«Movilizaciones y protestas» por la venta del Burgos CF: «No queremos pelotazos»

La inminente venta del Burgos Club de Fútbol al empresario argentino Marcelo Figoli genera «malestar y preocupación» entre muchos aficionados. Con el fantasma de la familia Caselli rondando todavía por El Plantío, cunde el temor a que se produzca un nuevo corralito capaz de poner en jaque el futuro de la escuadra blanquinegra. Por ello, y por el «oscurantismo» con el que el grupo Yucon (máximo accionista del club) está gestionando la operación, la Federación de Peñas, la Hinchada del Arlanzón y la Asociación de Pequeños Accionistas han anunciado este miércoles «movilizaciones y protestas» en los próximos días. 

«No queremos pelotazos», enfatizaba José Antonio Rojo, portavoz de la Asociación de Pequeños Accionistas, a sabiendas de que esta clase de experiencias «no suelen salir bien». «El fútbol es muy caprichoso. Por mucho dinero que pongas encima de la mesa, a veces la pelota no quiere entrar, tus mejores figuras se lesionan, la gestión tropieza con muchas cuestiones y cuando alguien no tiene ningún tipo de arraigo (...) nos dejan con aquí con el club y otra vez volvemos al pozo», reflexionaba tras la lectura de un comunicado conjunto entre estos tres colectivos que concentran alrededor de 2.000 aficionados. 

Después de constatar, a través del Consejo Superior de Deportes (CSD), que el pasado 28 de noviembre se autorizó la venta del 71,3% de las acciones del Burgos CF a Entretenimiento 360, las alarmas que ya habían saltado previamente empezaron a resonar con fuerza. De entrada, tal y como se advierte en el comunicado, porque dicha empresa se constituyó en 2022 con un capital social de 3.000 euros con el objetivo de organizar conciertos. 

Su administrador único, nombrado el 31 de octubre de este año, es Pasquale Panettiere, quien «ha trabajado un tiempo en Buenos Aires en una de las empresas de Marcelo Figoli y ha tenido o tiene el cargo de administrador en otras sociedades similares». Sin embargo, las manos derechas del comprador serían Alejandro Grandinetti y el exfutbolista peruano Ronald Baroni. De Figoli y Baroni, apuntan las peñas, «únicamente hace falta teclear su nombre en cualquier buscador de internet para obtener noticias al respecto». Es entonces cuando, «sin entrar en la veracidad» de las informaciones, «las palabras concursos, impagos, comisiones y hasta cheques sin fondos acompañan las mismas». 

Llama la atención entre las peñas y los pequeños accionistas del club que Yucon haya guardado silencio, hablando a lo sumo de una opción «futurible», mientras se cerraba la venta a un grupo empresarial cuyo «único bagaje conocido» es «haber traído a Luis Miguel a España». A tenor de lo sucedido, y después de constatar que se quiere vender el equipo «dos veces en los últimos cuatro años», Rojo y el resto de aficionados que suscriben el manifiesto creen que ha llegado el momento de que los actuales propietarios del Burgos se marchen «lo antes posible». 

Antes de hacerlo, eso sí, los aficionados reclaman «responsabilidad, honestidad y claridad a la hora de elegir una nueva propiedad». En este sentido, el representante de la Asociación de Pequeños Accionistas no vería con malos ojos la llegada de Félix Sancho, presidente del San Pablo Burgos. «Se le puede definir como un empresario de éxito. ¿Por qué no?», concluía Rojo pese a ser consciente de que su interés por hacerse con las riendas del club blanquinegro no han sido bien recibidos por Yucon. 

A expensas de concretar las acciones de protesta que «irán llegando», Rojo insistía en que el Burgos CF «no es solo un club que está en Segunda División». Con ello quiso hacer alusión a la cantera, con más de 600 chavales, al equipo femenino, al filial y a todos los trabajadores. Por lo tanto, las peñas seguirán defendiendo la «solvencia» como garantía de futuro tras la «traumática» operación con los Caselli y un reguero de deudas que pudieron solventarse gracias al gol de Saúl Berjón que propició el ascenso.