco minutos de juego sentenció la victoria a su favor con dos goles.

Los burgaleses jugaron siempre valiente y comenzaron mandando y generando más que su rival, pero los gallegos de la mano de Héber Pena se mostraron letales y después gracias a su seriedad defensiva pero también con algo de suerte, aguantaron el acoso de un Mirandés al que el VAR le anuló un gol por milímetros nada más encajar el segundo y que en a falta de un cuarto de hora para la conclusión marró un penalti en las botas de Álvaro Sanz.

Tanto Alessio Lisci como el míster visitante Cristobal Parralo armaron dos onces titulares con la clara intención de tener la pelota y así poder marcar el ritmo de juego que más les interesaba, pero de esta batalla táctica inicial saldría vencedor el cuadro burgalés, pues pese a que los gallegos saltaron al césped imprimiendo una fuerte presión sobre la salida de pelota local, el Mirandés ganaría la posesión en los primeros compases y antes de cumplirse el minuto cinco ya había conseguido llegar dos veces por ambas bandas, tanto por la de Gabri Martínez como por la de un Ilyas Chaira que consiguió finalizar sendas acometidas poniendo a prueba a Ander Cantero. 

Sin embargo, no tardó el Racing en mostrar su calidad, con un talentoso Héber Pena que en el 7´ colgó un balón de gol para el remate fallido de Álvaro Giménez.

Después el altísimo ritmo de juego por parte de ambos no se aminoró pero sí habría muchas interrupciones por faltas, añ cuarto de hora Ilyas Chaira estrelló una en la barrera desde idéntica posición a su golazo contra el Leganés, un aspecto que influyó en la continuidad del juego y las llegadas a puerta. 

Hasta que superado el ecuador los visitantes hilvanan una buena jugada y tras un remate de Iker Losada se producen una serie de desafortunados rechaces que terminan con la pelota muerta en el área chica para que Héber Pena remache a placer. 

El gol no subió al marcador en primera instancia por presunto fuera de juego, pero tras revisión del VAR se vio con claridad que no era así y el quinto gol del ferrolano esta temporada significaba que el Mirandés tendría que jugar a partir de entonces a remolque.

El tanto dejó ko al Mirandés y cuatro minutos más tarde los blancos recuperan para que Josep Señé conduzca por el centro del ataque y tras una buena combinación con Álvaro Giménez la pelota acaba en banda izquierda, donde Héber Pena la pone rasa a la cocina y Josep Señé llegando en velocidad marca de espuela. 

Un golazo que curiosamente también fue revisado y donde de nuevo, al igual que en el primer tanto, Pablo Ramón rompía el fuera de juego.

Pero esta vez el Mirandés reaccionó perfecto, pues nada más sacar de centro Gabri Martínez recibe un centro en diagonal de lado a lado del campo y cuelga un pase medido al segundo palo que Ilyas Chaira remacha en boca de gol. 

Otro golazo y de nuevo revisado por el VAR, pero que desafortunadamente no subió al marcador por fuera de juego de Gabri Martínez. De ahí al descanso el Mirandés lo intentó y Rubén Sánchez rozó el gol en el minuto cuatro de los siete de descuento que hubo.

A la vuelta de los vestuarios el MIrandés entró mordiendo y tras un balón de Ilyas Chaira Javi Martón en boca de gol reducía diferencias después de, cómo no, revisión del VAR.

Logrado el gol el Mirandés no especuló lo más mínimo y arriesgó valiente en pos del empate, lo que dio pié a una fase de partido mucho más abierta donde el conjunto ferrolano también tendría sus llegadas para hacer el tercero de la noche. 

Minuto a minuto el duelo se fue poniendo cada vez más bonito de ver y todavía más para la parroquia anfitriona en Anduva, porque el Mirandés aprteaba con todo y tanto Ilyas Chaira como Gabri Martínez no dejaban de intentarlo, ni antes ni después de que el técnico visitante Cristobal Parralo realizara un triple cambio de golpe.

Así, a falta de un cuarto de hora la valentía burgalesa tenía su premió con un penalti de Manzanara sobre Martón. El empate estaba a tocar y la pena máxima se encargó de lanzarla Álvaro Sanz, pero no de trasformarla porque echó el cuerpo atrás y la mandó a las nubes. Un duro golpe que pudo ser peor porque acto seguido el Racing pudo sentenciar en una contra finalizada con un disparo de Nacho Sánchez que paró Ramón Juan.

En el tramo final el Mirandés se volcó sin mirar atrás ni hacer prisioneros e incluso tuvo sus oportunidades no demasiado claras para rascar un punto, pero la diosa fortuna le fue de nuevo esquiva y se quedó sin sumar.