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El Real Madrid despierta del sueño de la Copa a una valiente Arandina, que cayó con diginidad (1-3)

Cabral fue el autor del disparo que tocó en la bota de Nacho, que marcó gol en propia puerta.RICARDO ORDÓÑEZ

Burgos

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Dignidad. Historia. Es el resumen en dos palabras del encuentro que la Arandina disputó ante el Real Madrid. Los ribereños aguantaron el cero a cero al descanso y sólo un penaltito tonto que el trencilla de turno no perdonó acabó con la resistencia de los bravísimos jugadores locales en una noche histórica bajo todos los puntos de vista.  

El colofón a un día que se recordará siempre fue un gol ribereño en el compás final del choque y ya con todo resuelto, el 1-3, con el orgullo de toda la ciudad gritando y celebrando esa diana, un autogol de Nacho. El equipo dio la cara en todo momento y la fiesta fue completa.

Todo fue una fiesta en Aranda de Duero desde primera hora de la mañana. El ambiente previo, el recibimiento a las dos escuadras, los saludos de las figuras blancas al salir a reconocer el césped... Un día inolvidable que, con el pitido inicial de García Verdura, daba paso a lo más importante: un encuentro de fútbol entre la Arandina y el Real Madrid. Ahí queda eso.

No cabía un alma en un Montecillo que lucía sus mejores galas, un césped de lujo -no valen quejas- y con una grada metida al máximo en el encuentro, animando, celebrando cada duelo ganado y disfrutando de su noche. La pelota era lógicamente del Real Madrid mientras la Arandina se defendía con orden, colocación y coraje.

El lateral Deiby Ochoa intenta progresar con el balón ante la oposición de un rival, anoche en el estadio Juan Carlos Higuero.RICARDO ORDÓÑEZ

Tras un córner merengue, el peligroso centro de Ceballos encontraba la gran respuesta de Adri, blocando con brillantez. Se acercaban los de Ancelotti con tiros de Güler y Camavinga bloqueados por la zaga ribereña, llegando la primera clara al cuarto de hora en un zapatazo de Arda Güler con gran intervención de Adri en el palo corto evitando el cero a uno.

Los blancos no le daban el más mínimo respiro a la Arandina, presionando con furia tras pérdida. 

Los menos habituales y los jóvenes haciendo méritos ante Ancelotti, con Güler enviando al palo a los 19 minutos un tiro de falta tras ´derribo´ de Jaime a Ceballos, con el ex del Betis mostrando no excesivo fairplay. 

Los toquecitos condescendientes en la cara a un futbolista de Segunda RFEF sobran, sinceramente.

Los tres goles del Real Madrid y el de la Arandina llegaron avanzada la segunda mitad del partido.RICARDO ORDÓÑEZ

En el balón parado llegaba la Arandina al área blanca por vez primera. Vibraba el campo pidiendo mano y gritando el consabido ´sí, se puede´ con los de Álex Izquierdo presionando mejor y no tan cerrados en su parcela. Así, peligro a la media hora en un remate de Haji en el segundo palo si bien la acción estaba anulada por fuera de juego.

Con tres centrales y taponando bien en la zona ancha a los creadores madridistas, la Arandina crecía con el paso de los minutos superado ese cierto susto inicial. 

A los 39 minutos volvió a asomarse el Real Madrid con un chut de Joselu a la media vuelta que se estrelló en el lateral de la red, respondiendo la Arandina en una falta puesta por Zazu al área que no encontró remate. El público disfrutaba cada llegada del equipo a las inmediaciones de Kepa, como debe ser.

La más clara de los blancos en el primer periodo llegó en la última jugada, cuando Güler centraba desde línea de fondo y el testarazo de Nico Paz, en inmejorable posición, se perdía ligeramente alto. Pitido de descanso recibido con alivio y con el orgullo de ver el cero a cero inamovible en todo lo alto.

Protestas nada más reanudarse el encuentro cuando Nacho derribaba a Ayoub en un balón largo, inhibiéndose García Verdura. Poco después, Santa se iba solo en carrera pero antes de llegar al área se precipitó con un disparo inocente a las manos de Kepa en sin duda la mejor opción de los blanquiazules hasta el momento.

Avisaban más los locales, como en una carrera de Frodo donde al final tuvo que frenar al llegar ante Nacho, perdiendo la oportunidad de sorprender en la contra. Brahim tuvo la primera merengue del segundo acto con un disparo cruzado que se marchaba por línea de fondo.

El penalti que lo cambia todo

Y a los ocho minutos, una entrada de Brahim en el vértice del área con toquecito de Zazu y blanco al suelo lo decretaba el colegiado como penalti ante la incredulidad de los jugadores ribereños. De nada sirvieron las protestas y Joselu convertía raso y pegado al palo. Una jugada que fue clave ya que al minuto llegaban de nuevo los de Ancelotti y Brahim enganchaba en el interior del área tras un rechace de la zaga blanquiazul el cero a dos.

Álex da instrucciones desde la banda a los jugadores del conjunto blanquiazul.RICARDO ORDÓÑEZ

Dos dianas en un parpadeo para sepultar un sueño, con la rabia de ver un penaltito tonto como giro copernicano al encuentro. No lo merecían así los locales, que vieron cómo Adrián blocaba espléndidamente un potente disparo cruzado de Nico Paz. 

El partido se fue enfriando a pesar de que el técnico de la Arandina oxigenaba sobre todo el frente de ataque con polémica en una caída entre Fran García y Raly Cabral tras un choque en carrera.

Álvaro Rodríguez, recién entrado en los blancos, remataba fuera por poco mientras los ribereños seguían pugnando por acercarse en el marcador. Con la Arandina volcada, una contra merengue la tiraba por la borda Joselu con un disparo alto con todo a su favor, respondiendo los blanquiazules en dos buenos centros de Átomo al área. 

Los jugadores madridistas celebran uno de sus tres goles en El Montecillo.RICARDO ORDÓÑEZ

Dos goles en el descuento

Ya en el añadido, con todo decidido, una buena jugada por la derecha del ataque madridista con servicio en profundidad a Brahim y centro del ex del City la culminaba Rodrygo tras controlar en el área. Cero a tres, pero todavía quedaba tiempo para un disparo fuera de Kevin y para el gol, el histórico tanto de la Arandina, cuando Raly Cabral llegaba hasta línea de fondo y su centro chut raso y potente lo desviaba Nacho al fondo de su portería. Es un gol anecdótico en la eliminatoria, pero es un gol histórico. Como todo lo que pasó en El Montecillo. Enhorabuena, Arandina y enhorabuena, Aranda.